30.4.07

Riesgos

Nunca había sentido estar en el lugar equivocado con tanta certeza.  Caminar por donde jamás lo había hecho, montar en un bus que jamás había montado, llevar tantas cosas valiosas a la calle...

Muchas veces caminando, de hecho nunca en mi memoria hay registrada una caminada por un lugar con tan mala suerte como la de ese día.

A la hora incorrecta, en el lugar incorrecto, el día más aburridor del semestre se convirtió depronto en algo mucho más aburridor, negro, desarmante como fue ese día que alguien decidió que yo no debía tener las cosas que tenía y con un arma me pidió muy cordialmente todo lo que me acompañaba.

Sin entender por qué carajos eso estaba pasando lo viví y ahora tengo que afrontarlo, igual es algo que ya pasó y aún tengo vida, el Sol sigue de día y las estrellas de noche, aún respiro y como, ¡aún puedo sonreir!

Riesgos innecesarios

Todo el tiempo se corren riesgos, tal vez confié mucho en mi suerte y me bajé a caminar, tal vez fui ilusa, tal vez vivía fuera de órbita y veía lejos, o decidía ignorar que, esas cosas realmente pudieran pasar, aunque siempre lo creí posible, no lo concebí.

¿Qué hubiera pasado si no hubiera pasado por ahí a esa hora? ¡Ya nunca lo sabré!

¿Devolvería el tiempo para evitar perder lo que tenía? Realmente si pudiera devolver el tiempo evitaría otras cosas más significativas para mí, por que ahora me puedo despertar sin que nada me suene, las cosas las tendré algún día, entonces realmente no vale la pena.

Aún puedo reír a carcajadas con cualquier cosa, ese hombre me quitó lo más preciado que tenía materialmente pero me dio una sobredosis de crecimiento interno y tal vez me devolvió la valoración de lo que realmente lo merece.

Una semana después, me siento feliz de nuevo, no poseo nada valioso, pero la sonrisa de mi cara no se va, pase lo que pase, ¡me siento feliz!

23.4.07

Llora el cielo

¿Por qué llora el cielo?
¿Porque no estás?
¿Por el milagro de abril?
¿Por el mundo perdido o la gente perdida en un mundo claro?

¿Acaso llora el cielo porque leyó los corazones de los dolientes que superan en cantidad a quienes viven plenamente?

Llora el cielo día tras día, por la Tierra, por el amor perdido que todos los que no temen lamentan, por la injusticia de la energía desperdiciada, por que vos no aparecés y cuando lo hacés tratás de borrar mi rabia en vano, ¿porque la gente perdió el sentido de vivir tranquilamente, en un afán desaforado de conseguir estupideces como metas que no llegan a ningún lado valioso?

Como llora el cielo llora mi cuerpo, no llora mi corazón, no llora mi cabeza, no lloran mis ojos por sí solos, llora cada una de las células, que contengo rodeadas por una piel que se me quema con el recuerdo de mil horas de risas, frío y calor, junto a espíritus libres en sentimiento y amarrados por el destino y la sociedad.

Llora mi cuerpo, desde mis uñas hasta mi pelo,
Llora mi cuerpo sin expresarse,
Llora mi cuerpo sin dejar escapar lágrimas,
Llora mi cuerpo y por dentro se siente que los cubos que formaban la pirámide o la figura que haya sido se caen uno por uno, y se sienten desprenderse con una sensación desde el pecho hasta la pelvis, y en la caída va temblando todo, acrecentando la incertidumbre por no saber como detener el llanto que no se ve, pero se siente más que meter los dedos en agua hirviendo.

22.4.07

¡Qué pereza pensar en un título!

Aquí me siento, una semana después de escribir "When life is pointless…"

Definitivamente entre la cabeza y el corazón existe una dualidad complicada, cuando uno de los dos se le atraviesa un recuerdo o un suceso, el otro se puede quedar afectado por eso, por una conexión de sangre, por algo que no se puede explicar, y por otro lado, a veces no se ponen de acuerdo en algunos temas, que si lo hicieran todo sería más fácil.

Le desconectaron el cargador, y las baterías para seguir adelante se le acabaron, no encuentra por donde seguir para sentirse feliz, no encuentra con quien seguir para sentirse feliz, a pesar de tener tantas cosas envidiables a su lado… Siente que algo le falta en lo profundo de su corazón, siente que le falta un energizante que le haga sentir que haga lo que haga todo va a estar bien, porque va a tener alguien que va a estar ahí bajo cualquier circunstancia, que va a estar ahí brindándole lo que nadie a su alrededor le puede dar.

20.4.07

¡Así o mas sol!

Abro los ojos, estoy mareada, con los oídos tapados, desubicada, viendo un Sol brillando sobre estructuras haciendo que la luz colmate mis ojos.  Sintiendo como mi cerebro se comprime y se mueve reaccionando, mientras Peter se da cuenta de lo que está pasando y comienza a estirarse haciendo que el resto del cerebro sufra por culpa del mismo Sol que no se rinde, a pesar de mil nubes que pintan el cielo de gris y derraman sus lágrimas, un Sol que demuestra su poder y sigue llenando de luz todos los lugares, sin importar el clima que afecta el cuerpo y le regala gripa, causando el mareo, la sensación de debilidad que puede perfectamente ser a causa de otras cosas (pensamientos).

Lunar, definitivamente lo soy, no es que sea una mancha negra con patas y manos y cabezota, ¡no!.  Me gusta mucho el Sol, pero mis ojos y mi cuerpo no resisten la energía con la que nos rodea como un papá abrazando a uno de sus hijitos, tratando que no lo olvide.

...

18.4.07

Esperando

Sentada en un corredor, viendo como la tarde se dormía y le daba paso a la noche, me di cuenta que ¡en el mundo hay definitivamente gente muy aguevada!

También pude conocer lo que se siente al perder el tiempo caminando por las calles en unos zapatos incómodos, porque el destino final del camino estaba deshabitado.

Parada al frente de una puerta pude imaginar 100 mil cosas que pasaban detrás de ella, sin la posibilidad de averiguar la verdad.

¿Qué pasó? ¿En qué momento cambiaron los planes que cruzarían nuestros caminos?

Toqué el timbre una vez más, sabiendo cual sería la respuesta... La puerta seguiría cerrada y el silencio de tu mundo permanecería, a pesar de lo mucho que deseaba estar ahí y compartir un chocolate que había comprado en el camino.

Suena el teléfono y no es quien esperaba para abrir la barrera entre el desespero y la alegría, o tal vez entre el desinfle y la rabia! No lo sé, nunca sabré que hubiera pasado si hubiera entrado por que ya me estoy cansando de esperar y quiero irme a compartir, o a ver si alcanzo a compartir unos minutos con la ilusión más deseada que un día cobardemente deje acabar, y ahora sólo queda el deseo que la oportunidad regrese y luchar...

¿Dónde estás? Me pregunto al escuchar vida en el interior.

¿Qué está pasando? Quedan pocos minutos antes de partir.

¿Por qué no respondés? ¡Maldita sea!

Odio estar así, sin saber que pasa, sin saber por qué estoy aún esperando con el optimismo en el fondo de mi corazón.

Ahora mis manos están temblando, señal que tengo rabia... ¿podrá la nicotina calmarme un poco?

¿Me quieres apoyar?