28.4.17

Mitos, verdades y errores del sexo anal - Las delicias de Maiky


Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky". 
#LasDeliciasDeMaiky 

No hay nada peor que un man que de entrada te lo quiera meter en el trasero cuando están cogiendo. No, queridos, eso no se hace. Es el error más grave que se puede cometer a la hora de tener –o intentar tener- sexo anal.

Si en el sexo más “convencional” de penetración vaginal es importante el calentamiento, en este caso, más que necesario, es obligatorio.

La idea es disfrutar, de lado y lado, y aunque para los hombres puede ser muy placentero debido a la estrechez del conducto que penetran, para las mujeres puede ser una experiencia magnífica, que sí lleva al orgasmo, a diferencia de lo que suele creerse por ahí. 
A veces se nos va la mano en lo mojigatos y creemos que es sólo algo “cochino” y que nada rico va a resultar. Si vos sos de los que piensa eso, estás muy equivocado y necesitás experimentar carajo que pa’ eso se hizo el sexo, como tantas veces hemos dicho, hay que dejarnos sorprender en estos casos, o mejor dicho, es mejor pecar por atrevido y no por santo.

Este es un tema tabú, mal visto para muchos, asqueroso para otros, encantador y muy excitante para otros tantos. Como todo en este mundo, es controversial, pero hay maneras de hacerlo bien. Como dije, no se trata de querer meterlo de una apenas le quitaste la ropa a tu pareja, por favor, no seas bruto. Una vez un man lo intentó hacer conmigo sin preparación y para no irme de bruces terminé dándole un golpe tan duro a la pared que me abrí la mano, obviamente, él nunca más me volvió a comer. Y pilas, que esto aplica igualito para el sexo entre dos mujeres, no hay que andar por ahí metiendo dedos o consoladores a secas, ¡por favor!

La verdad es que para empezar es necesaria una buena estimulación, relajarse, explorar y ver las reacciones del cuerpo ante lo que se siente, besar, lamer, usar los dedos, incluso juguetes anales -tipo butt plug- antes de penetrar, con el fin de generar confianza y de tomárselo con calma, porque esto en definitiva no debe ser un tema de afanes. Es muy recomendado usar lubricantes porque allí no se lubrica naturalmente, en cuanta cantidad sea necesaria porque es un área delicada que debe ser tratada con cuidado. Y eso si, una vez que esté adentro, arranque despacio, no es una carrera contra el tiempo, disfrútelo y vaya aumentando la velocidad, le aseguro que si lo hacen bien es delicioso para los dos.

Las posiciones pueden ser muchas, es cuestión de sentir, ensayar y comunicarse. No es cierto que la mejor sea el perrito, aunque si es la que más propicia el orgasmo femenino. Por favor no sean aburridos, en el sexo la creatividad siempre es un plus que lleva a mayor disfrute. Eso si, estando adentro hay que agarrar bien las nalgas para que no se salga apenas estén dándole “como a cajón que no cierra”, porque queda como si se le fuera el aire y además se puede poner feo, no me ha pasado pero sí conozco historias que dicen que es como si se abriera una canilla en el culo y guácala, nadie quiere ver eso ni mucho menos vivirlo, eso debe dejar un rayón en el coco miedoso.

Contrario a lo que algunos creen, no es cierto que debido al sexo anal los músculos se estiran de manera irreversible. No se te va a dañar nada por allá abajo por hacerlo, el esfínter anal es el encargado de contraer y liberar dichos músculos, entonces no hay por qué creer pendejadas que no tienen fundamento. Eso suena a puro mito urbano que alguien se inventó para tener una excusa y no dejárselo meter en el “chiquito”, tipo “si trago semen quedo en embarazo” jaja, hágame el favor.

Y si, como todo músculo es posible entrenarlo y con la práctica se va volviendo más sencillo, más entretenido e incluso más placentero. No quiere decir que porque la primer vez fue doloroso tenga que seguirlo siendo, pues eso depende mucho de la actitud, de las ganas, de con quien se hace y obviamente del momento en el que se hace. Al día siguiente de mi primer experiencia no podía ni sentarme bien, me dolían hasta las piernas, fue muy extraño, pero con el tiempo y la buena práctica se mejoró todo y ya lo disfruto. Ahora que tengo más sexo con mujeres que con manes, lo disfruto increíble, no se imaginan, y por eso lo recomiendo a ojo cerrado.

La cruda verdad es que el sexo anal no tiene por qué doler si se hace bien, es más, los médicos recomiendan detener la práctica si hay dolor, porque puede ser debido a una lesión interna, o simplemente porque no se está lo suficientemente relajado, y si eso le está pasando, deje de inventar y vuelva a intentarlo cuando esté en la disposición de hacerlo bien, ¡sin mediocridades pues!.

