Mi desgracia es mía, de nadie más,
Sólo yo siento la ansiedad,
El cuerpo tiembla y la mente divaga,
Las manos ya no encuentran su lugar,
Es difícil explicarte,
Por qué dejarte es desesperante,
Recorrés mi cuerpo junto con mi sangre,
Sos el color que quiero en mi aire...
Dejarte no será fácil, se que pasarán muchos días, tal vez meses, hasta que todas las costumbres que tenía con vos desaparezcan. Aún me faltan muchas explosiones de ansiedad, lo sé porque lo he vivido antes, pero cuando sienta deseos de tenerte otra vez, voy a mirar hacia atrás y recordaré el estado en el que estoy en este momento, eso tiene que servirme para decidir que lo que estoy sintiendo ahora no lo voy a volver a vivir porque definitivamente esto tiene que parar. Ya no más, ¡necesito que te vayás de mi vida!
