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18.1.24

No sabemos contemplar

No nos lo enseñaron, tampoco lo descubrimos. Confundimos hacer nada con estar aburridos, entonces hacemos cualquier cosa por el tiempo que sea necesario, para luego detenernos y pronto nos embarcamos en una nueva actividad, porque quedarnos quietos, haciendo nada, tan solo mirando, contemplando, se asocia con perder el tiempo, y dios nos libre de semejante pecado (que se les quedó por fuera de los diez mandamientos a los católicos) o tal vez en la época de Moisés no se consideraba pecado, o tal vez ese estaba en la tabla de piedra que Moisés quebró por cascarrabias.

Ni contemplamos para afuera, ni contemplamos para adentro.

Nos aproximamos cuando vamos en un tren -o cualquier otro- y no tenemos con qué entretenernos, es como una contemplación obligada, que más adecuado sería llamarla: mirada perdida con cavilaciones aleatorias cerebrales (igual a aburrición).

Acostarse en una hamaca a mirar el cielo, sentarse a observar un bosque, mirar un paisaje, en silencio, sin escuchar música, sin teléfono -o sus similares-, sin distractores, es un acto al que nunca nos acostumbramos y nos parece una locura, un desparche, una vagancia, una pendejada.

No tenemos que hacer nada, podemos sentarnos en un parque, mirar por la ventana, acostarnos mirando al techo, durante el tiempo que podamos y aguantemos. Si, el que aguantemos suele ser menor que el tiempo que podemos.

Los viejitos saben ser más contempladores, ¿será porque a medida que envejecemos nos damos cuenta de que todo importa un pepino (perdón, pepino), un carajo, y que aprendemos más viendo el mundo pasar, dejando que el cerebro haga emerger ideas y pensamientos mientras nuestros ojos solo observan lo que tienen al frente? ¿o será porque no tienen cómo entretenerse?

¿O será porque tienen mucho tiempo libre que les queda tras hacer filas en las EPS y vueltas en los bancos, y les da hasta para contemplar?

En los colegios o en las casas deberían enseñar a contemplar, pero ¿quién sabe hacerlo?

Tal vez por nuestra incapacidad de hacerlo es que nos meten tanto contenido estúpido, vacío (¿si vio el oxímoron?) por todos lados. Si aprendiéramos a quedarnos quietos, no tendríamos esa necesidad de mover los dedos hacia abajo en una pantalla y consumir poco conocimiento pero grandes cantidades de necesidad de seguir moviendo los dedos hacia abajo, porque a veces ni estamos mentalmente conectados a lo que vemos y nuestros dedos siguen atrayendo contenidos.

Mover los dedos arrastrando videos e imágenes en una pantalla es una droga, la heroína del mundo digital, sintética, no entra por las venas ni la nariz, entra por los oídos y los ojos. EHeroína. Heroín@.

Nos enganchamos y ni nos aprovechamos de esos algoritmos que bien podrían enviar.

—¿Vamos a contemplar juntos?

No creo que sea una frase muy pronunciada o escrita entre personas.

Si usted es capaz de mirar a su novia, desnuda, bañándose al aire libre, lo felicito.

Si usted es capaz de mirar las olas del mar (o el oleaje) sin tener en su mano un distractor por más de diez minutos, lo felicito.

Y recibirá mayor admiración a mayor tiempo contemplando.

Es que es muy berraco, y no he siquiera tocado el tema del interior. Esa mirada sí que es dura.  Aplausos para todo el que lo hace.

¿Cuántas horas no habrán pasado contemplando los grandes pensadores de la antigüedad? ¿Cómo se configurarían sus vidas y sus mentes para que pudieran hacerlo durante tanto tiempo? Porque Sócrates no salió con tanta cosa en “media horita”.

Por ahora me despido, voy a ver una enorme nube que parece Godzilla, a ver si aprendo ese jodido arte de contemplar. Eso sí, primero la foto para la posteridad ;)

19.12.23

¡Qué difícil es vivir del arte!

  Es desanimadora la abrumadora red de editoriales que abundan en el mundo, cuyo negocio es "ayudar" al autor a publicar sus textos a cambio de módicas sumas.

Todo es dinero.

Lo que muestran en las películas y se ha grabado en el imaginario (al menos en el mío), de que un autor recibe dinero para que escriba un libro, es una utopía si me lo preguntan, y si no lo hacen, igual lo digo: es utópico.

No sé qué clase de mago hay que ser para que suceda, porque al parecer en todas el que paga es uno, y vaya a ver si recibe luego algún dinero.

Se paga en las editoriales independientes. Las corporativas, las grandes, las famosas son las que le pagan al autor, pero tiene uno que crear en un nivel altísimo de calidad (y no sé qué más) y si tiene suerte, se alinean los planetas y caen polvos mágicos sobre el que recibe el manuscrito, tal vez sus letras pasen al comité editorial y de ahí en adelante, que los dioses las bendigan para que lleguen a las librerías.

¡Qué difícil es vivir del arte!

Seguir en la lucha.

Buscar editoriales. Averiguar cómo lograr ser publicado, o como mínimo, ¿cuánto vale ser publicado?

Más allá de la publicación, uno requiere distribuir y vender sus libros, de lo contrario, ¿para qué publicó? Algunas editoriales independientes hacen el favor de distribuir, pero hay que tener mucho cuidado, porque algunas prometen el cielo y entregan el infierno.

Entonces no es solo publicar, es publicar y vender.

Ay bendito, qué abrumador.

¡Qué difícil es vivir del arte!


Fuente: Shutterstock_1714803409-1024x1010.jpg (1024×1010) (lamenteesmaravillosa.com)


9.3.23

La Medellín que amé ya no existe

"El lugar donde nací y con mis amigos crecí..."

Quiero a Medellin Primer Video Promocional - YouTube 

Creo que todos cantábamos esa canción y nos sentíamos orgullosos de pertenecer a esa ciudad pequeña, aunque grande, cuyo logo era un corazón con tallo y hojas que nos hacía sonreír mientras nos palpitaba el corazón al conectarnos con esa imagen.

Hubo una época en la que fui muy feliz, aunque no me daba cuenta.

Vivía en un barrio, Belén Granada para ser exacta, en una de esas familias que todo el mundo conocía (para mi bien y mi mal) porque fue de las primeras en aparecer por ahí.

Montaba en triciclo por la acera, rojo con un alambre despegado en la parte trasera del parrillero que me enterraba cada vez que me tocaba ser la de malas que se arriesgaba a las habilidades y locuras que se le ocurrieran al que fuera manejando, casi siempre mis hermanos.

Aprendí a montar en bicicleta dando tumbos, intentando pedalear y por supuesto cayéndome en la mitad de la calle o contra las ventanas (o sus rejas) de las casas vecinas. La bicicleta era verde y blanca, pequeñita porque todavía no alcanzaba a subirme a la monareta café de mi hermana, a no ser que fuera de parrillera y el riesgo era peor que en el del triciclo.

https://www.freepik.es/vector-premium/ilustracion-edificio-coltejer-medellin_27752912.htm

Jugábamos con pelotas en plena calle, "picados", "canchita" y cualquier otro juego que involucrara una pelota o un balón, una cancha armada entre aceras, unas porterías marcadas con piedras que a menudo provocaban discusiones si el balón tocaba las piedras o no. Nada de VAR, nada de repeticiones. A duras penas teníamos árbitro, y eso si estábamos de buenas y algún adulto se regalaba. Si de pronto pasaba un carro, todos gritábamos y nos movíamos a las aceras mientras pasaba. Recuerdo a mi papá informándole a los dueños de uno que otro carro o moto (que eran más escasas aún) que, si parqueaban en ciertos puntos, los niños les podríamos dañar sus vehículos jugando. Era hermoso.