¿Puede ponerse feo? Un poco si, pero para eso es importante la higiene, bañarse y lavarse bien, y no comer cosas pesadas antes de hacerlo. Además, si después de la penetración anal se pasa a la vaginal, es obligatorio cambiar de condón y limpiarse muy bien, porque ahí si es muy fácil ganarse una infección y qué rabia.

Eso si, si estás en una calentura bien deliciosa no vas a parar a bañarte, tipo “ay no, espérate me baño y ahora vuelvo”… pffff ya mató el momento, más bien vístase y váyase que la cagó. En ese caso lo que hay que hacer es dejarse llevar porque justo con esa calentura lo vas a disfrutar más, y si se pone feo, pues demalas, la pulcritud y el recato nunca deberían caber en el sexo. El sexo hay que disfrutarlo y punto, no estar pensando si se va a ver bien, si puede pasar un desastre, no no, dejemos esas bobadas atrás.

Esto del sexo anal es muy entretenido, pero para algunas personas, primero hay que cogerle el sabor. Como dice una amiga “es como un premio que se le da a un man (o a una nena) muy buen polvo, no a cualquiera”, y como tal, hay que sollárselo al máximo, en un momento de mucha excitación para que sea una experiencia memorable y no un desastre que uno no sabe si llorar de pena o reírse de dolor.

Ojalá se antojen y lo prueben bien, en serio, el sexo anal es todo lo rico.

16.4.17

Bombón, esto es para vos

Si te veías tan provocativa en una hamaca a media noche y a oscuras, no me imagino cómo te verás de bien con el pelo revolcado, enredada entre sábanas mientras te recorro de pies a cabeza...

¿Cómo llegamos ahí? No sé si es tu boca, tus ojos, tu mirada, tu cuerpo o la forma como me hablas, pero era inevitable que en algún momento te saltara encima para besarte, y vaya sorpresa me llevé, ¡qué delicia!

En tu boca me podría quedar horas, sintiendo tus labios, tu lengua, mordiéndote suavecito, jugando... Lo recuerdo y se me revuelca algo adentro y por eso estamos aquí (aparte de que me pediste que hiciera algo similar a esto)

Te beso y algo se despierta en mí, las ganas se van abriendo paso a medida que nos besamos y te voy quitando la ropa, esta vez juego yo y te tocará quedarte quieta, a ver cómo lo soportas porque no te voy a dejar el control. Se va yendo la ropa y te tiro en la cama, esas sábanas grises me encantan y te resaltan la piel, me gusta muchísimo ese color tuyo, me provoca tocarte toda y eso es lo que haré.

Te recorro la cara, las orejas, el cuello con mi boca, mientras enredo mis dedos en tu pelo y te sigo besando, bajando poco a poco y así, despacio ya tengo mis labios en tus senos, los lamo, los respiro, los toco de lado a lado con la lengua y a mordiscos y de repente se te sale un gemido. Me mojan los gemidos, es demasiado excitante tenerte así debajo de mí.

Sigo bajando por tu abdomen, costados, piernas... arriba y abajo, pasando por el lado de tus calzones sin detenerme en ellos, te volteo y recorro tu espalda que me fascina y de repente bajo, te muerdo la nalga, le doy besitos, la acaricio, la aprieto y así boca abajo te quito lo único que te quedaba de ropa, ¡por fin!

Empiezo a pasar la lengua, despacio y a sentir lo que tu cuerpo dice, te busco con mis dedos y sin prisa los muevo de lado a lado, te volteo y con tus piernas alrededor de mi cabeza voy pasando la lengua por uno de mis lugares favoritos, mordiendo despacito, chupando, aumentando el ritmo a medida que tus movimientos y tus gemidos me dicen que lo haga. Mis dedos se unen al juego y entre ellos, mis labios y mi lengua te hacen venir en mi boca, ¡qué arqueada tan bonita y qué sensación tan deliciosa!

Me gusta muchísimo recostarme sobre vos y es lo que hago para descansar un ratico, un abrazo grande para recargar las energías antes de seguir haciéndote sentir delicioso siempre es bueno, ¿no?

 En esas sábanas revueltas te revolqué y te recorrí de un lado a otro, disfruté cada pedacito de tu piel y no veo la hora de volver a tenerte frente a mí porque ya sabes lo que te voy a hacer...

Besitos encoñadores

Besitos encoñadores, de esos que uno pide al Universo cuando piensa en su gusto por alguien, "que bese rico, que bese rico", por favor, eso lo superaste con creces.

Todo lo rico bombón, qué delicia de noche, hasta la parte de dormir un poco fue deliciosa. Me encantó dormir entre tus brazos -y eso no lo suelo hacer, no me gusta-.

Tengo esta cabezota entamborada y seriamente antojada, ¿por qué te tenías que ir?, deberías venir en mayo o en junio conmigo otra vez.

