3.12.19

Mensaje para el lanzamiento de mi libro

Son muchas las sensaciones que se juntan, se separan, se destacan y combaten al mismo tiempo. Mi primer libro vio la luz. Fallidos Editores se tomó la molestia de revisarlo y decidió arriesgarse a publicarlo.
Dicen por ahí que uno no es escritor por publicar un libro, que un libro lo publica cualquiera, que publicar el segundo es el reto, y de tener una carrera como escritor casi nunca se dicen las bondades, sólo se habla de las múltiples complicaciones que uno debe encarar si quiere proseguir.
Desde hace tantos años me enamoré de las letras que uno creería que a estas alturas del partido ya tendría más publicaciones, pero no. Nunca la había considerado mi profesión, siempre había sido un pasatiempo y aunque sabía que podía ser más que eso, nunca le di la oportunidad. Tal vez por no confiar lo suficiente en mi “talento” para escribir, o para imaginar, o tal vez porque en mi cabeza estaba bien incrustada esa frase “se va a morir de hambre”. La respuesta nadie la sabe con certeza, pero que lo mío es escribir, es para mí más claro que una noche de luna llena, porque de todas las actividades y oficios que he probado, esta es la que más me encaja, la que más me permite ser libre.
Gracias a una publicación en una red social vi la convocatoria y pensé, “puedo enviar algo a ver qué pasa”. Estaba en Capurganá, empecé a crear en mi mente historias y logré escribir algunos cuentos de todo mi gusto. Sin embargo, como buena procrastinadora me relajé y el tiempo fue pasando. Un día recordé una historia que había sido una cúspide en mis retos como escritora ociosa y pensé que sería una buena oportunidad para evaluarla, para que ojos y mentes ajenos a mi círculo social decidieran si había valido o no la pena el ejercicio desde el punto de vista literario.
Meses después -creo-, recibí un correo notificando la preselección de la obra. Casi lloro, salté de emoción y en mi mente se abrieron todas las puertas y ventanas hacia la posibilidad de continuar escribiendo más que por ocio, por vocación. Pensé que si me daba la oportunidad podría desarrollar una carrera en este oficio y sentí verdadera felicidad, emoción sincera, ansiedad y mucho optimismo.
Ni que digo del momento en que recibí el correo a las 8:30 de la noche diciendo que mi trabajo había sido seleccionado como ganador y que la editorial quería publicarme. Estallé, mis átomos volaron por el aire y mi magnetismo los volvió a unir en un éxtasis como pocos. Fue una de las noticias más importantes que recibí en mi vida. Le habían dado el visto bueno a esa historia, a alguien le parecía que valía la pena ser publicada, ser leída por más personas, qué honor, qué orgullo, qué responsabilidad tenía mi obra de ahí en adelante sin saberlo, porque para mí es importante que si alguien va a leer algo que salió de mi interior, debe ser algo que para esa persona valga la pena el tiempo invertido, que le aporte, que no le quite.
Sé que mi libro no les gustará a todos, no existe una obra literaria que a cada persona que la haya leído le haya gustado, pero espero que sean más los beneficiados que los disgustados. Espero, y aunque no me gusta ese verbo, lo hago.
Nunca me había puesto en una posición tan vulnerable. Quienes han leído mi blog han podido entrar en mi universo mental, quienes me han escuchado cantar también han podido percibir algo de mí, pero esta vez se siente diferente. Seré juzgada por una obra, y aunque estoy segura de que no es la mejor que he hecho, es la primera con la que me tiro al agua sola y seguramente en algunos causará revuelo.
Cuando caí en cuenta que esta historia sería publicada pensé en mi familia, cómo puede ser que el primer libro que tengan mío sea este, con este tema, con estos detalles, con esta explicitud. Sentí ansiedad, me abrumó algo muy parecido al miedo, más precisamente miedo a decepcionarlos. Sin embargo, respeto y apelo a mi autenticidad, mi irreverencia y a mi forma de ser, por lo que me paro frente a ellos y a todos ustedes como una orgullosa mamá de su hijo atrevido, y he resuelto que no es problema mío lo que le cause mi obra a ninguno.
En cada uno de ustedes está la libertad de leerme o de cerrar el libro, tirarlo indignado al reciclaje -por favor no lo vaya a mezclar con el resto de basura- o regalarlo. Guiño, guiño.
Con todo mi corazón les doy las gracias por estar aquí, por acompañarme en un momento tan significativo, me hace muy feliz recibir de ustedes tanta energía bonita, mi sonrisa y plenitud de esta noche están patrocinadas por su amor y su presencia.
Diciembre 3 de 2019

2.12.19

Detrás del libro "Una fiesta y un secreto"

La pregunta más común que me han hecho acerca de mi libro "Una fiesta y un secreto", en este video corto tomado de una entrevista que me hizo Alejandro Herrán de Fallidos Editoriales, está la respuesta:


27.11.19

Mi primer libro

13.11.19

Freedom brings a hidden curse

Lo lindo de ser como somos es la libertad de hacer cada día lo que nos da la gana, pero… Es más un demonio, ¡una maldición!
¿Para qué se levanta cada día un ser humano que no debe ir a trabajar para vivir?
La maldición de la libertad es no saber qué hacer con tu vida.

