Artículo publicado originalmente en la página web de "Las delicias de Maiky".
#LasDeliciasDeMaiky
Con lo que nos gustan las mujeres, en un día como hoy no podíamos quedarnos callados.
El cáncer de seno o cáncer de mama es como esa desgracia que todos sabemos que existe pero que no creemos que nos puede pasar a nosotros. Es como cuando entran a robar a la casa del vecino, uno se impresiona un poco, se lamenta solidariamente y hasta se llega a asustar pensando que le puede pasar a uno, pero un par de horas después ya pasó y uno ni se molesta en poner una cerradura adicional, porque como todo, preferimos esperar a que nos pase el desastre para quejarnos y actuar cuando ya el daño está hecho.
No es casualidad que se haya vuelto un tema de moda, lo vemos en todos lados y este mes sí que lo veremos, y aunque suene a disco rayado y se haya vuelto hasta cliché, es necesario prestarle atención y dejarnos tocar un poquito, porque es cierto que mientras más temprano se detecte, más fácil y exitoso será el tratamiento.
Lo digo por experiencia, no propia afortunadamente, pero si. Mi mamá tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para extraerle un tumor maligno de un seno y actualmente mi compañero de apartamento (si, es hombre) y dos tías están en tratamiento de quimioterapia para combatir este pedazo de fastidioso llamado cáncer de mama.
¿Sabías que a los hombres también les da? Yo me enteré, me escandalicé y por supuesto investigué. Si, aunque es 100 veces más común en las mujeres, a los hombres también les puede dar.
Esto es como todo, al que le va a dar, le da, pero no por eso hay que desanimarse. Hay factores que aumentan el riesgo de padecerlo, como hay algunos que lo disminuyen. Por ejemplo: ser mujer, envejecer, algunos genes hereditarios, la raza, consumir bebidas alcohólicas y tener sobrepeso, son factores que aumentan el riesgo.
Claramente algunos son inevitables, pero otros dependen del estilo de vida que se lleve, por lo tanto haciendo uso del hermoso libre albedrío, queda en la elección de cada uno propiciarlo o intentar prevenirlo.
Intentar, y en eso soy enfática, porque no está demostrado que tener el estilo de vida más saludable de la historia de la humanidad lo pueda a uno salvar de este o de cualquier otro mal de salud.
Si, de algo nos vamos a morir, pero cada uno debería hacerle la guerra a las enfermedades para que no les quede tan fácil librarnos del parche que es vivir. Si usted no piensa algo parecido, le recomiendo encarecidamente que vaya y busque ayuda.
No hay que creer todo lo que se lee por supuesto, y en temas de salud en los que hay tantos intereses de por medio es muy importante no tragar entero y hacer un poquito a fondo la tarea de investigar. Por ejemplo, no es verdad que el uso de desodorantes, sostenes, abortos provocados ni implantes mamarios aumenten el riesgo de padecer este cáncer.
¡Mujeres por favor! No se hagan las que no les puede pasar y con mucho juicio tóquense las tetas, o los senos pues si les parece menos escandalosa la palabra. También pueden dejar que su pareja, su polvo de turno o el que les apetezca las toque (aprovechan y matan dos pájaros de un solo tiro). Si encuentran algo consulten inmediatamente y si no encuentran nada pues al menos se tocaron un ratico y se conocieron mejor. Además, vayan al doctor cada 6 meses como deberían si son sexualmente activas y en la revisión pidan mamografías, ecografías de senos, o el examen que sea necesario y háganselo. Es mejor prevenir que lamentar y ustedes nos encantan entonces las queremos aliviaditas y contentas.
Los hombres –comúnmente- tienen menos que tocarse en el pecho pero de todas maneras paren bolas al tema, si encuentran alguna cosa rarita vayan al médico, con estas cosas es mejor no jugar, y no, cerrando los ojos y mirando para otro lado no se van a desaparecer los problemas como muchos pensamos, principalmente ustedes queridos.
Ya saben, tóquense, cuídense, no traguen entero y pilas pues, que ese desgraciado cáncer se lleva más fácil a los que no hacen nada a tiempo.
Ya estoy lista para contar tu historia, sin dolor, sin remordimientos. Quisiera decir que te dejé ir sin rabia alguna, pero no es lo mío mentir. Sin embargo, he llegado al punto determinante donde sigo adelante sin ti, donde estoy tranquila y donde voy por el camino que me lleva al lugar que siempre busco y merezco... a estar intacta.
Te agradezco todo y te deseo lo mejor, se que no crees merecerlo y estoy segura que ese fue uno de los asuntos que te llevó a alejarte, pero te lo deseo. Que la vida te sonría y aprendas a sonreírle de regreso, que te vuelvan a brillar los ojos y emanen de tu interior las sonrisas más sinceras. Que puedas disfrutar la alegría y tus días se llenen de momentos que hagan valer cualquier pena.
Que el Universo ilumine tu camino hacia la felicidad, es lo último que tengo por decir.