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31.8.07

Cocktail / Liberación

Un día cualquiera, decidió escapar del mundo que la rodeaba... Se quitó la ropa, se acostó en su cama, apagó la luz y dejó su mente volar, mientras sus manos tomaron vida y siguieron por su cuerpo las sensaciones que su música favorita le indicaban.  
Lo recorrió completamente, despacio, rápido, hasta sentir nada más alrededor que sus gemidos diciendo lo que su cuerpo hacía al estallar. Sintió como sus piernas temblaban, su cuerpo se retorcía y su cabeza difícilmente podía contener la energía que emanaba su mente. Su corazón se aceleró tanto que sintió morir, sólo para descubrir que más allá de una muerte instantánea, se encontraba en un sitio que sólo ella podía conocer.
En ese lugar se quedó en éxtasis, todo su cuerpo palpitaba al ritmo de esa música que le despertó los sentidos de forma inesperada. 

Y vos, ahí, jugaste a verla sin atreverte a tocarla.

14.8.07

Tan sólo un sueño...

Habíamos estado hablando durante varios días acerca de una especie de atracción mutua, una novedad porque ninguna de las dos había sentido algo así por una chica, sin embargo, varias razones no permitían que nos pudiéramos juntar, por lo que todo se había mantenido muy normal entre nosotras, como amigas unidas, como las mejores amigas.

Un día cualquiera, habíamos quedado para comer en uno de tus sitios favoritos en un parque concurrido de la ciudad, cerca a tu trabajo. Al salir nos detuvimos de pie junto a una camioneta blanca y para despedirte, te acercaste a mi y me diste un beso en la mejilla.  Yo me quedé quieta, tú también, nuestras mejillas quedaron juntas, estábamos como paralizadas, como si una corriente eléctrica nos hubiese inmovilizado. Yo empecé a girar mi cara, rozándote con mis labios, dirigiéndome hacia a tu boca. 
Recordarlo me revuelca todo por dentro, qué sensación tan real, qué momento tan increíble y espectacular sucedió a continuación. 

Cuando estaba a punto de llegar, ¡giraste tu cara y me besaste!
Sentí que el universo se encogió y luego estalló entero dentro de mí.

Nos besamos de la forma más tierna y desesperada a la vez, qué mezcla tan indescriptible. Nos besamos una, dos, muchas veces, tan fuerte fue que decidimos no separarnos.  Recuerdo que yo tenía tu cuerpo recostado contra la camioneta y cuando dejamos de besarnos me dijiste que me quedara contigo, y yo, completamente hechizada, así lo hice. Te habías intentado despedir, pero ya no te interesaba irte.

El resto del día siguió como siempre, juntas, pero sin besarnos, aunque ahora en tus ojos había algo diferente y en mi cara había una sonrisa enorme. Yo no cabía de la felicidad, no podía creer lo que había pasado. 
¿Qué fue ese beso? Todavía tiemblo y mi corazón se acelera al recordarlo. Creo que, si alguien me vuelve a besar de esa forma, enloquezco.
Al caer la tarde llegamos a tu casa, me dijiste que me quedara a dormir, como tantas veces solía hacerlo. Nuevamente, como embrujada, acepté. Volviste a besarme y yo no podía creerlo. Los labios que sentía eran diferentes a todos los que había conocido, suaves, de una delicadeza sorprendente, y al sentir tu lengua, perdí la noción de todo, mi mente se nubló y sólo existíamos tu y yo y ese beso, tierno, casi tímido, uno que cada segundo que pasaba tatuaba en mí sensaciones inolvidables.

Recuerdo que al acostarme en tu cama te di la espalda y tú me abrazaste, me acariciaste la cara, el cuello, jugaste con mi pelo, luego te levantaste un poco y me besaste y mi mundo desapareció. Yo podía ver tu cara a pesar de la oscuridad, esa que no permitía ver nada más que tú y yo en una cama, sábanas rozando nuestra piel como debían hacerlo nuestros labios, nuestros cuerpos. En esa oscuridad total y con la seguridad de que nadie podía interrumpirnos, me abrazaste, me dijiste unas palabras que prefiero no repetir y cedimos ante el sueño que se apoderó de nosotras, tu cuerpo unido al mío, tu respiración en mi cuello, tu aliento tan cerca de mí.
Así recibimos el Sol de un nuevo día, desperté a tu lado y fue la cosa más increíble, es un cuadro que nunca olvidaré, tu beso de buenas noches, despertar a tu lado, ver tus enormes ojos abrirse brillantes y sonreír juntas para comenzar un día cargado de todas esas sensaciones que horas antes habíamos grabado en la otra.
Ahora has abierto los ojos, me miras sonriendo y yo te devuelvo la sonrisa. Desde hace unos minutos he estado despierta, intentando saber si lo que tengo en mi memoria ha sido realidad o ha sido tan sólo un sueño.

