Espero que haya quemado todo...
Los recuerdos, las fotos, la ropa, las cadenas, los zapatos, las cremas, los regalos, los escritos.
Que haya quemado su piel, su boca y hasta su pelo, para que de mi no tenga nada, ni el rastro que rozando pude haber dejado.
Que todo vínculo que tenía conmigo haya desaparecido, para que nunca pueda recorrer ningún camino de regreso.
Que todo se lo haya llevado el tiempo, que todo haya sido "sobrescrito" por algo más para que el olvido sea seguro.
Eso... que el olvido sea seguro, ¡ah! y absoluto.