"Escondidijo", "policías y ladrones", las variaciones de "chucha", "cero contra puncero", el de la guerra cuyo nombre no recuerdo y un montón de juegos nos mantenían ocupados hasta altas horas de la noche en la cuadra, hasta que aparecía la mamá con un volumen de voz que rayaba con el grito para entrarnos a casa, seguido de una súplica por otro momentico o por "cinco minuticos más" para seguir llenando nuestra ropa y cuerpos de mugre.

Tampoco nos importaba cuidarnos o preservar la salud, y jugando "escondidijo" nos reventábamos las manos y brazos contra el muro en el que tocaba liberarse, o no importaban los raspones ni torceduras que nos ganábamos jugando fútbol, beisbol (si, hasta béisbol jugamos y pobres ventanas y puertas de los vecinos cuando le dábamos a la bola y conectábamos un home run o salía el bate volando por el aire mientras corríamos a la siguiente base), patinando en el asfalto, saltando a la cuerda y todo eso tan divertido que compuso nuestro día a día de una niñez sana, sin grandes dramas, sin violencia y en un clima perfecto.

Todos los días pasaba el carrito de "Conos La Campiña", yo corría a comprar uno de dos bolitas y dos galletas, hasta que el señor dejó de pasar con helado de chocolate que porque se derretía más rápido que los otros y me dejó de llamar la atención.

A veces escuchaba el pito del "Copito de nieve" y no había nada mejor, con adición de lecherita, que en ese tiempo no se llamaba así sino "señor, me le pone bastante lecherita por favor". Qué emoción ver el tronco de hielo desbaratarse mientras el señor lo hacía girar entre las cuchillas. Yo pedía los tres sabores, así no fueran muy claros y más anilina que sabor.

Doña Mercedes era la vecina del lado derecho, la pobre tenía una puerta metálica muy grande que parecía tener un imán para las pelotas, y los golpes retumbaban tan duro que en un abrir y cerrar de ojos aparecía la doña (tan grande como la puerta) a echarnos cantaleta.

- Me dijeron que te vieron bajar por la 30 en bicicleta con los otros como unos locos, cuidado mija que me la coge un carro - me decía mi papá, pero es que andar "a toda" en la bicicleta era lo mejor, y éramos tantos que en todas las bicicletas teníamos tacos para llevar a los que no tenían ese vehículo tan maravilloso, del cual me caí más veces de las que podrían contarse.

Una noche mis amigos aprovecharon para usar de rampa un montículo de gravilla que un vecino había dejado en la calle, y yo muy osada me atreví a hacerlo porque lo veía muy fácil y todos lo hacían muy bien, pero de entrada mi rueda de adelante se hundió en las piedras y yo salí volando por encima de la bici (que ya era una muy fina que me habían regalado de cumpleaños y que estaba tan "engallada" como se podía) y fui a parar al suelo llena de raspones en las manos y aporreada, pero no lloré aunque todos los niños corrieron a auxiliarme, porque yo era la única niña y no quería ser la llorona de "la barra". Eso sí, hasta ahí me llegaron las maromas (o intentos), porque qué dolor tan berraco sentí.

Los vecinos también nos delataban cuando jugábamos "rin rin corre corre" y de regaño en regaño fuimos aprendiendo en cuáles casas era mejor no tocar.

No había agresiones, violencia, robos ni nada por el estilo y por eso el día de los disfraces podíamos salir en barra a pedir dulces cantando la canción en la que sí le quebrábamos los vidrios y salíamos a mil si no nos daban dulces, no esas pendejadas que se inventaron después. Por supuesto, nunca hicimos daño alguno pues todos salían a la puerta a darnos confites y chocolatinas con mucho cariño.

Cuando empezaron a decir en las noticias que los adultos debían salir con nosotros porque había robos de niños y no sé qué más, mataron el espíritu de "Halloween" y ahora a los muchachitos los embuten en centros comerciales con bullas y dulces controlados.

No había nada mejor que llegar a la casa y desocupar la bolsa o calabaza contenedora de nuestros recién adquiridos tesoros, mirar qué nos habían dado los alegres vecinos y decidir por cuál de los dulces empezar.

- No se los vaya a comer todos ya, que después le da dolor de estómago y caries -advertían mis adultos responsables. Qué horror, ni que el día de los disfraces pasara varias veces al año, ni que no tuviéramos cepillos de dientes, qué exagerados se ponían.

El día de las velitas era el mejor del año. Todas las casas sacaban tablas, sillas y grandes cantidades de velas para prenderlas en la calle. Soplaba el viento y todos nos reíamos al ver el montón de velas que se nos habían apagado. Prendíamos "chispitas mariposas, las luces apropiadas para niños" y no nos importaban los quemones en las manos, los pelos quemados en los brazos con su olor delator a marrano, ni las gotas de esperma en la ropa o los zapatos, y eso no era lo mejor, lo mejor era que no era un solo día de velitas, ¡eran dos! Qué genialidad.

Prender velas, jugar con fuego, hacer bolas de esperma y "la candelada del diablo", aunque a mí esa no me llamaba mucho la atención porque preservar mis pestañas siempre me pareció importante. Ahora no sé en donde prenden velas los vecinos porque en las aceras se ven muy pocos, qué descache. Otro punto para la Medellín que amé.



Y es que en nuestras casas han cambiado los hogares por negocios (aunque vaya en contra del POT) y tantos se han ido a edificios y unidades cerradas (en las que se sienten más seguros) que los barrios (o al menos el mío y mi cuadra especialmente) es irreconocible.

Ese mundo en el que el 24 de diciembre cerca a la media noche nos sacaban a todos de la casa y con las ventanas cerradas nos hacían esperar a que llegara el niño Dios con los regalos, para luego gritar que había llegado y dejarnos entrar en estampida hacia el árbol de navidad para destaparlos, ya casi no existe, porque al parecer, estar en la calle a altas horas de la noche es peligroso, porque afuera ya no es bueno estar, porque hay más vehículos que sonrisas, porque como dice Héctor Lavoe, "la calle es una selva de cemento y de fieras salvajes, ya no hay quien salga loco de contento, donde quiera te espera lo peor".

Mi cuadra se llenó de negocios, carros y motos parqueados en ambos lados de la calle, gente desconocida, pitos y caos, tanto que parece increíble todo lo que viví por tantos años llena de felicidad, aunque no lo supiera. 

Esa ciudad que se infló de orgullo por tener el primer metro de Colombia, por ser la ciudad del primer equipo de fútbol en ganar la Libertadores, la de la industria textil simbolizada por ese enorme rascacielos en forma de aguja, la que se llenaba de marranadas, fiestas y velitas en las calles se murió ahogada en concreto y asfalto, en gente sin ganas de vivir porque a qué horas pueden si no pueden dejar de trabajar.

En Medellín se cambió la calidad de vida por la cantidad de vida y ahora no hay quien viva contento, libre, seguro, orgulloso ni con berraquera, aunque sí berracos, porque en las caras de la gente los ceños van fruncidos, las groserías e insultos pululan, la intolerancia gobierna junto a un montón de pendejos que nunca han buscado su bienestar sino el propio y entre todos nos vamos matando, defendiendo ideologías sin trasfondo, sin sentido, ahogados por el smog, desesperados por el calor y el ruido y asfixiados por las noticias de unos medios de comunicación que no hacen más que contaminarnos y atragantarnos con violencia, con las noticias disfrazadas de imparcialidad y entretenimientos estúpidos que sirven para que el gentío que ahora alberga esta nueva Medellín se mantenga distraído y no piensen, solo traguen mientras es hora de dormir, porque si no dormimos nos matamos, porque durmiendo es la única forma de olvidar que vivimos en una Medellín caótica, invivible e insoportable, porque nadie puede pararse frente a mí y refutarme que la Medellín que yo amaba, en la que vivir era un privilegio delicioso, no existe.

