30.4.12

A su olvido.

¡Y nunca volviste a casa!
Siquiera no me quedé aguantando la respiración esperándote porque hace muchísimo tiempo hubiera muerto.
Claro está, jamás te esperé.  Muy juiciosa cerré la puerta para que no se entraran los maleantes a casa y ¡me relajé!
Me relajé tanto que entró el panadero, el cartero, la policía y el bombero, todos cubrieron necesidades momentáneas, y así, sin gloria pero sin pena, me olvidé que habías dicho que más temprano que tarde volverías a casa.
Siempre tuve cuidado, tocaban la puerta, algunos hacían méritos para entrar, pero de la sala a ninguno dejé pasar, ¡no tanto por ti sino por mí! Qué pereza lidiar con 2 habitantes en la misma casa.
Casa rodante, siempre cambiante, sabrá el cielo por qué no me casé contigo.
Y si antes la casa cambiaba, ¡ahora a duras penas la reconocerías!  Tendrías que asomarte a observar con mucho detenimiento para identificar rasgos de aquella época en la que eras el habitante, el comandante, si, el de mi parte de adelante -y la de atrás-.

A veces pienso, tanto cambio desdibujó el camino que habíamos hecho para que pudieras regresar.
Después de tanto tiempo, aquí en casa no tienes nada que hacer.
Pero, ¿qué pasaría si lo hicieras?  Mi cara ante esa idea se consigue una expresión similar a la que hago cuando tomo un remedio maluco.
Todo ha cambiado demasiado, incluso estoy segura que si algún día tocaras la puerta de casa no podría reconocerte y ¡seguramente no te dejaría entrar!

24.4.12

¡Feliz año María Alejandra Velásquez Rendón!

Hoy, celebramos repletos de buena energía tu nacimiento.

A ti, dueña de la mejor sonrisa, reina del cielo y las estrellas, amante de la Luna, te escribo con el corazón, pues no existe comunicación más sincera y directa contigo.

Tanto como el día que supe que te adoraba, lo hago hoy.

Preservo en mi memoria los recuerdos de cada uno de los momentos que la vida nos permitió vivir, llevo en mi piel marcado el amor que me enseñaste a sentir y la huella que creaste en mí con tu existencia y reforzaste con tu partida.

Me enseñaste infinitas cosas en poco tiempo, me contagiaste de alegría eterna, me hiciste grande y con el alma entera elevo al cielo mi agradecimiento, con tanta fuerza que llegue hasta allí, la estrella en la que habitas para que sigas brillando con amor por nosotros que, a pesar del tiempo, no hemos dejado de pensarte y necesitar aunque sea por un instante el contagio de tu risa…

¡Te amo!

23.4.12

-suspiro- :(

Y yo aquí, enamorándome sola, enloqueciendo para meterme donde no es... cómo fuera para que fuera -suspiro-
No ha pasado ni un solo día desde que nos conocimos en que no piense en vos, a veces llena de rabia, a veces llena de amor, la verdad –y para qué negarlo- es que me muero por vos.
Quisiera estar a tu lado, quisiera compartir mis días con vos, quisiera conocer hasta el último detalle de tu loca vida y por qué no, de tu cuerpo. 
Sos mi mayor frustración, desde hace mucho tiempo lo entendí y bueno, no es fácil cargar con frustraciones, mucho menos una que sin mucho aviso se apoderó de mi inconsciente y hasta en mis sueños te hace aparecer –aunque el desenlace de los sueños suele ser más fructífero que nuestra realidad-.
No te olvido porque como dicen la bebe y chambao “no hay quien se olvide de ti” y me lo dijiste, que no te olvidara, pero ¿para qué querías que te recordara? ¿Para estar toda la vida lanzando gritos en silencio al destino que nos tiene donde y como estamos? o ¿para estar toda la vida esperando el momento de gritar que nos juntamos y que ni Zeus ni Poseidón nos separan?
Amor puro, desde el día uno hasta el último suspiro, la verdad suspiro tanto que parece que me los fuera a gastar, pero no es así, son eternos, así como lo que por dentro me recorre que lleva tu nombre y nació de tu intención.  Eternos, como el Sol, como el mar jugando con el cielo, como la Luna conquistándonos, como tus ojos coleccionando estrellas, como mis manos derramando palabras para vos… 

22.4.12

Una bobada

Casate conmigo, si, así, volémonos, bien lejos donde nadie sepa quienes somos, mucho menos quienes hemos sido, sólo vos y yo, desbordando alegría y regando amor por cada lugar que tocamos, porque es lo que somos, alegría y amor puro, sólo nos falta saltar, de la mano y con los ojos cerrados.  Yo con vos me iría hasta el hueco mas inmundo del mundo, o al mismísimo paraíso, a cualquier lugar, en cualquier momento, siempre y cuando jamás nos separen.
Sonrío, tiemblo, me asusto, pero me llena de emoción de sólo pensar que eso podría pasar, volarme con vos a vivir millones de sonrisas, a soñarnos eternamente, a despertarme enredada en tu cuerpo y acostarnos en un gran abrazo todas las noches, a perdernos en nuestra mirada y enredarnos en nuestras bocas en cada instante que te tenga a mi lado... Todo podría pasar, obviamente tendríamos que luchar cuando se dilataran los colores y tendríamos que aprender a lidiar con nuestras falencias, pero me encantaría vivir todo con vos, para siempre.

20.4.12

Protesto

Estimado desconocido señor, 

Que usted sea un retrógrada, psicorígido, amargado con un cargo de mayor rango que el mío, definitivamente no le da derecho alguno a pretender que las demás personas de esta organización le sigan sus caprichos, mucho menos cuando éstos van en contra del libre desarrollo de la personalidad, derecho bien expresado en nuestra Carta Política.  Por lo tanto, con todo el respeto le digo, VÁYASE A TOMAR POR CULO.

Gracias.

212

Crece el amor de mi vida, mi hermana se casa con su novio, me salen canas, mis papás se hacen más viejos, Hernán cada día se acaba más, los familiares se alejan...
¿Estás viendo todo esto que ocurre desde el cielo o es sólo mi imaginación y mi arraigada idea de que no nos abandonaste, sino que por el contrario pasaste a otro plano donde tu existencia adquirió mayor poder para ayudar a quienes verdaderamente te amamos y te extrañamos por tu grandeza y no por tu poder económico?
Yo aquí no paro de extrañarte, a veces te imagino en la casa, sentada en tu silla, viendo televisión española, o te pienso en la finca, hay que ver lo duro que es ir a la finca, falta tu mano, tu presencia por todos lados, hasta los perros te siguen esperando y se ve en sus caras la desilusión cuando soy yo quien se baja del carro y no vos.
Todo va cambiando pero igual que el primer día de tu partida te seguimos extrañando.

¿Me quieres apoyar?