15.2.08

Tu chica

Temblor en el cuerpo de tu chica, trata de disimular una sonrisa mordiendo con mucha fuerza sus labios, disfruta el dolor mezclado con la emoción de ser tu chica, sus ojos brillan y en su mente se recrean una y otra vez los besos que te dió y los que le diste.
Tu chica recuerda el movimiento lento de tus labios, la tenías recostada contra tu cuerpo y la sentiste, ella sintió que podía parar el mundo y quedarse ahí con vos en ese lugar y que podía hacer que mil estrellas llegaran a vivir en tus ojos, hiciste tan feliz a tu chica que en este momento sólo puede alegar al destino por no estar con vos, porque el mundo no se detuvo y se tuvieron que separar.
Sonríe, no puede parar de pensar en lo mucho que quiere estar con vos y vuela su mente sintiendo el remolino de colores que dibujaste en su interior, con tus miradas, tu mano en su cuello atrapándola, tu energía y todo lo que representás para ella.
Quisiera despertarte en un lugar tranquilo, mirar tus ojos abrirse lentamente a medida que ella va alentando cada uno de tus sentidos, verte sonreír, verte ser feliz por estar con ella y por poder vivir tu sueño.
Tu chica no quiere verte triste, tu estado de ánimo no es el que te caracteriza y ella piensa y piensa en como ayudarte, pero sabe que no te gusta hablar y que si no le permitís elevar tu cabeza y divertirte, no puede hacer mucho para alegrarte.
Te ama, siente que podés cambiar su mundo y le gusta lo que vive cuando está con vos, por eso te da lo que los mundos le permiten darte y te entrega todo lo que tiene para que nunca la podás olvidar... tu chica es tuya como es de la noche la Luna.

14.2.08

No sé

Te robaste mi pensamiento, todo comenzó por pensar en los celos, o en el primer día que le di un beso, o en el llanto.  Sé que se acerca otro día en el que debo verte, es una fecha muy importante; también sé que la última vez que te ví te llevaste el recuerdo de haberme hecho llorar; sé además que lo que fuimos se perdió entre silencios y llantos, y que lo que ahora sos no es lo que quiero recordar y por eso me alejo.
Escuchar, leer, pronunciar tu nombre produce una sensación extraña en mí; mi reacción ante sentirte de cualquier forma es como si me montaran a un tobogán de 90 pies de altura y me tiraran con la cabeza hacia abajo y los pies cerrados; no sos lo que fuiste, no soy lo que fui, la conexión divertida se volvió dolorosa y ahora han perdido sentido muchas de las cosas que hice por vos, que viví con vos.

Te extrañé

Más enamorada que un hijueputa, tengo un antojo enorme de vos, como buena adicta te necesito un momento para sentirme en paraíso, ¿por qué no venís donde mí? ¿por qué no abro los ojos y te veo a mi lado?  ¿para qué sirven estos momentos de desintoxicación si quiero más y cada vez voy a querer más?
Me hacés falta para terminar el día sonriendo, te extraña mi cuerpo y lo que hay por dentro, dibujame un cielo perfecto y mandame a soñar en él, ¡pasame un poquito de la energía que contenés!

¡Larga vida!

Problemas en la calle, en la casa, en la cabeza... 
Problemas sin posible solución, problemas poco importantes, problemas de amor, de violencia, de tolerancia.  
Problemas que te hacen llorar los ojos, problemas que te arrugan el corazón, problemas que te hacen los pies temblar, problemas que te encalambran el culo.

Larga vida a lo que logra que todo ese universo de problemas se mimeticen, larga vida a lo que logra que me distraiga aunque sea por el susto de hacer algo peligroso. 

13.2.08

Una vez más

¡Mmmm!  ¡Con tantas explosiones vividas en una sola noche es un poco difícil sacarte de mi cabeza!
No te veía como hoy desde hace varios meses, no me veías como hoy desde hace mucho tiempo, más del que quisieras, más del que tu cuerpo y el mío piden.  Luego de esta noche, lo sé.
Te ví, te saborié, te besé, te recordé y te hice tocar el cielo, viajando con vos enganchada a las estrellas.  Me viste, me tocaste, me demostraste que te extrañaba sin saberlo, me sentiste y descubriste después de tanto tiempo una nueva forma de explotar.
Sin descanso jugamos a ser una vez más especialistas en seducir y acabar con el otro, nos probamos que nos conectamos de manera perfecta y que sin afectación del tiempo que estuvimos separados, estamos moldeados para encajar en el cuerpo y movimiento del otro.
Te recorrí, me recorriste... ¡Qué habrá en este momento en tu mente! Sé que la mía no puede concentrarse en nada más que la satisfacción de haber pasado por tu cuerpo tantas veces como esta noche permitió.
Y vos... ¡estabas ahí!  Presionaste el botón que me liberó del asiento en el que viajaba y me expulsaste a recordar todas estas sensaciones... Me empujaste suavemente al vacío y en la caída al cielo te asomaste para recordarme que realmente controlás mi mente y para mostrarme que todo lo vivido no alcanza a igualar lo que nos espera en el horizonte sin tormentas que viviremos cuando esta locura acabe.

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