Hay días de días, ciclos que se repiten de vez en cuando, como las mareas vivas y las mareas muertas, hay días lindos en mareas vivas, hay días lindos en mareas muertas, hay días feos por igual.
Hoy parece que fuera un día lindo en marea muerta, o no sé si parezca más a un día feo en marea viva... No lo sé, sé que no logro concentrarme en lo que debería concentrarme, rabia, estrés, desespero, ansiedad, ver correr los días y esperar que llegue un día, esperar con miedo porque no sé si ese día llegará, no esperar nada es lo que siempre me digo, pero como no esperar si me recorre algo que es más fuerte que yo y no lo puedo ignorar.
Un cigarro tras otro, un café tras otro, una coca cola tras otra y sigo esperando, vendrán pronto más ciclos y todo puede cambiar, me asusta saber que hay tanto que no sé, tanto por aprender en una carrera contra el tiempo, tiempo que sigue corriendo para pasar por encima del día que quiero que llegue y me entristece saber que se irá tan rápido como todos los demás.
Una canción, una petición, una oportunidad más... Un recuerdo, un pasado que no olvido y un presente que está en mis manos y no lo puedo controlar... Un deseo que llevo por dentro y en días como hoy no me deja de azotar... Una llamada que no hago, un mensaje que envío consciente que no sabrán responder.
Hay días que no cambian, hay días diferentes, días que comienzan a parecerse a los demás, la Luna que se llena y se desaparece, la constelación que encuentro llena de energía y me da tristeza no poder seguir su corriente porque no sé a que hueco me iré a mandar, la respuesta de un doctor, la foto de mi princesa, la princesa de fantasía que no quiero tener en fantasía sino en mi realidad, el chico que jugaba a la pelota, el chico que pateaba a la velocidad de la luz, la chica que derrama una lágrima en una imagen que miro y pienso en que pensará, el amigo en la clínica, el amigo enamorado, el mundo entero en mi mente y siento a veces que sólo me quiero desahogar.
Los chismes, las preguntas hardcore, la confianza perdida y la confianza por ganar, extrañar el miércoles de mamá, los conciertos, la chica que quería vivir de la mano del chico rock'n roll, la chica que extraña cantar y le fascina bailar, la chica que quería estar lejos y ahora que por fin lejos está no puede dejar atrás tantas cosas que quisiera, por un momento, apagar.
No sé que siento de tanto sentir. Ser elevada al cielo y traída de vuelta a la realidad en tan poco tiempo, digerir se hace complicado. Espero el momento en el que cada sensación tome su propio momento de protagonismo y que se desglosen uno a uno los sentimientos, no me imagino los días que están por venir.
Escribo lento, tan lento que la velocidad de lectura no le hará justicia a mis palabras, palabras que entre ellas esconden tantos significados que no podrán ser descifrados a no ser que quien lee se ponga en mi lugar, pero ¡cómo ponerse en un lugar que no se conoce ni puede ser descrito lo suficiente para lograr tal propósito!
Un nacimiento, una enfermedad, un amor que palpita fuerte y recorre el cuerpo como onda interna esperando que encuentre un estrecho que haga apreciar su efecto en superficie, ¿pero cuál estrecho?
Una buena noticia, una nueva vida y el deseo de desviar o tal vez detener el tren, que va tan rápido como el ave, para regresar a donde pertenece tal vez un corazón que se niega a palpitar en función del cuerpo y anhela tener a su lado imposibles, tan imposible como el amor que parece estar cerca pero cada día se siente más lejos, tan imposible como el sostener en mis brazos esa pequeñita que me produjo lágrimas de malegría.
No sé que pretendo con nada si en un mundo como este alcanzar los sueños es, de la mano de lo utópico, incierto.
Quisiera tenerte al frente y hacer millones de cosas mientras pasan volando los días y vuelvo a despedirme porque a tu lado no voy a poder estar nunca, no mientras mi sueño egoísta me condiciona a vivir en un lugar que no vas a habitar.
Una nueva vida nace, ¿es necesario que una vieja vida desaparezca? Que no sea su vida porque perdería mucho la nueva, que la vida no juegue tan sucio y todos los ángeles lo impidan.
No entiendo por qué no te puedo tocar si todo estaba listo para que así fuera, no entiendo ¿qué pasa con el tiempo que parece correr como el ave, pero a veces se siente detenido como el tiempo de un cautivo?
Estoy hasta el coñazo de la relatividad del tiempo, me da miedo y estrés pedirle que corra porque pongo en peligro la realización de mis objetivos, pero no puedo pensar en otra cosa diferente a ¿cuándo será?
Un nuevo día debe comenzar tan pronto mis ojos se cierren para descansar, un nuevo día de mi nueva vida, un día menos para volverte a ver, un día más cerca a no volverte a ver... ¿Miedo? Claro, la incertidumbre carcome mi cordura y me hace escribir como siempre, tan enredado para que me entiendan solo aquellos capaces de asegurar que me conocen, ¿será la pequeñita capaz de entender la mente compleja de esta chica que gritó por ella?
Me fascina hacer esto, ahí les dejo para que mis con palabras jueguen...
Reconozco el sabor de una noche de malos sueños cuando me despierto, características que me indican que algo no estuvo bien y que eventualmente saldrá la superficie un sentimiento de desasosiego y tal vez me encierre en mí y una lágrima escapará...
Sabor amargo, sabor a tristeza, sabor de un corazón que siente una ausencia con más dolor que las otras y me pregunto qué habrá pasado en mi subconsciente que tuvo tanto poder para arruinarme, qué habrá hecho Morfeo con mi mente mientras dormía. Esta mañana el cielo lloró tanto que no motivó a una sonrisa ni del mar, mar que seguramente está enojado porque el cielo le ha traído una nueva tempestad, ¡cuándo parará!
Un nuevo mes, una nueva vida está por venir mientras mi vida comienza de nuevo y ¡veo un mes atrás que se fue tan rápido que siento que no me dará tiempo de nada! Vida de ángel que llegará para transformar la vida como la conocíamos y no hago más que esperar que todo sea siempre lo mejor.