3.2.21

Luchando con letras

La lucha por los derechos de todos los seres humanos, por el respeto a la vida, por el derecho al matrimonio, al voto, a formar una familia, a caminar de la mano de quien se ama sin miedo por las calles, a vestirse como se quiera, a poder entrar a bares y restaurantes sin que te miren como un bicho raro que no pertenece, sin que te juzguen por tu forma de vestir, de hablar, de amar, de ser, por tu color de piel o porque llevas de tu mano a alguien de tu mismo sexo o porque te vistes o actúas como si tu sexo fuera otro diferente.

Esa lucha la vivimos día a día, no sólo en marchas no sólo en protestas ni en días especiales.

Es una lucha contra la discriminación.

Yo he decidido alzar mi voz por medio de mis letras y así lucho cada día.

Cada vez que una persona me lee, estoy avanzando. Cada vez que una persona navega entre las páginas de mis escritos, avanzamos todos en el campo de batalla. Cada vez que una persona cambia por lo menos una idea en su forma de pensar frente a los temas que he tratado en el mensaje que leyó, es una pequeña victoria, porque todos sabemos que el mundo necesita cambiar radicalmente en muchos aspectos, pero no va a pasar al mismo tiempo en todo el planeta.

Ese cambio no se hará de la noche a la mañana ni en toda la humanidad al mismo tiempo.

Ese cambio se hará persona por persona.

De pequeñas victorias en pequeñas victorias, iremos ganando en esta lucha que no puede ser detenida ni olvidada mientras en el mundo haya actos violentos contra otro ser humano porque no era del color de piel o de la inclinación sexual o de la religión o del género que el violento quería.

Cada uno de nosotros debería escoger cómo va a enfrentarse en esta lucha. Si es con armas, con música, con pinceles, con micrófonos o con plumas.  La lucha puede ser personal o por la sociedad, lo valioso es tener el coraje de mirar el problema de frente y embestirlo.

11.1.21

Nada está bien

Nada está bien. Bueno, algunas cosas están bien, muchas cosas lo están, pero nada está bien. El 2020 se terminó y sigue siendo la misma mierda. La pandemia no se ha ido, como mínimo se ha empeorado, porque ahora la gente tiene esperanza en una vacuna que no remedia el problema y se han relajado aún más.

Andrés sigue muerto, la tía sorpresa sigue muerta, cocoliso sigue muerto. Ninguno volverá y yo no me acostumbro.

Ayer pensé verlo en un muchacho afuera de mi casa en el parque, se me rompió el corazón, nunca más lo volveré a ver. Me sabe a mierda la vida así, la vida sin él, la vida sin ellos. Pienso en tantas cosas que debí haber hecho mejor, en tantas cosas que pude haber hecho diferente, tal vez así él seguiría aquí, o tal vez no, ya no hay forma de saberlo. No existen las máquinas para devolver el tiempo y si existiera, no sé a cuál momento viajar para evitar esa puta tragedia que acabó con una parte de todos nosotros.

Cambiaría mi reino por su vida, que nunca se hubiera ido, porque ay, cómo me duele. Nada me había dolido tanto como perderlo, aunque lo siento, lo huelo, lo percibo, lo recuerdo, lo pienso tanto que me ahogo en lágrimas por no poder escucharlo, mirarlo, abrazarlo. 

Algo dentro de mí se murió esa madrugada, y parece que poco a poco se fuera llevando un poco más. Nada está bien. 

Ni 2020, ni 2021. ¿Feliz año? ¿De qué mierda estás hablando? 

El 2021 es lo mismo que el 2020 con un 1 de más. A la pandemia, la quiebra, la muerte y los demonios mentales no les afecta que la Tierra haya pasado otra vez por un punto en su órbita alrededor del Sol. El año nuevo no cambia nada, manada de pendejos.

12.4.20

Terminando amistades

Las relaciones de pareja no son las únicas que se terminan.

Siempre he pensado que las relaciones son como el neumático de una llanta. Se pincha, lo parchas. Se pincha de nuevo, lo vuelves a parchar. Puedes seguir haciéndolo,  hasta que el neumático sea más parches que neumático mismo, y ahí, ¡pum! Explota y no tienes forma de repararlo más. Es hora de descartarlo. Déjalo ir.

Las relaciones se dañan completamente después de muchos arreglos (o parches en un neumático).

Intentas solucionar el nuevo daño, lo arreglas. Vuelve y se daña (por el mismo motivo o por otro) y lo parchas de nuevo. Pero inevitablemente llega un punto en que pasas más tiempo arreglando la relación que disfrutándola y ¡pum! Estalla, punto de no retorno. Es hora de cortar el lazo. Déjalo ir. 

Las relaciones de pareja no son las únicas que se terminan.

Las relaciones de amistad pueden ser más resistentes a los arreglos, pero no son infalibles. 

Con los amigos te acercas, creas un lazo, compartes pensamientos, filosofías, energías, etc. Con los amigos una diferencia puede ser fácil de equilibrar, es más sencillo dejar pasar las molestias (si no eres un megadramático) y seguir adelante. 

Luego puede ser que te alejas, porque no lograron limar la aspereza, o porque la vida es así. Si te das cuenta a tiempo y vale la pena, acortas la lejanía y fortaleces el lazo. Si no haces esfuerzo por volver a acercarte, pues ya sabes, no era valiosa para ti.

Te acercas, todo es lindo de nuevo, fluyen y disfrutan juntos, comparten historias y todas esas cosas que los hicieron compatibles anteriormente.

Pero si te alejas por diferencias irreconciliables, por discusiones o por daños que te han ocasionado, seguramente entenderás que en ese momento el neumático estalló, porque sin importar la cantidad de veces que hayas intentado arreglar la relación, esta ya no es la misma, ya no sientes la energía, las ganas de conversar, de disfrutar. Eso que te unía se ha vuelto imperceptible. 

Terminar relaciones de pareja es relativamente sencillo, de acuerdo a la vida que hayas llevado, tendrás más experiencia y se te hará menos complicado hacerlo cuando llega el momento.  Pero no sabemos dar por terminada una relación de amistad.

¿Por qué no sabemos terminar una relación de amistad?

Creo que nos han enseñado que los amigos han de estar en las buenas y en las malas, que así crezcan pueden seguir compartiendo de una u otra forma, que los amigos son tesoros y han de cuidarse y aguantarse. Pero la realidad no puede ser más diferente.

Hay puntos de no retorno en amistades. Todos lo hemos vivido, seguramente no eres tan cercano a todos los amigos que has tenido a lo largo de tu vida. 

Te puedes convertir en ese alguien que no encuentra en común nada más que los recuerdos y el cariño por una amistad, pero que más allá de eso, con esa persona no vas a crecer, no vas a aprender, vas a estar atascado porque probablemente, las diferencias irreconciliables volverán, y de nuevo habrá que poner un parche al neumático, pero llegas a ese punto en que ha estallado. 

Y siempre es más sencillo alejarse que terminar.

Pero sea dicho o no, hay relaciones de amistad que deben terminar. Tal vez hasta por el bienestar de ambos.

El cariño puede quedar, pero para que la vida continúe, es necesario mantener la bicicleta funcionando, y con neumáticos reventados no puedes avanzar.

24.2.20

En este país el sistema de salud no te cura, te mata.

El sistema de salud en este país debería ser considerado una de las causas de mayor mortalidad, sino es la más. Qué frustración, qué indignación.

Nada está bien cuando deciden tratar al cuerpo (mente incluida) como si fuera un video que puede ponerse en pausa para que no avance. No es así, honorables caballeros encargados de la maquinaria fallosa y asesina, a las enfermedades no se les puede poner en pausa.

En este país el sistema de salud no te cura, te mata.  

Lo escribe una persona que ha sido beneficiada durante la mayor parte de su vida por un servicio de salud diferente al que usa la mayoría de personas. Desde hace un par de años me vi obligada a pagar ambos servicios y bueno, ya que los pago, más bien los uso, ¿no? 

