5.5.13

Despacio

Lo que viene a continuación, seguramente no gustará mucho.

Hace mucho tiempo dejé de escribir, la verdad, las razones pueden ser muchas o pocas, ya ni las recuerdo, sólo recuerdo que cuando uno está intentando sacar cosas de su mente, poco gana con plasmarlas en una hoja y hacerlas disponibles para el recuerdo.

Hoy, después de más minutos de los que me gustaría aceptar he decidido volver a jugar, no sólo porque lo extraño, sino porque tengo tanto por decir que siento que en cualquier momento voy a vomitar palabras.

Pasan los días y la lucha entre la melancólica y la sanguínea no se detiene, entre la hippie y la punkera, y entre todos esos extremos bipolares que me hacen ser como soy. Sin embargo, no quiero hablar de luchas, sólo estoy volviendo a esto con la calma necesaria.

Linda es la vida cuando pesa más la sonrisa que la lágrima, ¿no?

3.2.13

Un momento de meditación

Amarte es más frustrante que querer volar en el mar.

Pensarte, soñarte, delirar en el arco iris de tus ojos, derretirme en la comodidad de tus huesos, todo en mi mente, todo en imágenes que se construyen a través de mi todo que no te abandona y el todo que ya no me das.

Buscarte, maldecirte -si, te maldigo-, a veces te detesto y con los ojos mojados me juro que no voy a seguir con este absurdo de intentar amarte, sólo para chocarme contra las paredes que levantas a mi alrededor para evitar mi partida.

Paredes de babas y nada más. En tu devenir no encuentro más que incoherencias y desprecios, de este lado del mundo no me he topado con nada que me atraiga, nada que me incite a titubear, y lo sabes, lo más interesante es la importancia que le das.

Me gusta despedirme aunque me lastima, con la calma, con el tiempo, con paciencia y mucha perseverancia, te darás cuenta algún día que este momento de meditación me dio el impulso para decirte adiós.

7.12.12

Real

Te engañé toda la vida, nunca te quise aunque te amé.

4.12.12

Hoy que...

Tus besos no están
Tus ojos no me miran
Tus brazos no me atrapan
Tu cuerpo no me calienta
Tu sonrisa no me ilumina

Todo se siente tan extraño...

Extraño pero fabuloso
Extraño pero tranquilo
Extraño pero adecuado
Extraño pero sincero
Extraño pero no te extraño

29.11.12

Tengo que dejarte ir...

No soñar, no esperar, no sentir, no pensar, no imaginar, no suponer...
Sobre todas las cosas, a como de lugar tengo que hacerlo.
Porque no sos lo que quiero, no soy lo que vos queréis, no te veo como debería, no estás en el mismo renglón y me duele.
Muy desde lo más profundo me aporrea, la mente, la salud, el corazón, la calma.
Me destruís con lo que hacés, con lo que demostrás. Tanta incoherencia no es sana, no sé si para vos, pero para mí no lo es y te tengo que dejar ir.
Esa idea nunca se materializó y estoy segura que nunca lo hará.
Despedirme me duele, nunca es fácil decir adiós a un sueño tan arraigado en el interior, pero por encima de mi mundo estoy yo, ahí a la cabeza. 
Si se cae la cabeza se derrumba el imperio y tengo que luchar por salir adelante y dejar todo este asunto atrás, en el olvido donde desde hace mucho tiempo pertenece, por mucho que quisiera negarlo.
Aceptar que la realidad nunca será la adecuada para cumplirlo duele mucho, me dan ganas de llorar y se me arruga el corazón.
¿Pero cómo hago? Eso me carcome los 3/4 de cerebro, por mucho que lo pienso y le doy vueltas no logro llegar a una conclusión. Eso me da tanto desespero como las razones que me están llevando a despedirme.
Tengo que lograrlo, no puede existir algo inevitable -excepto la muerte- y por mi bien tengo que soltarte al olvido, que te lleve al fondo oscuro del vacío, que jamás permita que este dolor regrese.
Lo siento, con todo lo que tengo y todo lo que soy, lo siento.

¿Me quieres apoyar?