En la playa, en el mar, en el cielo, en el paraíso.
A mi lado un viejo todo, en mi mente, la nada.
Poesía pura.
La vida misma.
¿Quién soy yo para quejarme? Todo cambia, es eso lo único que no cambia.
Ajustarse al nuevo mundo, abrazar la alegría y caminar con ella de la mano.
Despedir el pasado sonriendo.
Todo es nuevo ahora.
Calma, respirar con calma y dejar ir...
Amarga obsesión cuando no estás a mi lado, dulce sensación de satisfacción si tu sonrisa me hechiza. Busco en tus ojos si de verdad sentís amor, y en un viaje sin regreso me pierdo nadando entre colores, acompañada de estrellas que se incrustan en mi deseo de tenerte.
Lágrimas se escapan de mí al sentirte tan lejos que tu energía no dibuja mi sonrisa, despierto forzada, Morfeo me castiga por no estar con vos, y el Sol se rehúsa a saludarme por no seguir mi corazón, sino la intención de aprender a vivir sin tu presencia.
En sueños no me abandonás, siempre llegás a torturarme con tu figura perfecta y tus labios intocables, mordiendo suavemente una piel que se estremece cuando el fuego de tu mente se hace sentir.
Con vos se fueron los despertares alegres, las sonrisas sinceras, los ojos brillantes y los labios palpitantes. Conmigo se quedó la mente condenada a no dejarte, el corazón que se acelera con tu nombre y el martirio que es no tocarte más que en sueños, obligándome a despertar en el paraíso sin vos.
Esta noche soñaré con ella, con quien despertó en mí un sentimiento de amistad tan puro y suficiente como la luz de la Luna cuando estás en un bosque y podés ver claramente...
Esta noche soñaré con una niña que se llevó mi corazón cuando el destino decidió no prestármela más.
Es una intriga que me incita a dormir, que me hace querer prolongar mi sueño, para que pueda levantarme sin la sensación de no tenerla, para que pueda despertar sonriendo por haberla visto, por haber escuchado su risa extraña y contagiosa...
Es muy difícil, pero confío en que aún me quiera tanto como yo a ella, que me extrañe tanto como yo a ella, y todo eso le permita entrar en mi propio mundo, donde todo lo imposible se hace real y palpable.
Esta noche soñaré con quien mi mente no abandona por feliz que parezca, por alegre que me vea la gente.
Soñaré con ella, iré a donde tenga que ir, haré lo que tenga que hacer, porque no es justo que me la quiten en el mundo real y en el Onírico, porque no es justo que pasen los días y sus recuerdos no se renueven, no crezcan para hacer mis días más fáciles de atravesar.