¡Quiero más! Te quiero conocer, porque de verdad no nos conocemos mucho, aunque digas que sabes cositas sobre mí, no es recíproco.
Toda, por dentro, por fuera, quiero saberlo todo. Qué te gusta, qué odias, qué te mueve, qué te hace levantar en las mañanas. Cuáles son tus sueños, tus filosofías, qué es lo importante y lo que te hace estallar de felicidad.

Sin afán, lo quiero todo... con vos.

7.4.17

¿Yo qué les dije?

Al final, ¡yo siempre me quedaré con la chica!

Para vivir como millonario hay que tener cojones - Las delicias de Maiky


Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky". 
#LasDeliciasDeMaiky 

¿Se han puesto a pensar cómo hace esa gente que se la pasa viajando, que tienen una vida como toda buena, pero que uno no los ve que se matan trabajando? De esos que le provoca a uno seria envidia, porque uno está atrapado en un cubículo o una oficina, con quince pinches días de vacaciones en el año.

Esa gente sí sabe para qué es la vida, parece como que se hubieran ganado la lotería, pero uno los ve y no es que estén nadando en billetes cual Warren Buffet, no, entonces es inevitable preguntarse ¿cómo carajos hacen ellos y uno no?

La verdad es que para vivir como millonario, definitivamente no hay que serlo, sólo hay que querer vivir como uno. Ojo, no estoy diciendo que por querer tener las cuentas taqueadas de millones eso vaya a pasar, ¡nuah! ojalá fuera tan fácil. No, no estoy hablando de dinero, estoy hablando de estilo de vida. A la hora de la verdad, eso es lo que diferencia a esos que aparentemente “hacen lo que les da la gana” de los mortales que viven embalados, sin tiempo, sin energía y soñando con vivir mejor. Si no cree, vaya cuélese a un club exclusivo de la ciudad y fíjese quienes están a las 10 de la mañana tomando cocteles y jugando golf, los que manejan su tiempo son los millonarios.

Hay que “echarse al agua” si uno quiere vivir un estilo de esos parchados, de los que te permite decidir qué hacer con cada hora de tu tiempo, dormir hasta que se te acabe el sueño si te da la gana, o despertarte a hacer deporte si es lo tuyo, o irte de viaje en cualquier momento porque así lo sentiste. Vestirte como te de la gana, mantenerte en pantaloneta y no volver a ver una corbata si no te gusta, trabajar en lo que te apasiona, comer lo que se te antoje y cuando se te antoje y por qué no, poder quedarte en tu casa viendo películas. Ir a visitar a tu familia, parchar con tus amigos o jugar con tus mascotas. Esa “buena vida” es el que hace que todo esto valga la pena y no creo que uno tenga que ser millonario para hacerlo.

¡Pum! Explotaron las cabezas de los incrédulos, esos que están moviendo la cabeza en negación, pensando “oigan a esta, yo no puedo hacer eso”, y ojalá se sientan así para que se replanteen y abran los ojos a los hechos, porque la verdad es que vivimos en un mundo tan abundante, tan lleno de posibilidades, que conformarse con una vida planita y básica, casándose con la idea de la esclavitud al dinero es la mediocridad más grande del siglo XXI.

¿Se acuerdan del artículo “Detrás de la Web Cam de Alice Baudelaire”? Esa nena se dio cuenta que haciendo algo en lo que es rebuena se podía dar una vida “suficientemente cómoda”, además de aprender que no es necesario regalarle el tiempo a nadie. Esa pelada vive como viven los millonarios, no nos digamos mentiras.

Para uno hacer lo que le de la gana en la vida no necesita sino tener los cojones para hacerlo, es la verdad. ¿Para qué gastarse los días en un trabajo de mierda? Esa excusa de que hay que pagar las cuentas está más mandada a recoger que las tiendas de alquiler de películas.  No seamos ciegos pues, hay muchísimas formas de generar dinero, y si uno se pone a ver para qué es exageradamente bueno y explota esas habilidades en pro de resolver el tema de platica, seguro lo logra. Honestamente, si algo permite la globalización y la tecnología es encontrar mercados para cualquier cosa para la que sirvamos. 

¡Y ya está! Cuando uno encuentra esa manera de librarse de pensar en dinero, de estar trabajando todo el tiempo, se puede dedicar a parchar, a vivir eso que nos hace dar envidia de los que se la pasan haciendo lo que les da la gana. Eso si, la cantidad de dinero que usted tiene que resolver es problema suyo, eso no es una medida estándar ni un número público, cada quién verá con cuánto vive lo que le gusta vivir.

La riqueza no se mide en términos de dinero, sino en términos de tiempo (palabras de mi admirado Robert Kiyosaki). Para una vida feliz, de riqueza, de esas envidiables, es necesario vivir conscientemente enfocado en lo que a uno lo mueve por dentro, en disfrutar y aportar. No es más. Yo decido no regalarle mi vida a nadie, y ustedes, ¿qué van a hacer?

