30.5.08

Fuerza

Cuando la mente se debilita, cuando el cuerpo no responde, inyectás fuerza con acciones simples... Palabras cortas o sermones, un abrazo o una mano agarrada, una sonrisa o el guiño de un ojo.

Fuerza de doble vía, percibida por quienes se sientan a observarnos, entendida sólo por vos y yo.
Fuerza que nos une, tan grande como el Sol, tan necesaria y tan espectacular que se disfraza para engañarnos.
Somos fuerza, la que necesita el otro para sobrevivir en las batallas, la que nos elevó del suelo cuando el mundo como lo conocíamos desapareció.
Fuerza que nos ha mantenido unidos por tanto tiempo.
Fuerza que no deja que uno avance dejando al otro atrás.
Fuerza que nos unió con sangre, llantos, risas y abrazos.
Fuerza que me reclama mantenerte a mi lado y buscarte o dejarme encontrar para que me mantengás a tu lado.
Fuerza que me impulsa a gritar que te amo.
Fuerza que me da la paciencia para seguir caminando escondida a tu lado, ahí donde sólo me podés ver vos, ahí sabés que siempre estoy porque resucitar juntos nos dejó unidos por los pies, por las manos, por el corazón, por la mente o por todos los anteriores...
Fuerza sos y fuerza serás, lo has sido desde siempre y te aseguro que jamás va a cambiar...

¿Cómo puede transformarse una fuerza que ningún ser humano puede controlar y que ha seguido recorriéndonos por dentro a través de las mil luchas que hemos tenido que enfrentar?

29.5.08

¿Qué pasa maestro?

Al parecer no entendiste lo que te dije la última vez que te escribí.
El idioma lo manejás tanto como yo, estaba direccionado a vos pues varias veces se repetía tu nombre, te lo envié directamente a vos a diferencia de lo que usualmente hago, entonces... ¿por qué no entendiste?
Tengo varias preguntas, todas ellas nadan como pececitos en mi acuario mental, vienen alborotando todo a su paso mientras buscan sus respuestas, desbaratando todo porque no las pueden encontrar.
No sé que es lo que no te queda claro, ¿es que no entendés que sos más importante que un ejército de mejores amigos? ¿No sabés que sos quien me educó y quien me ha atraído de forma inexplicable desde que recuerdo, que todo lo que hacés y lo que pasa en tu vida lo analizo con una fascinación única?
No pasa un día de mi vida en que vos no te crucés por mi mente, en mis recuerdos, los más tristes, los más alegres, siempre has estado ahí.  Sin hablar, sin vernos, sin nada, siempre hemos sabido como está el otro y la verdad es que toda la vida me he sentido feliz de tener un lazo diferente y especial con vos, orgullosa de gritarle al mundo que yo soy quien nunca se va a ir de tu lado, porque a diferencia de tus amores y tus amigos, yo no me puedo ir.
Jamás te he reclamado, te he visto cometer barbaridades y nunca de mí has recibido un reproche, por el contrario he aprendido mucho de cada una de esas cosas y por eso soy quien soy ahora.
Siempre he querido ser como vos, ¿¡de dónde más creés que saqué el futbol, las balas, los videojuegos, los carros, las motos, los vicios, todo!? Todo lo que soy, mi esencia grita tu nombre, pero estoy segura que todo eso lo sabés...
¿Qué es lo que no sabés entonces? ¿Que doy la vida por vos si la tuya vuelve a peligrar? ¿Que detesto ver cómo se te salen de las manos las situaciones, las personas, las responsabilidades, las adicciones?
Yo no hablo por hablar, por lo menos no con vos.  No te escribo por hacerlo, no es fácil para mí traducir una mente loca y ponerlo en un papel por medio de palabras que sean coherentes para que entendás el mensaje y si lo hago es porque la situación lo requiere.
Hay cosas en la vida muy deliciosas, hay otras que son buenas y hay otras que traen la felicidad en un bolsillo, como medio guardada para que no cualquiera las tome y se la lleve; esas últimas son las que uno tiene hacer así tenga que sacrificar delicias y gustos.  Llega un momento en el que hay que abrir los ojos y darse cuenta que si no se pueden tener todas esas al tiempo, hay que escoger cuales vale la pena conservar y por cuales vale la pena luchar, así uno se sienta peleando contra dragones armado con nada más que un palito de madera.
Es hora de parar... pensá y abrí los ojos, qué tenés en tu vida que te haga ser feliz, qué tenés en tu vida que haga que valga la pena levantarse, qué tenés en tu vida que sea bueno conservar y qué es lo que hay que mandar al carajo porque no me gusta ver lo que veo en este momento y estoy segura que algo dentro de vos detesta verte así cuando te ves en el espejo.
¿Qué pasa maestro?