No debería ser tan complicado pedir una cita, ser atendido por un especialista, recibir atención digna en urgencias. Lo único que no me parece una estrambótica demostración de corrupción e inutilidad es el reclamo de las medicinas.  Las medicinas para nosotros los deschavetados del coco son costosas, sale más barato matarse y pagar el sepelio completo que pagar un par de meses de estas medicinas, entonces por ese lado, bien por las hijas-de-las-tres-mil-p**** EPS (Entidad Prohibitoria de Salud, si me preguntan) que mes a mes nos ayudan a algunos con medicinas.

Pero vaya pues consiga una cita con un médico, cualquiera, general o especialista. No es posible contar con eso en el corto plazo, es decir, si sufres de alguna enfermedad repentina grave, date por muerto si no es lo suficientemente escandalosa y sangrienta como para que en las urgencias se apuren a atenderte. 

Hace unas semanas mi papá sufrió pérdida de la visión en uno de sus ojos y ¡ay, circo de pendejos el que lo atendió! Esta es la historia:

Un sábado cualquiera se despertó y no sólo no podía ver por el ojo izquierdo sino que sentía fuerte dolor de cabeza. Llamó a su sobrino, médico, quien le dijo que debía ir a una clínica especialista en neurología lo más pronto posible. A regañadientes, el macho alfa lomo plateado de la familia, fue. Allí lo examinaron y le recomendaron ir a un oftalmólogo, porque no consideraban que su problema era neurológico. Fin de la ayuda el sábado.

Lunes en la mañana. Va mi papá a la institución en donde deben atenderlo por orden de su EPS, luego de esperar un buen rato lo atiende un médico general, quien lo debe remitir al oftalmólogo, pero no hay cita con dicho especialista hasta dentro de dos semanas, por lo que el médico muy amablemente, llama al especialista y le pide que atienda a mi papá lo más pronto posible. Consiguen una cita para esa misma tarde, a la 1. El oftalmólogo lo revisa, le hace un examen y le dice que debe ir a un neurólogo, pues no tiene ningún problema en los ojos. De todas formas le pide hacerse un examen para descartar alguna otra cosa. La cita para ese examen se la dan para dentro de un mes. (Qué velocidad).

Bueno, ¿entonces dónde está el problema? A estas alturas, empezamos a desesperarnos porque no es como que estemos frente a un pinche resfriado, ni nada así de pendejo. Mi papá anda por el mundo como un tuerto, el oftalmólogo le recomendó no salir a la calle solo, no sabemos qué es lo que tiene y en la puta EPS no tienen afán alguno por ayudarlo.

Hablamos por teléfono mi hermana y yo, decidimos que, aunque una cita con mi neurólogo es bastante costosa, la vamos a pagar entre las dos, porque este asunto no se va a resolver con el sistema de salud de mierda que tiene este país.
Pido una cita urgente con dicho doctor, la próxima es en 2 semanas. Ah, nada que hacer más que esperar y prender velas o algo así para que no le pase nada a mi papá.

Por fin llega el día de la cita, jueves. Llevo a mi papá y afortunadamente el neurólogo me tiene afecto, porque al revisar a mi papá dice que es necesario hacerle varios exámenes urgentemente pues puede ser grave, y él personalmente se encarga de contactar al doctor putas-de-aguadas en el examen más urgente, y en horas de la tarde nos confirma que ha logrado que nos haga un espacio al día siguiente en hora de almuerzo. Ese mismo día lo llevo a hacerse unos exámenes de sangre, por supuesto los pagamos mi hermana y yo, no la EPS. Sin embargo, uno de los exámenes que pide el neurólogo es necesario hacerlo mediante esa entidad, porque el costo es exagerado. Muy diligente pido en la EPS que por favor nos ayuden a hacerlo lo más rápido posible, a lo que me responden que en dos días hábiles me darán respuesta.

Al día siguiente, esperamos un buen rato a que el doctor putas-de-aguadas en el examen nos atienda, afortunadamente al hacerlo, el resultado es positivo (no para el bolsillo mío, pero sí para mi papá), por ahora dependemos entonces del examen que pedí a la EPS.

El lunes siguiente recibo un correo de la EPS en el cual me indican que a principios de marzo me darán respuesta sobre el examen, que me contactarán para indicarme si lo harán y cuándo. Hágame el HP favor, ¡para eso falta más de un mes!
Super de buenas que somos, el neurólogo había prometido ayudarnos porque conoce las falencias del sistema y cuando me llama a preguntarme por mi papá, le cuento que falta todo ese tiempo para el examen y le receta unos medicamentos para ayudarlo mientras tanto.
Como era de esperarse, cuando un médico como él receta algo, es porque ese algo sirve, y mi papá se mejoró muchísimo desde que los tomó.

Estamos todavía esperando a la respuesta de la EPS, en lo que a ellos respecta, a ellos la salud de mi papá les importa un carajo.

Para no hacer más largo el post, no les voy a contar la odisea en la que estoy actualmente intentando conseguir una cita con mi psiquiatra, a pesar de pagar más de medio millón mensual en salud.

Son unos hijos de puta, mejor paro porque me voy a alterar y se me están acabando las medicinas, que ahora no me están dando porque se ya debo volver a cita con un psiquiatra para renovar la orden.

6.10.19

1 año sin Hernán

Lo que más me gusta de este día es que no tengo que pretender, sino que puedo estar vuelta mierda y nadie me dice nada. Excepto mi familia, ellos no ven bien que llore, así sienta minuto a minuto que se repite la mierda que viví el año pasado y eso me destroce por dentro. No lo ven bien, por eso no los visito, porque odio que me digan que no debo llorar. Llorar o no es mi problema. Mis sentimientos y pensamientos son mi asunto y su opinión no me ayuda para nada a lidiarlos de manera sana. No es sano inundarse en lágrimas, no es sano atrapar la tristeza y todos los sentimientos que me abruman, día a día o año a año. Suficiente tengo con mi propio desbalance químico para seguir viviendo atragantada con tristeza.
En conclusión, todo el que no entienda que voy a llorar hasta que no tenga más lágrimas, que me voy a sentir mal hasta que empiece a sentirme bien, puede irse tranquilamente a tomar por culo.   

10.9.19

Manillas limpia mares

¿Han visto las manillas y pulseras con temas marinos que llevan algunos años acosándonos en redes sociales?

La mayoría son muy bonitas y dicen ayudar a buenas causas.

Unas de mis favoritas son las de 4ocean.com quienes a cambio de tu compra de una pulsera aseguran que retiran 1 libra de plástico del océano.

1 libra = 453 gramos

En un principio me gustó la idea y hasta pensé en comprarla para ayudar a eliminar mi librita del océano. Sin embargo, me puse a pensar y como es costumbre, un exagerado sentido crítico me llevó a lo siguiente:

Yo como habitante de zona costera, que está llena de plásticos en las playas, caminos y hasta en el océano encuentro a menudo, cada vez que tengo la oportunidad voy recogiendo y llevándolo a un basurero. Ahora incluso conseguí una bolsa para recoger basuras mientras careteo o buceo, porque no podía sacar todo lo que veía.

Todo esto me ha llevado a concluir que si vos tirás basura en medio de la naturaleza, sos un hijo de puta cochino que no le enseñaron nada en la vida. Si te comés un helado, llevate con vos el plástico envoltorio, el palito, la servilleta hasta la basura. Lo mismo si te tomás algo en botella plástica o que tenga pitillo. Llévese todo eso lo más lejos que pueda de la playa y ni se le ocurra dejarlo tirado en el suelo en el medio de un camino, que eso no saca patitas para caminar hasta el basurero más próximo, donde siempre debió estar.