24.3.17

Viene el Papa, ¡Qué emoción! - Las delicias de Maiky


Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky". 
#LasDeliciasDeMaiky 

Con todo el respeto a los católicos, que en este país aparentemente son muchos, me genera más emoción un concierto de Ricardo Arjona –léase mi desprecio entre líneas por favor- que la venida de ese señor a Colombia.

Al parecer, el costo estimado de dicha visita oscila entre 1 y 2 millones de dólares al día, es decir, entre 13.000 y 25.000 millones de pesos colombianos porque viene 4 días, cifras que no se saben a ciencia cierta porque el Vaticano es muy reservado en este tema, todos sabemos por qué, pero no es pertinente tratarlo ahora aquí. Y eso que este señor “se opone a gastos elevados” (palabras textuales del presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia), ¡qué tal que no!

Por un lado, hay quienes sostienen que viene como el representante del Estado del Vaticano, por lo que es normal que su visita la pague el gobierno colombiano, como se usa normalmente con las visitas entre presidentes y todas esas parafernalias de políticos. Siendo así, ¿qué pitos toca un religioso metiendo la cucharada entre políticos? Supuestamente, la Iglesia Católica no debería intervenir en temas políticos por tratarse de una religión, al menos eso me ha repetido hasta el cansancio mi ultra-católico-roommate, lo cual me genera muchísimos más interrogantes de los que ya mantengo con este asunto.

Por otro lado, hay quienes sólo lo ven como la cabeza del catolicismo visitando nuestro país, y de ser así, ¿por qué todos tenemos que costearlo? ¿por qué no traer a otros líderes de otras religiones también? Si supuestamente viene con el fin de apoyar la paz, empecemos por aceptar y reconocer las diferencias de creencias y religiones que profesamos en este país y no le demos gusto sólo a un grupo, por muy grande que sea.

¿Quién paga el viaje del papa Francisco? Es la pregunta que nos hemos hecho muchos últimamente. Lo lindo e incoherente es que la mayor parte la cubre el gobierno nacional, el resto lo patrocinan empresas privadas. Por supuesto los porcentajes de intervención económica tampoco han sido revelados, no sea que el pueblo se escandalice más de lo que ya, al parecer, está. Honestamente, esa visita la deberían pagar los católicos, nadie más, si quieren ver a su líder, pues que se metan la mano al bolsillo y lo traigan.

¿A qué viene el señor? Hace unos meses, en septiembre de 2016 para ser exactos, el papa Francisco I prometió venir a Colombia cuando el acuerdo fuese blindado por el plebiscito y por el reconocimiento mundial. "Yo estaré en Colombia para enseñar la paz" :o –espacio reservado para el desahogo de la ira-.

Alguien que le aclare a este señor que hubo un chanchullo bizarro con todo el tema del plebiscito y la finalización de la negociación. Además, por favor díganle cómo funcionan los procesos de enseñanza y por amor al cielo o a quien amen, alguien que le diga a este señor que si los millones de católicos colombianos que van juiciosos a misa cada ocho días, salen a la calle a ser los mismos hipócritas/homofóbicos/mente cerrada e intolerantes de siempre, 4 días de él hablando aquí no van a solucionar nada de fondo. Y eso que prefiero no hablar del tamaño del ego, por favor.

Hágame el favor, 25 mil millones de pesos colombianos gastados (no invertidos como algunos quieren hacer creer) en 4 días, hablemos de descaro. Literalmente hay niños en la Guajira que se están muriendo de hambre, por mencionar sólo un problema grave del país. No es más católico invertir esa platica en ayudarles a resolver de alguna manera y en alguna medida ese tema, en vez de gastarlo en desfilar al pobre anciano por 4 días en 4 ciudades del territorio colombiano?

Hay asuntos más urgentes, literalmente más vitales en los cuales se puede invertir todo ese dinero, no es justo y no creo que sea justificable gastar tanto en un viaje, por muy concurridos que sean los eventos y muy espiritual que puedan ser sus palabras para tantos.

Lo único que me queda de esperanza es que ojalá el turismo se dispare de una manera tal que los ingresos generados sobrepasen exageradamente el costo de la visita y que finalmente todos los que hoy estamos indignados renegando nos podamos quedar callados, sabiendo que al menos, en términos económicos, valió la pena.

Fuentes: Conferencia Episcopal de Colombia, Periódico El Colombiano, Periódico El Tiempo, Periódico Portafolio, Periódico La República

9.3.17

Vomitando letras

Vos sos de los capítulos más difíciles de cerrar en mi vida. Tal vez nunca lo logre cerrar del todo, tal vez siempre haya un espacio vacío para que lo llenés, no lo sé.

Pocas cosas me han costado tanto como cambiar el chip con vos, ese chip que te define como una amistad, una del alma y que elimina la eterna ansia de algo diferente. Es muy putamente difícil. Día a día lo intento y a veces me siento victoriosa y en medio de mi vanagloria sonrío, pero otras veces aparecés y cual tsunami desbaratás todo lo que tenía pensado, todo lo planeado y por algún huequito me hacés derretir y ¡pum! cae al suelo todo. ¡Me da una rabia!