28.5.08

Pensamientos ebrios

Recuerdo perderte, recuerdo el alcohol que ingerí para olvidar el dolor, dolor de haberte dañado, dolor de haberme dañado.  Recuerdo recuperarte y el alcohol que ingerí para celebrarte.  

En mi cuerpo hay ahora tanto alcohol como hubo cuando te lastimé, pero esta vez soy yo quien camina herida, con las manos temblando, las piernas no respondiendo, la mente maquinando, el corazón tratando de palpitar, el interior arrugado y un culillo que no se calma.  

Pensé que el alcohol era la solución, que me distraería y así podría soportar un día más sin vos, sin tus demostraciones de mi reinado sobre los demás seres del planeta, pero no.  Lo único que hizo fue aumentar las ganas de tenerte al frente, saltarte encima y robarte para mí aunque sea solo una noche entera, en la que con todo lo que tengo y lo que soy, en la que sin pena y sin remordimientos, te explique lo que sos y lo que me pasa por dentro por tu culpa.

Es hora de quedarme quieta, poner la mente en blanco y esperar que pase el efecto de tanto licor.  Cuando eso suceda volverá la calma, todo estará bien y seguiré con la fuerza con que camino desde que soltaste mi mano.  

Esperar, esperar y seguir esperando... ¿Qué es lo que realmente espero?  ¿Que se baje la borrachera para estar bien, que me digás que volvés a caminar conmigo, que acabamos con esta locura que es mi vida sin vos y la tuya sin mí o que me digás que este cuento se acabó para levantarme otra vez de la derrota y seguir?... ¿Qué es lo que espero si sigo caminando?

27.5.08

Caíste de nuevo, ¿no?

¿Se te había olvidado lo que se siente cuando perdés a quien amás?

Tanto que alegaste del amor y mirate, tenés el corazón arrugado porque te enamoraste hasta el delirio y de quien lo hiciste estaba lejos de entregarse sólo a vos porque su corazón ya tenía quien lo hiciera palpitar...

"No me vuelvo a enamorar", "ni a patadas, ni obligada, ni que fuera loca lo volvería a hacer".  La última vez que lo hiciste te dejaron en el medio de la nada, con las manos vacías, el corazón partido en pedacitos, la mente maquinando millones de cosas todo el tiempo y una adicción enorme.  Gastaste mucho tiempo, energía, lágrimas, noches sin dormir, minutos vacíos, deseos, ruegos, conversaciones y pensamientos tratando de dejar atrás el dolor que sentías y rejuraste, luego de haber tocado fondo de una manera indigna, que jamás volverías a ponerte en la misma situación y ahora perdiste por evitarlo, caíste sin darte cuenta y estás al frente de otra oportunidad obligada de replantearte.

Es hora de "hacer de tripas corazón" como dicen por ahí y volver a ver el Sol con ganas de levantarse, acostarse sin miedo a lo que traigan los sueños y acostumbrarse a la idea de que una vez más perdiste, pero todo va a estar bien.

No hay que odiar al amor, lo que no debes hacer es volverte a entregar a lo mismo de siempre, a quien no te entrega lo que vos querés o a quien lo entrega cuando el mundo deja.  Aceptá tu derrota y levantate con ganas otra vez, que muy pronto en el aire se volverá a percibir la alegría que te recorre por dentro y vas a sonreír sin la máscara puesta...

Volví....