A vos no creo que te provoque comprar una de esas pulseras porque básicamente sos un pendejo a quien la salud de nuestro planeta le importa un carajo. Ojalá entraras en razón y pudieras comprar manillas -por montones- para que otros recojan el desastre que vos y los de tu tipo siguen causando.

Si vos no tirás al suelo y sos de los que bota en el basurero como debe ser, ¿te parece muy maluco ir andando con una bolsita en la que podás ir echando algunas cosas que en tus recorridos te encontrés? No te juzgo si no te apetece recoger la basura de otros. Para vos recomiendo encarecidamente comprar una de esas pulseritas, que te puede ayudar a dar un paso extra cuando las manos no te querés ensuciar.

Para nosotros los que nos ensuciamos las manos por culpa de los pendejos que tiran basura a su paso, sigamos haciéndolo, si alguien quiere una manilla pues magnífico, más limpieza para el océano, lo más necesario es que no nos hagamos los locos y sigamos limpiándole a las playas, océanos y naturaleza en general, la basura con la que no debería lidiar por culpa de nuestra estúpida especie.

Eso sí, te felicito si comprás una manilla de las que hablo, pero cuidala mucho, que no se te vaya a caer en el suelo ni en el mar, porque no te hacés parte de la solución, sino del problema. 

FIN DE LA CANTALETA

28.5.18

Desintoxicación de redes sociales

Mayo 27, colapso mental y emocional por el resultado de las elecciones presidenciales en mi país.
consecuencia: 9 pm, decido cerrar redes sociales.

mayo 28: 7:40 am abro los ojos, me desperezo, sobo a mi perra. Cojo el celular, ya no tiene redes sociales, abro y me concentro en forex, estoy ganando dinero. Punto en contra de las redes sociales. Punto a favor de forex.

En la tarde cojo el celular varias veces, si tuviera redes las miraría, pero como no tengo encuentro algo diferente para hacer. Seguro todavía se están tirando pullas los miembros de las nuevas barras bravas, que nada tienen que ver con fútbol. Gas.

En la noche pienso en mis amigos, seguro cuando se den cuenta me preguntarán por qué las cerré o no, me tildarán de loca -cómo siempre-, no me importa la verdad.

Conclusión: Estoy acostumbrada a ver las redes, pero no tengo intención de volver en este momento.

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noviembre 8: pasaron cuatro meses sin redes, sentí alivio, libertad, muchísimos pesos menos en mi cabeza. Al principio me costó acostumbrarme a no revisarlas, pero poco a poco dejaron de ser parte de mi rutina. Entonces le cogí el sabor a cosas como pixelart, calibre, rompecabezas, juegos mentales, juegos de naipes y por supuesto, a escribir.
Durante ese período pasaron tantas cosas en mi vida que normalmente hubiera publicado, que me sentí en la obligación de lidiar con ellas de una manera más privada y en cierto sentido más propia y meritoria.

Cosa de locos, recomiendo a ojos cerrados la vida sin redes sociales.

Hoy sigo sin facebook, gracias a mi psiquiatra reabrí el instagram de "La chica jugando con letras" (@lachicajugandoconletras) y posteriormente decidí reabrir el personal, estudiando cada uno de los perfiles que solía seguir y eliminando la gran mayoría, de manera que mi experiencia al navegar en dicha red me proporcionara contenidos más interesantes, menos dramáticos, muchísimo menos sociales -valga la ironía- y así no contaminarme con todo lo que sentí me colmó el vaso y me llevó a la decisión de cerrarlas. Cambié la forma de ver instagram, reduje el tiempo que navegándolo invierto y muy poco publico.

Mi psiquiatra me enseñó -o me recordó, mejor dicho- que nosotros no somos seres aislados, que somos sociales y que hace parte de mi desarrollo como persona poder hacer parte de dichos espacios sin dejarme contaminar. Algo así como teniendo redes con algún sentido, no sólo tenerlas por tenerlas, por matar el tiempo o porque los demás las tienen.

Fue un respiro muy renovador y sin duda un ejercicio muy interesante.

6.12.17

¿Somos originales?

Siempre estamos imitando (o tratando de imitar) a los demás.
¿Es nuestra vida realmente nuestra o es una construcción de lo que vemos a otros hacer?

28.10.17

Honestly

I don’t think we are building our future. I think we are building our life, because future does not exist, only in our minds.

14.9.17

¿Cómo sobrevivir la Love Crisis en Septiembre? - Las Delicias de Maiky

Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky".

#LasDeliciasDeMaiky

Usted, como muchos de nosotros, este septiembre estará solo como un hongo, probablemente porque lleva como un hongo muchos meses, porque apenas lo acaban de echar o porque acaba de terminar con su pareja. Tranquilo, no se deprima, lo que necesita para sobrevivir este mes que viene es actitud “love crisis”, es decir, siga leyendo para que aprenda y haga lo que hacemos nosotros.

Celebrar septiembre como “El mes del amor y la amistad” es un invento pendejo, nuestro equivalente al “San Valentín” gringo –que también es una pendejada- y aunque muchos caen en las trampas y se largan a comprar regalos y a seguir la corriente, le tenemos una gran noticia: si está soltero no tiene que comprar flores, no tiene que pagar motel –hotel si su novia es pinchada-, no tiene que gastar en regalos, no tiene que invitar a su pareja a restaurantes caros, ni ninguna de esas cosas socialmente aceptadas que se convirtieron en una obligación cuando uno está emparejado, por lo que la plata que se gastaría en atenciones -sin mucho fondo-, le queda toda para usted, para que haga lo que debería hacer en estos “duros” tiempos de soltería: disfrutar.

Como dice la sabia canción, “oye, abre tus ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida”, y no es más. Honestamente, ¡estar soltero es una chimba! Y si ahora mismo no lo ve, dese unas semanas, ya llegará a pensar como nosotros. Bien pueda y:

- Salga a rumbear, emborráchese, baile y échele los perros a una desconocida o a un desconocido, hace mucho no lo hace como se debe –usted lo sabe-, entonces aproveche y “perree” como si se fuera a morir al día siguiente, porque más o menos eso es lo que necesita, farrear tan duro que hasta olvide quien es y al día siguiente quiera morir de resaca. O quien quita y cuando se despierte tenga al lado una chimbita a quien se comió en la noche, esa sería una gran conclusión y el comienzo del desquite.

- Viaje con amigos o solo, invéntese cualquier aventura y vívala. Lo peor que le puede pasar es que conozca gente chimba, un lugar bien brutal y se enfarre con desconocidos. Ya sabe que comer extranjera es una experiencia que tiene que vivir al menos una vez en su vida, y si no lo ha hecho, ¿qué está esperando?

- Tenga sexo con ese polvo fijo –o booty call- que tenía tan rico antes de su ex, llame a ese culito que le dolió tanto dejar a un lado, cáigale, retómelo y vuelva a las viejas andanzas que le hacían rico a ver si así deja de estarse preocupando por quién se está comiendo lo que ya no es suyo.

- Si no tiene polvo fijo o el que tenía lo mandó al carajo cuando volvió a buscarlo, consígase uno que la vida es muy cortica para andar por ahí de célibe y amargado. Salga de rumba en plan perreo conquistador, le echa el ojo a alguna delicia que ande por ahí en la fiesta, cáigale con toda y ¡pum! termine con ella en un motel tomando y sexiando, hasta que los echen porque se le acabaron las horas o hasta que se desmayen, el caso es que dele como si nunca antes se hubiera comido algo nuevo más rico que lo que tiene frente a usted.

- Si su ex tiene amigas ricas que en algún momento usted vio que le hicieron ojitos, esta es su oportunidad. Nadie es de nadie, cáigales y cómaselas a todas, ya no importa lo que diga su ex, usted tiene que seguir adelante y no hay razones para reprimir sus ganas. Es más, si su ex se da cuenta, mejor.