Odio admitir que escucho tu voz y saberte lejana me corroe el alma.
"Uno recibe lo que merece" es de esas frases que ahora mismo, escribiendo a velocidades alarmantes por necesidad de cambiar mi taquicardia, no entiendo. ¿Qué cojones he hecho para merecer tanta dificultad de mandarte al carajo? ¿para sentir que es una condena? odio las condenas, a la mierda, yo soy más que eso.

Yo soy más que una emoción desbordada, apelo a mis 3/4 de cerebro para que dejen la "maricada" y entiendan cómo son las cosas.

Las cuentas claras.

Una de las personas más importantes de mi vida, una que hace parte de la realización de uno de mis más grandes sueños, una que ha sido amiga -intermitente pero poderosa- por mucho tiempo. Una mujer admirable, muy loca a veces, un desborde sin igual de energía y de alegría, una fuerza imparable, de esas que sabés que si no te ponés de su lado, va a seguir sin vos.

Si se te olvidó qué y quién soy yo en tu vida, es tu problema, yo no debería estar prestándole tanta atención a tu forma de actuar.

La gente hace, no me hace.

Siempre tendrás un espacio en mi recuerdo como "el paisaje más soñado, el lago en el cielo". Recuerdo cerrado, como merece ser.

...
Ese es el problema, los puntos suspensivos con vos.

7.3.17

El precio de las tetas - Las delicias de Maiky


Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky". 
#LasDeliciasDeMaiky 

Cirugía segura YA es una necesidad, especialmente en una sociedad como la nuestra, donde tantas personas se ven encaminadas a transformar sus cuerpos con objetivos como sentirse mejor, ser aceptadas, atraer a otras personas, etc.

Me senté a conversar con una chica en un restaurante cualquiera de Medellín, la cuna de la cirugía plástica, la meca de la apariencia. En el año 2011 entró a un quirófano con el fin de realizarse dos procedimientos: ponerse tetas y hacerse una lipo, y lo que se suponía que era ambulatorio resultó en un mes de difícil recuperación y una hospitalización, que incluyó unidad de cuidados intensivos, entubación y posteriormente una serie de repercusiones negativas en su salud, su cuerpo y en su mente.

¿Qué pasó? Inicialmente se quería poner tetas, pero terminó siendo enredada por un doctor que en pro de embolsillarse más dinero le recomendó hacerse una lipoescultura. Sin embargo, su tragedia no es por haberse hecho dos procedimientos al mismo tiempo, de hecho ese es el máximo recomendado, es más bien por haber caído en manos de un médico incapacitado para realizar los procedimientos, una clínica sin las instalaciones e instrumentos necesarios para responder ante alguna emergencia y un supuesto cirujano plástico fantasma. ¿Por qué fantasma? Porque aparentemente nunca apareció, dijo ella, quien contaba su historia con un aire tranquilo, aunque a veces en sus ojos color miel se asomaban lágrimas y yo me sentía una mierda por haberla puesto de nuevo a recordar todo el episodio.  Ella es una víctima de un coctel de irresponsabilidades, no es más, y como ella, hay cantidades exageradas en Colombia, incluso víctimas mortales. En Antioquia el año pasado murieron 13 mujeres por someterse a cirugías plásticas en clínicas no aptas o con médicos no capacitados, es el colmo.

Muchas cosas pueden salir mal en una cirugía, especialmente una practicada por la persona equivocada. La posibilidad de que se produzca una infección en una cirugía es algo menor del 1%, sin embargo puede pasar, al igual que rechazo de los implantes, necrosis de tejidos, llagas, pérdida de sensibilidad, coloraciones anormales en la piel, pérdida de la capacidad de amamantar, asimetrías, cicatrizaciones anormales, hemorragias, trombosis. Literalmente te puedes dañar el cuerpo, e incluso como ya dije, puedes morir.

Un médico que no es cirujano plástico no debería poder realizar este tipo de procedimientos, pero en este, el país del sagrado corazón, cualquier cosa puede pasar. Por eso es mejor “curarse en salud” y revisar que el doctor sea Médico Cirujano Plástico y que haga parte de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva, en donde se encuentran agremiados los cirujanos calificados. También existe la Asociación Colombiana de Cirugía Cosmética, pero en ella está cualquier doctor que haya hecho un curso en otro país, online o cualquier cursillo, por lo que no es recomendable guiarse por ahí.

Las mujeres somos muy vanidosas (aunque existen hombres que nos ganan y con honores), pero es importante determinar las razones por las cuales nos queremos someter a estos procedimientos y antes de meternos a un quirófano es bueno saber por qué lo hacemos, que sea una decisión propia, en pro de sentirnos más a gusto con nuestros cuerpos, para “corregir” algún “defectico” de la naturaleza, pero que por ningún motivo nos sometamos a un cambio porque alguien nos lo sugirió o por darle gusto a alguien más. ¿Si las cosas salen mal, ese alguien cargará con las consecuencias? Seguro que no, esto necesita ser una decisión personal, consciente y estudiada.

