Esta noche me acuesto con la sonrisa más sincera, convencida de que los sueños sí se hacen realidad! :D
Gracias infinitamente al Universo, por tanto, porque la felicidad me invade...
Me despido bailando...
Una pareja sosteniendo un marco es la que menos me deja atónita, aunque me parece mañé y mucho.
Ahora... ¿Qué es esa inmunda idea de tomarse fotos en lugares en los que ni estarían en jean y tenis? Una manga por ejemplo, llena de alta hierba. ¿En serio? ¿Eso no les parece ridículo? En esa manga ni en botas de caucho entrarían, ¿por qué hacerlo con un vestido blanco y un frac o traje elegante? Mañé, mañé, mañé. Menos si uno sabe que la pareja no es más "citadina" porque no puede.
Ahora esa foto de los dos mirando el horizonte cual final de película de Disney, ¿qué están pretendiendo ahí, que visualizan un futuro, que están verificando si tienen astigmatismo? No me cabe en la cabeza y de verdad, qué mañesada.
A los fotógrafos, ¡no jodan la vida ome! Foto en la fiesta, bebiendo, comiendo, sonriendo con los amigos, fotos reales! pero eso de ¡Oh! Tomemos una foto con el bello ocaso al fondo mientras ustedes se toman de la mano y se juran amor eterno con sus miradas... Gas jueputa me vomito. ¡MAÑÉS!
¡Estoy hasta el coño de ver esas fotos tan inmundas, en serio, no las entiendo, no me gustan, he ocultado medio facebook de cuenta de ellas! Y bueno, como este es mi blog, yo reniego de lo que me de la gana y punto.
No es que tenga problemas para odiar a alguien, si quisiera hacerlo, seguramente sería muy buena en ello. Simplemente lo encuentro inoficioso.
Afortunadamente mi educación me ha permitido aprender a sentar al ego en el asiento de copiloto y no dejarme afectar por las acciones de los demás a tal punto que el sentimiento sea odio.
Rabia me da, a veces, ¿pero odio? nuah.
Y no es que no haya tenido oportunidades, es que es el odio como tal es tan absurdo como la maldad.
No me gusta tomar veneno para esperar que otro se muera, no me gusta contaminarme por las obras de la gente. Cada quien hace de su culo un florero si le apetece, y ¿a mi? me importa un carajo.
Es muy difícil que alguien borre mi sonrisa. Fácilmente vivo tranquila, altamente feliz y satisfecha con mis actos. No puedo responder por los demás, mucho menos sentir que me hacen algo.
"La gente no me hace, la gente hace" Roberto, gracias, te amo.
Siendo una persona que ha tenido una historia como la mía, es muy fácil entender cómo he llegado a este punto. No es del caso contar las patadas ni los golpes, a nadie le interesa leerlas y a mi menos contarlas, pero mirando atrás veo con claridad cómo puedo omitir o dejar pasar esas cosas que a un ser humano cualquiera sacarían de quicio y que a mi probablemente me dan risa.