- Actualice su perfil de Tinder, Grinder –cada quien- o lo que sea. Apps pa’ conocer polvos es lo que hay hoy en día y si no está sexiando es porque no le ha dado la gana. Ponga buena cara, tómese unas buenas fotos y listo, empiece a seleccionar bomboncitos pa’ conseguir unos buenos revolcones. No se ponga de sismático, “el que no gurrea no culea” dicen por ahí y en tiempos de Love Crisis no hay que ser demasiado selectivo, uno no sabe debajo de qué cara se va a encontrar un polvazo.

- Especialmente si su ex odiaba a sus amigos salga con ellos, con esos sí que va a encontrar razones para seguir adelante, no se preocupe que ellos ponen el tema y al son de cantidades insanas de alcohol, rajen hasta que usted recuerde por qué ellos estuvieron en su vida antes que su ex, por qué ellos eran sus amigos desde antes y por qué la vida le va mejor ahora que no tiene ese lastre al lado.

- Vaya a los parches que su ex detestaba pero que a usted le gustaban, ¿no volvió al estadio?, ¿no volvió a jugar fútbol con sus amigos? Vuelva y disfrute, siempre hay polas, siempre hay risas, ya no se tiene que entrar temprano porque su ex lo tenía marcando horarios, vaya y si termina de fiesta celebrando el triunfo, ¡qué hptas! Mucho mejor.

- Vuelva al porno. Hay páginas nuevas, hay tendencias que usted no conocía, hay personajes deliciosos esperando que usted se masturbe viéndolos, ¿qué está esperando para actualizarse? Hay que aprender cositas nuevas para deslumbrar a todos esos nuevos culitos que se va a comer ahora que no tiene quien lo joda.

- Desquítese.  Déjese crecer esa barba que ella tanto criticaba, aproveche que ya se libró de ese yugo, es hora de reaccionar y retomar lo que lo hacía feliz. Póngase los pantalones y sóllese la soltería, que todos sepan que usted es un soltero feliz.

- Ni se le ocurra escuchar canciones tristes, de amor o de despecho, al menos no por mucho tiempo, porque todos tenemos derecho de vivir una tusa, pero no a quedarnos atrapados en ella. Sepa y entienda que usted tiene que estar preparado para el bombardeo mediático que se viene en septiembre, donde todo parece que tuviese que ser rojo, en forma de corazones y de amor o no encaja, no, no, suerte con eso, hágase el bobo frente a esas tonterías, que usted vino a este mundo a pasar bueno, no a sufrir porque lo echaron o porque no le paran bolas.

- Ponga música parchada cada que su pensamiento vuelva a esa persona que le rompió el corazón, combátalo con una buena tanda de música chimba, de esa que lo alegra y le devuelve la sonrisa. Busque reírse, busque entretenerse, pero no con dramas ni cosas que lo hagan sentirse peor, este es tiempo para retomar la buena vida.

La tusa del mes de amor y amistad se pasa con guayabos, con condones gastados, con historias enlagunadas de amigos y con mucha actitud “me importa un culo”, porque si se fue, que se largue al carajo, usted aprenda a disfrutar su love crisis y restriéguele en la cara o en la espalda su nueva buena vida a esa desgraciada o desgraciado que le rompió el corazón.

15.8.17

5 cosas que no se deben comer antes del sexo - Las Delicias de Maiky

Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky".

#LasDeliciasDeMaiky


Como siempre, en este tema hay tanta información que a la larga uno no sabe qué creer, casi queda a la experiencia de cada uno darse cuenta si lo que viene a continuación le aplica o no, eso sí, luego no nos eche la culpa si le pasa algo penoso que le dañe un buen polvito.

  1. Queso, lácteos y helados. Por muy deliciosa que suene una noche de vinos y quesos, si usted de casualidad es, aunque sea, medio intolerante a la lactosa, sabe que lo que pasará después de comer estos tres es que le dan gases, y no se querrá arriesgar a que uno de ellos huela horrible y espante a su pareja. Sólo falta que esté uno haciéndole oral y a usted se le suelte un peo hediondo por haberse comido ese helado con brownie en la tarde, se vomita cualquiera.
  2. Fríjoles. Ni se le ocurra incluir los fríjoles en su comida previa al sexo, en ninguna de sus presentaciones. Dan gases malolientes y su organismo va a tener que destinar mucha energía para digerirlos, por lo que se sentirá cansado y con menos alientos para desempeñarse como se debe. Que los fríjoles no lo hagan quedar como una vaca muerta, y esto no es sólo para las mujeres, qué desinfle un man que esté echado todo el tiempo como un bobo (porque se le ocurrió almorzar bandeja paisa) y uno encima haciendo todo el trabajo, no, no, esas comidas déjelas para cuando no vaya a comerse a ninguna chimbita.
  3. Bebidas energéticas. Si está muy cansado, intente darse una ducha, pero no tome bebidas energéticas porque, aunque usted no lo crea y no parezca tener sentido, aparentemente reducen la libido. Puede que sí, puede que no, pero es mejor no ensayar, ¿o sí? Para las mujeres es muy fácil fingir, pero un man al que no se le para no se olvida –créanme-, uno se para y se va, y ni se le ocurra volver a llamar porque ya la cagó, después de eso no hay segundas oportunidades.
  4. Alcohol. Nada peor que tener sexo con un borracho o una borracha, no se vienen nunca, ni se enteran de lo que están haciendo porque el alcohol reduce la sensibilidad, además de las erecciones. En fin, el alcohol lleva a un desempeño pésimo, cuando se consume mucho. Un traguito o dos para desinhibirse está bien, pero que no se le vaya la mano. Eso debería entrar en algún grado del “sexo sin consentimiento”, uno borracho no tiene puta idea de nada y queda como el peor polvo.
  5. Carnes rojas. Macho alfa lomo plateado que come un gran pedazo de carne para impresionar a su fémina, no lo haga. Las carnes rojas requieren un gran gasto energético para ser digeridas y ya sabe, si su cuerpo está ocupado haciendo digestión, no estará disponible como se debe para responder sexualmente.
Dicen por ahí, “si es bueno para el corazón, es bueno para el pene”, así que ya saben, es mejor una comida ligera, nada de cosas que generen gases (uno pasa por alto uno que otro pedo, pero no si huele maluco y uno nunca sabe con qué olor saldrán estos desgraciados). A mí me sale una pareja bien pedorra y chao, me visto y no me vuelve a comer en su flatulenta vida, y uno puede hacer excepciones –si es mucho el amor- pero si uno no cuida estas cosas, con seguridad que se va acabando todo más temprano que tarde. ¿O es que usted quiere tener una conversación en la que le reclamen su exceso de gases a la hora del sexo? Qué pena.

La dieta es un factor fundamental para el sexo, aunque nos cueste creerlo. No sólo se trata de alimentos afrodisíacos, existen investigaciones relacionadas con ingredientes que nos ayudan o nos joden a la hora de sexiar.

La idea es mantener niveles altos de energía, buena circulación arterial y la mejor disposición, por eso pilas con lo que comemos antes del sexo, a veces es mejor irse por lo que uno sabe que le viene bien a su cuerpo y a su mente, y no ponerse a inventar con comidas que le puedan a uno hacer pasar un rato vergonzoso.

20.7.17

¡Cuál independencia ome! - Las Delicias de Maiky

Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky".

#LasDeliciasDeMaiky

20 DE JULIO 

Yo no sé ustedes qué pensarán, pero a mí me parece una payasada celebrar la “independencia de Colombia”. ¿Independencia de qué?

En 1810 se desató una pelotera por un florero, porque los criollos estaban hasta los huevos de los españoles y ¡pum! Orquestaron una excusa y empezó con ganas la peleadera que culminaría con la declaración de la independencia de este país, por eso este jueves van a poner banderas en todas las ventanas y balcones (especialmente en las casas de los cincuentones en adelante), habrá desfiles muy rimbombantes y algunos se sentirán muy orgullosos de ser colombianos –ojo, ese día-.