Aparte de la recomendación que nos hace la hermosa chica de ojos miel de saber por qué lo hacemos, nos aconseja que revisemos muy bien si el médico y la clínica están en capacidad de realizar el procedimiento y de responder ante alguna eventualidad. Pilas con los irresponsables y las clínicas de garaje, con lo podrida que está la sociedad, ya sabemos que la ética no es un pilar y existen estos “chuzos” donde te operan de cualquier cosa por el sólo hecho de ganar dinero.

Es bueno también pensar en las consecuencias, dice ella. Si todo sale bien, magnífico, pero ¿qué tal si no? Física y emocionalmente te haces un daño, tal vez irreparable, pero ahí no para, el trauma va más allá pues es capaz de destruir relaciones, aminorar tu confianza incluso a la hora de tener sexo, sin mencionar los gastos en los que se incurre porque no es sólo el transporte, es más tiempo entre médicos, clínicas, abogados, denuncias y demandas, si es que decides irte por este camino, lo cual yo recomiendo, a estos desgraciados hay que detenerlos de alguna manera, por muy poderoso que sea el gremio y por muy desgastante que sea el proceso. “Sopesar lo que puede pasar con la razón por la cual te quieres operar” dice ella, y si decides hacerlo, hazlo bien.

Seis años después de su horrible episodio, dice que por fin se siente capaz de hablar del tema, que ya mira sus cicatrices como un recordatorio, que ha ido superando sus traumas a la hora de tener sexo, que está lista para enfrentar las peleas que se le vienen con los médicos y la clínica y que está dispuesta a ayudar a todas las demás personas que se han visto afectadas por este tema, por eso incluso tienen grupos de apoyo, donde se cuentan casos, se dan ánimos y consejos.

Personalmente me fue muy bien cuando me puse tetas, quedaron hermosas, la cicatriz es invisible, no tuve complicaciones de ninguna índole y todo salió perfecto, por lo que es obvio que estoy muy a favor de las cirugías, siempre y cuando se hagan con el mejor médico y en el mejor lugar posible, así sea más costoso, se trata de minimizar los riesgos por todos los frentes.

Es obvio y necesario que algo tiene que cambiar y yo sé que tantas mujeres víctimas unidas no van a seguir siendo ignoradas, este tema con ayuda de las redes sociales cada vez toma más fuerza y ayuda a crear más consciencia en nosotros como individuos, quienes estamos en la obligación de hacer la tarea bien hecha antes de meternos a un quirófano.

18.2.17

¿Es mejor el sexo con un man o con una vieja? - Las delicias de Maiky


 Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky". 

#LasDeliciasDeMaiky 

 

Esta pregunta me la hacen muy a menudo y la verdad es que siempre sonrío porque me obliga a recordar las mejores experiencias para poder definir y responder. No es una respuesta fija, no es una decisión tomada, de ser así me encasillaría en un solo género y dejaría la bisexualidad en el pasado. Honestamente y sin tapujos confieso que ambos me encantan, pero por épocas o gustos, me inclino más hacia unos o hacia otros. –Incluso si, a veces prefiero juntar ambos sexos… -.

Últimamente la respuesta simple y rápida es: con una vieja.

Me fascina pensar en revolcarme con una nena. El tacto, la delicadeza y la suavidad que te encuentras en cada centímetro de su piel, en sus movimientos, en las miradas, es una obra de arte, hasta su forma de gemir es deliciosa y nada que decir de la expresión de un orgasmo de una nena, es sublime. Nada como un pelo largo desordenado sobre una cama, unas piernas entre sábanas y perderse jugando hasta que no se pueda más… Las mujeres sabemos cómo tocar a otras mujeres, tenemos cuerpos similares y sabemos dónde hay que presionar, dónde es riquísimo morder, dónde hay que ser un poquito más suave y lo mejor, sentimos en qué momento acelerar movimientos o por el contrario, bajarle al tiempo y provocar sensaciones más fuertes.

Esa respuesta simple y rápida que doy a veces realmente no cubre la totalidad de lo que me gusta, porque la verdad es que cuando pienso en un buen polvo con un man, vuelvo y sonrío. Algunos saben bien como sacudirte, como moverse, y la verdad es que es muy rico que un man te coja y te zarandee mientras te da como a “

El sexo con los manes es muy rico, pero puede llegar a ser más primitivo. No quiero ser malinterpretada, pero a veces los hombres actúan como si su objetivo fuese meterlo y venirse, en vez de dedicarse a jugar, a recorrer, a dar placer. Chicos, la penetración es muy rica, pero los preliminares son también lo más saborizado que existe y si los hacen bien, se van a llevar lo mejor de una nena.