13.8.07

En mi cama, en tu cama

En mi cama sobra el deseo,
En mi cama falta el desenlace de mil sueños y fantasías con vos...

En tu cama falta la pasión,
En tu cama sobran las ganas de amar...

En mi cama hay un desfile de orgasmos por venir, que de noche me atacan al recordar tu cuerpo,
En tu cama hay un cuerpo q llora por no poder explotar...

En mi cama las sábanas quisieran cubrir tu cuerpo desnudo, para que sólo yo pueda verlo mientras lo acaricio y te enloquezco,
En tu cama la soledad de las tardes y las noches se apodera de tu voluntad y te intenta despertar...

En mi cama mis piernas tiemblan y los gemidos te llaman, mi corazón late más fuerte y nada más que vos gobierna mi mente,
En tu cama tus piernas tiemblan, tu corazón se acelera cuando pensás en mi y en lo que podrías sentir...

En mi cama hay besos, caricias, sonrisas, movimientos indescriptibles que se van quedando abandonados en el tiempo,
En tu cama hay un espacio y un tiempo que tiene mi nombre, hay provocaciones a los sentidos y hay un beso de distancia entre lo que hay en mi cama y en la tuya...

Definitivamente... ¡en mi cama sólo faltás vos!

4.7.07

Provocando mi cabeza

¿Qué tan lejos llevaría las cosas?
¿Bastaría con besarte o haría más?
¿Cómo sabría hasta donde quiero llegar con algo que voy a probar, acaso pararé cuando me canse de besarte, acariciarte y me canse de tener tu cuerpo?

O no me gustaría ir más allá de un beso sencillo, que simplemente me de la bienvenida a un mundo desconocido, pero tentador… No lo sé, en mi cabeza deambulan mil posibilidades, cada una me enfría los pies, me hace temblar el cuerpo y ¡provoca un vacío en mi estómago! ¡Sonrío al pensarlo!...

¿Harías vos el primer movimiento o lo haría yo? De ser lo primero, temblaría, tal vez del susto, y no sabría como tomar control de la situación, supongo que te dejaría manejarme a tu antojo; si lo hiciera yo, me acercaría a vos, cerrarías tus ojos o te los cerraría, estoy segura que te los cerraría, luego acercaría mi boca a tus labios y los besaría lentamente, tan suave como nunca te han besado, porque estoy segura que te estaría besando una niña inocente que por dentro pide ser despertada, ¡en vez de la mujer que se acostumbró a besar por hacerlo!, despacio movería mis labios, entrelazándolos con los tuyos, tomando tu aliento, sintiendo como tu lengua busca la mía, hasta que al fin sucede… Te habré besado… ¡Qué sentirá mi cuerpo, qué sentirá mi corazón, pero aún más importante, qué sentirás vos!

Tocaría tu cuerpo palpitante como nadie te lo habrá tocado, soñaría con vos y te haría soñar conmigo, luego, al instante haría tus sueños realidad… Recorrería tu cuerpo, tocaría cada centímetro de tu piel, te rozaría con mis labios, dibujaría mi deseo en vos, me robaría el perfume de tu piel y sentirías junto conmigo la delicadeza que me provoca… Acariciaría tu cara, miraría fijamente tus ojos, intentando descifrar su lenguaje enmarcado en todos los colores que hay en ellos, supongo que sonreiría al mirarte y sé que te halagaría por tu hermosura, por esa ternura que compartís conmigo y eleva mi mundo hasta el cielo. 

No sé si las palabras servirían de algo, tampoco sé que te diría para no arruinar un momento tan anhelado, maldita sea, quisiera decirte lo mucho que he pensado en unir tus labios y los míos, y quisiera escuchar que me dirías en ese momento… Esos ojos… Esa boca… Esa cara tan hermosa… Ese cuerpo…

¡Uaj! Quisiera más bien dejar de soñar…