No me mal interpreten, amo este país, con su locura, con sus caos, con su gente que no se entera de nada, con sus costumbres y toda esa idiosincrasia que nos caracteriza. Me siento feliz de haber nacido aquí, pero eso no me lleva a sentir orgullo ni nada parecido por una mal llamada independencia. No cuando hoy en día nos percibimos tan dependientes de otros gobiernos, personajes, corporaciones y familias poderosas.

Reconozco la valentía y el coraje de todos aquellos que lucharon y murieron por soltarnos del mandato de los españoles, de no haber sido por ellos seguramente las cosas serían muy distintas hoy aquí. Pero también reconozco que vivimos en un país dependiente, por ejemplo, de productos de importación, ridiculez que no me cabe muy bien en la cabeza porque es ilógico que un territorio basto con condiciones ambientales aptas para infinidad de cultivos, se deje meter ese golazo autodestructivo. Si no está de acuerdo, vaya fíjese cuántas marcas extranjeras de papas congeladas listas para freír venden en un supermercado y vaya fíjese las condiciones en las que viven los campesinos que cultivan las papas en este mismo país, es una vergüenza, una falta de respeto con ellos.

Otra de esas estupideces que no entiendo es esa manía de depender de un país (que ahora es una bomba de tiempo) como Estados Unidos, ¡pa’ todo!

Está como instalado en la mentalidad de los colombianos que lo del norte es mejor, “americano finísimo”, porque ¿a quién no le pasó que chiquito le traían un regalo de allá y se creía “el putas de Aguadas” y no se le aguantaba nadie la chicaneadera? Y ni mencionemos Europa, porque como Estados Unidos ya está muy trillado y allá va cualquiera, Europa es el nuevo modelo a seguir en todo, qué fastidio.

Vamos a ser independientes el día que entendamos que siempre deberíamos escoger producto colombiano por encima del extranjero y seamos consecuentes con ello, que por muy bonito que suenen los tratados de libre comercio no sirven sino para beneficiar a unos pocos y aporrear a nuestros propios productores.  Por cierto, si usted no se entera, todos estamos relacionados y entre todos nos deberíamos cuidar, porque al resto del mundo le importa un carajo si aquí hay un paro camionero que hace que el mercado se ponga tan caro que la mitad de los colombianos no puedan ni comprar suficiente comida. ¿O es que usted le va a subir el sueldo a la empleada de su casa para que pueda ir a comprar los productos de la canasta familiar la próxima vez que haya un paro de esos largos, que uno hasta piensa en ajustar la dieta porque no alcanza para nada el salario?

La próxima vez que vaya a comprar cualquier cosa piense bien, si usted fuera productor o fabricante le gustaría que su propia gente lo apoyara, ¿no?

La independencia como la pintan me la lambo. Necesitamos construir y pegarnos firmes de nuestra identidad, está bien enriquecernos con costumbres y filosofías diferentes a las nuestras porque así podemos crecer, pero nos falta mucho. Nos falta defender lo nuestro (hasta la música, la ropa, los productos), nuestra gente, nuestras empresas, nuestros productores, nuestros agricultores, nos falta ponernos a nosotros mismos por encima de lo extranjero, por muy bonito y atractivo que sea vea todo en las vallas y comerciales.

Porque ningún extranjero va a venir a salvarnos resolviendo las peloteras que se arman aquí por dejarnos culiar del gobierno, sus tratados con el resto del mundo, las multinacionales y sus ofertas ridículas, yo si prefiero colombiano, siempre que pueda, para todo lo que pueda.

11.7.17

Al pasado déjelo quieto

Al pasado no hay que darle mucha mente, no hay que buscarle razones ni excusas, no hay que reblujarlo, principalmente.

¿Pa' qué si no se puede modificar? Torturarse es dejar la cabeza enfocada en escudriñarlo, acciones sin sentido, sin grandes logros ni motivos de orgullo.
Aparte de una que otra reflexión, hurgar el pasado no sirve pa nada.
"Hay que filtrar los pensamientos", como dice un buen amigo, sobre todo cuando hay arrepentimientos y no dejar calar en la mente a esos pequeños bastardos que nada bueno dejan a su paso.

Todos tenemos pasado y no hay que enfocarse mucho en él, ni en el propio ni en el ajeno, porque ese es un peor error, más que titánico, joder a otro por su pasado, como si tuviéramos manual, instrucciones de cómo vivir o incluso la moral para juzgar a nadie, a nada.

Pretérito quedate donde pertenecés, en el recuerdo, en el olvido.

9.7.17

Ella es todo lo sagrado

Amar la libertad sobre todas las cosas, aferrarse a ella como el salvavidas más seguro en el medio de cualquier tormenta.

Libertad es escape, es respirar, es todo lo que necesito en mi mente para continuar.
Libertad para soñar, libertad para conquistar, señalar en un mapa el próximo destino para viajar, libertad para amar, para cambiar, para pensar.

Grabada en mi cuerpo, grabada en mi alma y en mi manera de pensar, me refugio en ella, mi eterna amada libertad.

14.6.17

Hablemos de juguetes sexuales... entre nenas - Las delicias de Maiky

Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky".

#LasDeliciasDeMaiky

Lo que viene a continuación es explícito, si lo tuyo no es el sexo lésbico, no leas esto, no es para vos.

Estoy en una tienda de artículos sexuales con mi novia. Ahí parada frente a las vitrinas, rodeada de juguetes, siento como si estuviera en un parque de diversiones pensando en cuáles serán las mejores atracciones, qué ofrecen, cuáles son sus ventajas, sus desventajas. Ahí mirando, sin mayor actividad más que mi imaginación, me siento mojada.

Antes de ella nunca había usado muchos juguetes, con algunas mujeres no era permitido –esas no saben lo que se pierden-, con otras sólo usaba un par, el vibrador de doble estimulación y los huevitos vibradores. Digo que no saben lo que se pierden porque a pesar de que el sexo entre dos mujeres no necesita juguetes para ser delicioso, con ellos se abre un mundo de posibilidades de sensaciones, posiciones, juegos y orgasmos diferentes. Si usted es una de esas mujeres, así no tenga pareja, úselos, confíe en mí y verá que me lo agradecerá la vida entera.

Como soy la más de buenas, ahora tengo a mi lado la mujer más kinky y “dañada” que he conocido y aunque al principio no usábamos más que nuestros cuerpos para darnos placer, un día le mostré mis vibradores y esa cara de maldad que se le salió me demostró que lo que se venía era candela pura. Empezamos a usar junto a nuestras manos, bocas, lenguas, y demás, el vibrador doble y los huevitos, y ¡jum! Con una sonrisa enorme les aseguro que son muy ricos y se siente delicioso que, por ejemplo, mientras te hagan oral te metan un vibrador y si estás muy caliente, un huevito en el culo no cae nada mal.

Está bien, sé que hay muchas mujeres que no gustan del sexo anal, ustedes omitan el huevito pues, pero lo de la penetración con un vibrador o incluso un consolador (odio esa palabra) sencillo mientras te “volean” lengua y te chupan el clítoris, es todo lo rico que hay en el mundo.

“Te quiero meter un arnés”, dijo una noche después de comerme delicioso. Les confieso que me tembló hasta el culo, nunca había pensado en usar uno y como esa mujer tiene una fuerza impresionante, me imaginé que me iba a desbaratar, pero como para seguirnos la corriente estamos, “vale, vamos a comprarlo” le dije, y eso fue lo que nos llevó al comienzo de esta historia, a la tienda de artículos sexuales.