¡Y no es que las mujeres siempre sean buenos polvos! Hay algunas que (incluso en los momentos más ociosos) no provocan más que volverse a vestir porque no hay ni una pizquita de energía ni de ganas que te hagan continuar. Es la cruda verdad, también existen viejas que no tienen talento para el sexo.

Finalmente, como dice una gran amiga, “no se comparan”, es que son tan distintos que puede ser tan delicioso con cualquiera de los dos como uno quiere que lo sea, cada uno tiene lo suyo y es cuestión de explorar, disfrutar y mantener en mente el placer de todos dos –o de los que hayan-.

Lo que si es cierto es que la respuesta a esa pregunta depende de cada uno, y lo último que podría decirles es que los invito a descubrirla.

14.2.17

...

Esta sensación rarita en mi interior tiene nombre propio, tiene causa definida. Ella no está y la extraño. Revivo en mi mente la última interacción que tuvimos y me pregunto qué le está pasando, no es normal, no es común en ella y sé que lo sabe. Aunque le he repetido hasta el cansancio que cuando se va me hace un hueco, seguramente no me lo ha creído porque no se apartaría tan fácilmente. Si supiera la fuerza que tengo que hacer para no gritarle o para no soltarle un simple hola. Me llama a gritos, su mente y la mía están conectadas y la siento, detesto tener que darle una lección otra vez. No está bien, si lo estuviera no se iría, yo la puedo ayudar, rescatarla si es del caso, lo he hecho mil veces y lo haría billones más, en eso consisten nuestros muy desarrollados poder y arte, pero le tengo que volver a mostrar que si ella se va, yo no voy a tirarla hacia mi. Así me trague el corazón cada hora y me tenga que repetir cientos de veces que soy muy fuerte. Lo que sigue lo conozco, más ocasiones de las que quisiera lo he vivido, en un par de días después de su regreso todo estará bien. Somos imanes.

13.2.17

¡Bichi!

Hay algo en mí que siempre te extrañará...

12.2.17

Random thoughts

I wonder if he already knows how to play with your clit or if you taught him.

28.1.17

Conclusión de un sábado al medio día

Si ya no te escribe ni te llama cuando se emborracha, ya no es tuya

15.1.17

Ah bueno

Así como cuando uno se va de viaje y el compi de piso se encuentra al man con el que uno está saliendo, en un supermercado, dándose picos con una grilla, así...
Otro que se va, realmente no pasa nada, sigo intacta.

8.1.17

... El ratón del queso -me enojé-

Esos amigos que le dejan de hablar a uno porque su pareja así lo quiere, ¿qué ome?
Eso no es amistad, así no deberían ser las cosas, es una falta de respeto, de cojones, de confianza, de todo.

No quiero más gente así en mi vida, que se vayan al carajo y ya veremos si se atreven a venir llorando cuando su relación tambalee o se termine, porque ahí si seguro se dan cuenta de todo lo que perdieron y lo intentan recuperar.

No me ha pasado una sola vez en la vida, ya me sé de memoria cómo van las cosas con estos supuestos amigos que me hacen sentir tanta rabia que a veces creo que me va a dar un aneurisma.

Y es que llega una persona aparecida y después de un comentario o una discusión borra años y años de bonita amistad, y casi siempre la causa con celos, hágame el hp favor.

Y lo peor es que casi nunca el "amigo" este es capaz de decirle a uno la situación como para despedirse, "pedir un tiempo" o algo, ¡no!, solo se aleja y uno se da cuenta cuando la ausencia hace presencia y se topa uno de frente con el silencio. Es el colmo llegar a eso después de haber pasado días y noches enteras hablando de las confesiones más íntimas y los asuntos más personas posibles.

¡Qué puto descache alguien así!

Abrí los ojos y reaccioné

¡Eso de guardar esperanzas en alguien o de estar con alguien si es una pendejada! Se llena uno la cabeza de ideas y cuando no se hacen realidad queda uno como un bobo, solo y aburrido.
Ya no quiero guardar esperanzas con nadie, no me apetece sentirme maluca por no estar con alguien -estar, en el mayor espectro posible de la palabra-.

A la mierda todo esto, que cada quien haga lo que le de la gana, si coincidimos bien y se vive, si no, pues nada, que cada quien siga haciendo lo que le plazca.

4.1.17

¿Resoluciones de año nuevo? - Las delicias de Maiky


Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky". 
#LasDeliciasDeMaiky 

Arrancó el nuevo año y seguramente ya te empezaste a dar cuenta que estás viviendo exactamente igual que el año pasado –y los años anteriores-, y si no te has dado cuenta aún, te doy unos días más, por pura amabilidad.

Es un gran “pajazo mental”, creer que de un día para otro todo va a cambiar simplemente porque la Tierra pasó de nuevo por un punto en su órbita alrededor del Sol, y que por eso automáticamente te vas a despertar al día siguiente siendo una persona nueva que cumplirá todos sus propósitos, sus sueños, o lo que sea que te hayás dicho. No, no, no, ¿ves que no tiene mucho sentido?.