6.10.19

1 año sin Hernán

Lo que más me gusta de este día es que no tengo que pretender, sino que puedo estar vuelta mierda y nadie me dice nada. Excepto mi familia, ellos no ven bien que llore, así sienta minuto a minuto que se repite la mierda que viví el año pasado y eso me destroce por dentro. No lo ven bien, por eso no los visito, porque odio que me digan que no debo llorar. Llorar o no es mi problema. Mis sentimientos y pensamientos son mi asunto y su opinión no me ayuda para nada a lidiarlos de manera sana. No es sano inundarse en lágrimas, no es sano atrapar la tristeza y todos los sentimientos que me abruman, día a día o año a año. Suficiente tengo con mi propio desbalance químico para seguir viviendo atragantada con tristeza.
En conclusión, todo el que no entienda que voy a llorar hasta que no tenga más lágrimas, que me voy a sentir mal hasta que empiece a sentirme bien, puede irse tranquilamente a tomar por culo.   

10.9.19

Manillas limpia mares

¿Han visto las manillas y pulseras con temas marinos que llevan algunos años acosándonos en redes sociales?

La mayoría son muy bonitas y dicen ayudar a buenas causas.

Unas de mis favoritas son las de 4ocean.com quienes a cambio de tu compra de una pulsera aseguran que retiran 1 libra de plástico del océano.

1 libra = 453 gramos

En un principio me gustó la idea y hasta pensé en comprarla para ayudar a eliminar mi librita del océano. Sin embargo, me puse a pensar y como es costumbre, un exagerado sentido crítico me llevó a lo siguiente:

Yo como habitante de zona costera, que está llena de plásticos en las playas, caminos y hasta en el océano encuentro a menudo, cada vez que tengo la oportunidad voy recogiendo y llevándolo a un basurero. Ahora incluso conseguí una bolsa para recoger basuras mientras careteo o buceo, porque no podía sacar todo lo que veía.

Todo esto me ha llevado a concluir que si vos tirás basura en medio de la naturaleza, sos un hijo de puta cochino que no le enseñaron nada en la vida. Si te comés un helado, llevate con vos el plástico envoltorio, el palito, la servilleta hasta la basura. Lo mismo si te tomás algo en botella plástica o que tenga pitillo. Llévese todo eso lo más lejos que pueda de la playa y ni se le ocurra dejarlo tirado en el suelo en el medio de un camino, que eso no saca patitas para caminar hasta el basurero más próximo, donde siempre debió estar.

A vos no creo que te provoque comprar una de esas pulseras porque básicamente sos un pendejo a quien la salud de nuestro planeta le importa un carajo. Ojalá entraras en razón y pudieras comprar manillas -por montones- para que otros recojan el desastre que vos y los de tu tipo siguen causando.

Si vos no tirás al suelo y sos de los que bota en el basurero como debe ser, ¿te parece muy maluco ir andando con una bolsita en la que podás ir echando algunas cosas que en tus recorridos te encontrés? No te juzgo si no te apetece recoger la basura de otros. Para vos recomiendo encarecidamente comprar una de esas pulseritas, que te puede ayudar a dar un paso extra cuando las manos no te querés ensuciar.

Para nosotros los que nos ensuciamos las manos por culpa de los pendejos que tiran basura a su paso, sigamos haciéndolo, si alguien quiere una manilla pues magnífico, más limpieza para el océano, lo más necesario es que no nos hagamos los locos y sigamos limpiándole a las playas, océanos y naturaleza en general, la basura con la que no debería lidiar por culpa de nuestra estúpida especie.

Eso sí, te felicito si comprás una manilla de las que hablo, pero cuidala mucho, que no se te vaya a caer en el suelo ni en el mar, porque no te hacés parte de la solución, sino del problema. 

FIN DE LA CANTALETA

29.7.19

Tips mentales

En mi próximo libro de salud mental voy a enseñar cómo, fácilmente, pasar de "estar bien" a "quiero mandar todo a la mierda, púdranse todos y déjenme en paz" en cuestión de minutos.

2.2.19

Esta mañana vi un post que decía: "Menciona algo que no tengas". No supe qué responder… Tengo todo, más de lo que necesito… ¿Puede haber algo más bueno que darse cuenta de eso?
#GraciasGraciasGracias

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