Pierdo la cabeza estando ahí, me la imagino con un arnés puesto, dándome “como a piñata en fiesta infantil”, mientras al mismo tiempo me pone un huevito en el clítoris, después de haberme aplicado una crema “multi orgasmo” caliente… Si uno no se viene muchas veces con toda esa artillería actuando al mismo tiempo, está llevada del putas.

Las ventajas del arnés es que le dejan a ella las manos libres para jugarte con otras cosas mientras te penetra, y a diferencia de lo que muchas personas creen, no es lo mismo a que te penetre un man.  Sí que te está entrando y saliendo algo de plástico (o silicona) similar a un pene, pero yo no cambiaría a mi nena con un arnés por un man metiéndomelo, a no ser que ella esté en la misma cama, debajo o junto a mí tocándonos y estemos haciendo un trío.

No lo cambiaría porque ella tiene tacto, sabor, estilo y una capacidad increíble de cogerme durísimo sin necesidad de parar porque se vino.

Entre los geles lubricantes y estimulantes calientes o fríos no podría escoger, me gustan y recomiendo los dos porque dan sensaciones diferentes. Con uno frío uno siente algo como entumecimiento que atrae, es más parecido a cuando alguien te hace oral con un “halls negro” en la boca (que si no se lo han hecho, vaya desquítese que ha perdido mucho tiempo en su vida), pero el caliente hace todo lo contrario, siente uno una cantidad enorme de energía concentrada en el área y es delicioso.

Creo que ya les hice entender que un gel multi-orgasmo es una de las maravillas que se han inventado en cuanto a estimulantes, especialmente los calientes, porque te hacen sentir que tienes fuego en el clítoris y es de esas cosas que te hacen casi rogar que te toquen o que te chupen, o al menos así le grité yo a ella y bueno, como si se le fuera la vida en ello lo hizo y yo quedé de muerte.

Otra cosa que me gusta –aunque no siempre lo hago- porque te cambia el estado de consciencia es un Popper abierto en la habitación. No es necesario inhalarlo directamente, con sólo abrirlo y dejarlo por ahí cerquita, el aire empieza a cambiar y a uno se le van subiendo las revoluciones. Más revoluciones, más se prende el sexo y eso suele hacerlo más rico. Si lo suyo no son las drogas pues no lo haga, pero si lo son o no le disgusta la idea, bien pueda y sígame la corriente, es más, métase un popperazo justo cuando esté alcanzando el clímax, eso lo estalla a uno en otro nivel, es delicioso.

También existen –y me encantan- las velas para hacer masajes con cera caliente, no queman tanto como la esperma de las velas comunes y unos masajes eróticos bien saborizados son muy ricos, eso sí, hay que saberlos hacer, para eso hay que prestar mucha atención a las respuestas que da el cuerpo de tu pareja. Mi novia hace unos masajes deliciosos y como preparación antes de hacerme oral o penetrarme, es muy rico porque mi cuerpo se va relajando y siempre quedo lista para que me haga lo que a sus demonios internos les provoque hacerme.

Las esposas, los látigos, las plumas, las vendas para ojos, todos son ricos, todos los recomiendo, juntos o separados. A nosotras nos encanta amarrarnos y taparnos los ojos, que no se entere la otra de lo que se le viene (sobre todo cuando se va a poner duro y algo violento), que se asombre y descubra las sensaciones en su piel y en su cuerpo cuando no puede ver, que se aguante las ganas de moverse para responder, que se dedique sólo a disfrutar y a recibir placer. De eso se trata siempre, “no hay mayor placer que dar placer”, apúntelo bien y nunca lo olviden, esa es la clave de un polvo inolvidable.

En esto de los juguetes, los consoladores, los geles y demás, es tarea de cada una explorar (sola o acompañada) para descubrir cuáles le van bien, cuáles no, en qué combinaciones y en qué momentos. Sin miedos, sin penas, sin tabúes, sin pendejadas, conózcanse para que se puedan hacer conocer, hablen, jueguen, descubran, ensayen y disfruten.

Finalmente, mi conclusión es que los juguetes no son necesarios, créanme que dos mujeres sin ellos son capaces de hacerse sentir de todo, simplemente son un aditivo delicioso creado para expandir aún más el abanico de sensaciones y placer que pueden darse.

25.5.17

Ex, ¡quiérase!

Qué divertido es ver a un ex dando patadas de ahogado, intentando recuperar a quien ya está en otro barco...

International Wannabe - Las delicias de Maiky

Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky". 
#LasDeliciasDeMaiky 

Esta mañana al despertar me enteré de una tragedia “nueva” en el mundo, pero al mirar las redes me sorprendí, ¿dónde están las banderas del país atentado sobrepuestas en las imágenes de perfil de Facebook?, ¿dónde están los “Pray for…” y los “Todos somos…” que pululan en estos casos en todas las redes sociales? Sorprendentemente no veo muchas. Me gustaría pensar que ya se les pasó la bobada, que por fin se dieron cuenta que de nada sirve la “indignación” de moda en redes sociales y que este mierdero no se va a componer por sus mensajes solidarios de relleno, y sí, eso lo subrayo porque es la solidaridad más falsa de todas: las víctimas no se enteran y no es más que rellenar de palabras vacías las redes sociales. Y si se llegaran a enterar, tampoco les haría gran modificación a su situación, esa es la cruda verdad.

Babosos.

¿Cuánta gente ha muerto en la última década en Colombia a manos de la violencia, de la falta de agua potable, de la inadecuada alimentación? Eso no lo saben, pero vaya pregúnteles cuánta gente se murió anoche en el atentado ocurrido en Manchester afuera del concierto de Ariana no sé qué y eso sí lo saben responder, ¿por qué? primero porque fue en Manchester (Manchester, o sea, hellooooo), segundo porque está de moda.

¿Cuánta gente murió el año pasado en los atentados de París? Puede que ya lo hayan olvidado, pero en esa semana se lo sabían de memoria.

“Je suis Paris”, “Todos somos Siria”, cállense, ubíquense (esa acción les quedaría más ajustada)

¿Cuánta gente se está muriendo en su propia ciudad todos los días porque el sistema de salud en Colombia es un chiste? ¿Cuántas personas son víctimas de violencia en los pueblos, en las ciudades, en las selvas de tu propio jodido país? Pero ojo, sobreponer la bandera de Colombia en la imagen de perfil de la red social no aplica, eso les baja 10 estratos sociales y hasta les cambia el nombre, ¿no? Qué mañé eso de la bandera de Colombia, qué boleta. Boleta vos con tu pendejada, nunca en tu vida has pisado Francia, pero corrés a poner esa bandera como si se te fuera la vida en ello, como si con ello fueras a ayudar a salvar las vidas, a reconstruir las estructuras, a resarcir los daños emocionales y materiales de las víctimas. Y la verdad, así hayás pisado Francia, así te la conozcás de memoria, no deja de ser una ridiculez tu indignación fashionista, no sos más que una pieza más en una masa que como colectivo no resuelve nada, pero ayuda a sus integrantes a creer que lo están haciendo todo. Hágame el favor.

Sin averiguar mucho el fondo, sin importarte mucho la situación, transmitís lo que viste en el medio de comunicación que “te informó” y te indignás momentáneamente, mientras todos los demás lo hacen también, porque estar a la moda es importante. Un par de semanas después, el ruido pasará y todo volverá a la normalidad, aunque nunca se solucione nada. En efecto, tu bulla social es tan inútil como nuestra capacidad como individuos y/o colectivo de resolver y de aportar a los problemas que causan los ataques por los que tanto te escandalizás.

Citando a Los Prisioneros “¿por qué no se van del país?”, si les parecen más preocupantes y tristes los asesinatos sin sentido, las masacres o los atentados terroristas en otros lugares y no los que ocurren en nuestro propio territorio, o incluso que los niños en la Guajira se estén muriendo de malnutrición, ¿por qué no se largan e intentan aportar a esos lugares que tanto les duelen?

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