Es como creer que en la noche del 31 de diciembre, a eso de las 12:00 de la noche (antes no sirve, después menos), unas hadas o unos duendes o alguna cosa rarita te echó polvos mágicos encima y ¡pum! ¡Ha resurgido un nuevo ser humano!, abran paso que este si es capaz de comerse el mundo porque justo ayer se acabó un año de mierda y este que empieza si, en este si lo dará todo y será el mejor año de su vida. Haceme el favor y dejá de estar creyendo pendejadas.

Es la época en la que más gente se inscribe al gimnasio (para nada) y va a la peluquería, porque los propósitos más comunes son, obviamente, vivir de manera más saludable, verse bien, sentirse mejor, hacer ejercicio y comer más balanceado (eso sí, hasta diciembre porque los tragos, la natilla, los buñuelos, los asados y las fritangas son irresistibles). Pero cuando empiezan a pasar los días, nos vamos dando cuenta que ni por el verraco vamos a hacer los sacrificios necesarios para hacer realidad los objetivos que nos prometimos.

Porque eso sí, uno arranca con toda el día uno, pero romper los hábitos es muy difícil y más temprano que tarde termina tirando la toalla, se aburre, se siente fracasado y finalmente lo deja en el olvido, trayéndolo de nuevo a su mente a final de año, cuando llega el momento de volver a hacer la lista inútil, en la cual, por supuesto se incluirá para intentarlo otra vez en el nuevo año.

¡No jodan! Se requiere más que una reflexión impulsada por un acostumbrado alboroto mediático y social para cambiar la vida. Las 12 uvas no van a darte prosperidad porque no tienen nada que ver, los calzones amarillos (que espero pronto dejen de ser parte de los inventarios de los almacenes) no te van a dar lo que prometen por la sencilla razón de que son unos calzones y punto, correr como dementes con maletas vacías no te darán más viajes, porque la maleta no es mágica y no trae un montón de tiquetes y dinero en su interior.

Eso de la maleta lo hacía de pequeña, luego aprendí que me tocaba acosar a mi familia para que me llevaran de viaje, independiente de cuántas vueltas daba o dejaba de dar alrededor de la piscina que había en el lugar donde pasábamos los 31 de diciembre. Ahora la cantidad de viajes que haga en un año no dependen de mi familia sino de mi, por eso he resuelto acosar a la vida para irme a donde me provoca, cada vez que me provoca.

Se requiere mucho enfoque en lo que se quiere ganar, determinar cuáles son los pasos que se deben seguir facilita un montón la tarea, y por supuesto, hay que concentrarse en ayudarle al cuerpo y a la mente a conseguir el nuevo hábito de manera que le sea leve y que cuando menos lo piense el cambio ya se dio. Se requiere ir paso a paso y para eso no es necesario que se acabe el último mes del año del calendario gregoriano.

Dejá la bobada, despertá y date cuenta que cualquier momento de la vida es perfecto para proponerse algo y avanzar hasta lograrlo.

Que te den

¡Y no te borro nada más pa' que te sepa a puta mierda ver mi vida!

Perdiendo el tiempo

Ya no sé si llegué tarde a tu vida o si llegué a tiempo. ¿O tal vez llegaste? 
A mi vida le caes en un buen momento, pero veo que a la tuya no, aunque lo que veo es diferente a lo que siento, a lo que me haces sentir.

Hay cosas que pasan de las que uno no entiende nada. Vos y yo coincidiendo en este momento es una de esas cosas. Y como siempre, me como de vez en cuando el coco intentando descifrar de qué va todo esto.

Creo que hay una lección aquí guardada, aunque aún no la veo.
¿Que deje de ser ociosa con la sexualidad con una mujer? ¿Que te ayude a descubrir quién sos realmente? ¿Que te deje en paz -como mejor persona- porque ya hay alguien más en tu vida? ¿Que vuelva y omita el gusto físico y me enfoque solo en construir una amistad como lo que planteaste la última vez, el 31 de diciembre? ¿Que te sacuda el mundo?
No lo veo claro. Será fluir con mucho respeto y mucha ética para no herir a nadie, no me gusta herir, ni que me hieran, entonces será apegarme al karma y portarme de acuerdo a lo que vayás planteando, no yo para no meter las matas ni nada.

Fluir con cuidado. FIN.

28.12.16

¡Jueputa ome!

Te instalaste como un virus, 
Ya me cuesta sacarte de la cabeza...
El Universo y sus formas extrañas, ¿por qué ahora?, ¿por qué vos?, ¿por qué yo?
Lo que faltaba en este año era esto, que me invadieran las ganas de conocerte por dentro, por fuera... 
Te instalaste, me dejé, ¿así o más débil?
Vamos a ver qué pasa, mi viaje no podía ser más oportuno.