Sólo un sueño.  Despertá.  Abrí los ojos.  Despacio.  Mientras lo hacés observá a tu alrededor.  Entendé un poco donde estás y con quien estás.  A tu lado no está quien quisieras.  Otra vez pasaste la noche al lado de nadie o de quien no debiste, es lo mismo.  La volviste a cagar o no.  Lo sabrás cuando terminés de abrir los ojos.  Soñaste que amabas y te amaban.  Soñaste haciéndole el amor con tanto voltaje que es lo único que tenés en la mente.  Quisieras que el sueño hubiera sido real y no hubieras tenido que pasar la noche al lado de nadie o de quien no debiste.  Te enamoraste.  Abrís los ojos porque empezó un nuevo día, no porque querés vivir un nuevo día.  Sentís remordimiento por no hacer tu sueño realidad.  Te duele el sabor de la derrota.  Crece el vacío que tenés adentro a medida que seguís abriendo los ojos porque sabés que ahí no está, pero toda tu energía está concentrada deseando que esté.  Ilusa.  Hace mucho tiempo te enamoraste y sabés que el que lo hace es quien pierde.  Sentís como si todo lo que viviste mientras te enamoraste, todo lo que te imaginaste y todo lo que soñaste en nombre del amor no fue más que eso, un sueño.  Un sueño que tuvo que parar cuando sonó el despertador.  Una campana.  Un timbre.  Sólo un sueño.  Ilusa, que vas a hacer ahora.  No la cagués más.  No te entregués al vacío.  No pasés la noche por pasarla.  Con eso no vas a llenar el hueco que te chupa el corazón.  Aceptalo.  El aire que elevaba el globo se escapó por el roto que hizo el perro al morder.  Es hora de meterle toda la energía a dejar la adicción.  Caída libre.  Ilusa.  Sabías que iba a pasar pero igual no evitaste enamorarte.  Te provocaste.  Jugaste con lo más escondido que había dentro de vos y te excitó el proceso.  Te gustó tanto como te gustó la primer vez que sentiste amor y sabías que te dolería tanto como esa vez, pero saltaste.  Te fascinó.  Abrí los ojos.  Todo tiene solución.  No hay finales felices.  Tal vez no hay finales del todo.  Pará y pensá.  Es hora de hacerlo.  Dejá de actuar sin sentido.  No vas a encontrar en entes lo que soñás.  No es bueno perder el juicio.  Vas a terminar metiendo la pata.  Dejá de soñar.  Despertá.  Abrí los ojos.  Bajate y volvé a pisar la tierra...

20.5.08

Qué pereza las mentiras

No tenés que cuadrar tu vida para complacerme, no tenés que mentir, no tenés que ocultar verdades.

Sea cual sea tu realidad la acepto y la respeto por encima de preferencias e ideales, sean cuales sean las cosas que te pasan a mi no me interesa tener versiones distorsionadas ni modificadas, no es eso quien sos, no es tu vida real y creeme que no quiero caminar al lado de una ilusión óptica, si quisiera arreglar tu mundo con mis deseos y mis sueños para vivir feliz y tranquila, la vida sería diferente.

Odio las mentiras, tanto como odio ser juzgada, las detesto de la misma forma como odio darme cuenta que la verdad es diferente a lo que me contaste.

¿Para qué engañás? ¿Qué necesidad tenés de hacerlo? ¿Te da miedo mi reacción ante lo que verdaderamente hacés? ¿No te has puesto a pensar que es peor lo que pasa cuando me doy cuenta de la verdad, cosa que casi siempre pasa porque hay muchos lados que hablan de vos? Qué desinfle, yo no te voy a juzgar, mucho menos a reprochar lo que hacés, pero la próxima vez que ocultés una verdad o digás una mentira, asegurate que no haya forma posible de que yo me de cuenta porque es desinflante abrir los ojos y ver que las cosas no son como dijiste.

¿Es esta una de esas cosas que no puedo cambiarte como alguien me enseñó a pensar y tengo que acostumbrarme a eso? Si es así no te dejés pillar más, ¡odio cuando pasa!

16.5.08

Demalas

Como cuando te cae una caca de pájaro en el hombro, llevando puesto un vestido especial que tenías planeado usar ese día desde hace tiempo.
Como cuando salís a tomar el bus que pasa cada 45 minutos y lo ves pasar frente a tus ojos sin poder hacer nada para que se detenga y se va dejándote ahí.
Como cuando pasás una tarde entera en la peluquería haciéndote un peinado super complicado y cuando salís a la calle está cayendo un aguacero que quiere causar un diluvio.

Ves como pasan los minutos gastando los días y vos no podés hacer nada para detener un tren que va a una velocidad absurda, y te va dejando atrás a medida que tu mente se va resistiendo a la idea del cambio.  Sentís que no es tu día, sentís que no es tu noche, sentís incluso que los dioses se están riendo de vos sentados en el Olimpo mientras ven lo que considerás tu desgracia, sentís que te amarraron de pies y manos a una boya y que te dejaron a la merced del mar con su marea y del cielo con su clima.

Si no sos capaz de aceptar las cosas que no podés cambiar, ¿qué se supone que tenés que hacer?

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