Ani77a del mar publicó este blog con base a una frase (el título de este blog) que le dije:
jajajajajaja
no tiene sentido...
nanu, ¿viste para qué servía?
Mi respuesta fue:
¿Qué no tiene sentido?
¿Quedarme quieta mientras vos o alguien más va y vuelve?
¿Qué no tiene sentido?
¡Te voy a demostrar que sirve para mucho!
Cambio de personajes...
Te vas y volvés, como barquito en el mar,
Te vás y volvés, con o sin voluntad, aparecés y desaparecés.
En el intermedio de tu vaivén yo estoy inmóvil, viendo como llegás y sonriendo cuando lo hacés, viendo como te vás y llorando cuando lo hacés.
Me provoca montarme en tu barco y no tener que llorar ni sonreír, no tener que extrañarte ni sentir que debo aprovecharte al máximo porque te vas a volver a ir.
Estoy mamada de no poderme mover, ninguna célula de mi cuerpo funciona cuando intento arrancar y no tener que esperar bajo un encantamiento que se me sale de las manos y no logro comprender, un hechizo que no logro quitarme de encima me deja quieta mientras vos bailás sobre el mundo y yo te espero, pero ¿qué espero si no puedo esperar nada porque mi vida sigue funcionando mediocremente?
Si querés que siga en tu historia vas a tener que parar ese jueguito, llevame con vos o no te vayás más, porque se me rompe el corazón y estoy cansada de intentar amarte con los pedacitos que me quedan....
¿Has sentido alguna vez que algo es tan bueno que te hace preguntar por qué no te había pasado antes?
Te preguntás ¿dónde había estado ese algo tan bueno antes, porqué no lo has hecho durante toda tu vida, porqué perdiste tanto tiempo con otras cosas?
El tiempo es el culpable, lo odiás, sigue corriendo y no tenés lo que es tan bueno, va a seguir corriendo y cada vez lo bueno va a parecer más alejado, ¡vas a sentir que hace mucho no lo tenés!
El tiempo trae olvido, me da pánico que me olvidés, y tampoco quiero olvidarte.
¿Por qué no te tuve desde que nací? ¡Qué mierda! Se me acaba el tiempo para estar con vos y se me está quebrando la voz porque cada día parece más difícil todo...
Sos quien desearía haber conocido desde el primer día de mi vida, sos quien no quiero alejar nunca de mi lado, sos quien me hace odiar el tiempo por separarnos. ¿Entendés ahora mi desespero?
Por dentro lo detestás, no te gusta engañar a nadie porque no te gusta que te engañen, sin embargo lo seguís haciendo, caminás sobre las tablas mientras el público te observa, jugás con personajes, les hacés daño cuando no se dan cuenta, les decís que los amás y aún así les clavás puñaladas en el corazón, heridas que no sangran aún pues las verdades permanecen ocultas. ¿Los amás realmente? ¿O es parte de tu obra?
Te fascina sentir el poder que te creás cuando mentís, te gustan los mundos que hacés ver y la adrenalina que te produce el miedo. Te da miedo que todo se descubra y se vayan los actores inocentes que cayeron en tus trampas, pero eso no te impide bailar sobre las mentes ingenuas de aquellos que te creen buena persona.
Disfrutás el peligro, meterte en lo que es prohibido, continuar con el engaño. No es amor lo que sentís, si fuera amor no sentirías que tu cuerpo se electriza cuando entrás a escena y podes alimentar la cadena de mentiras. O tal vez sea amor, una bizarra forma de amar porque tenés el corazón palpitante de quien amás en una mano, le decís te amo y lo acelerás mientras sabés que tenés en la otra mano un cuchillo listo para cortarlo en rodajitas de dolor.
Hay algo que te hace sentir mal, ¿cierto? No podés ser de esa forma y sentirte bien todo el tiempo, ¿no te arrepentís cuando hacés una de tus barbaridades? ¿No se retuerce tu mente tratando de borrar que podés romper el corazón de quien jurás amar más que a nadie si se llegara a enterar de lo que has hecho? ¿Cómo podés dormir con tranquilidad? ¿No te asusta la idea de perder? Podrías perderlo todo si se destapa tu caja negra, ¿no te da pánico la idea?
Vení explicame, ¿cómo podés engañar tan fácilmente?
Realmente no lo hice, no hay nadie en el mundo que te ame más que yo.
Superé que no quisieras estar conmigo, lloré tantas veces que perdí la cuenta, me volví loca tratando de buscar respuestas que vos ni tenías, caí tan bajo que sentí lástima por mi y cuando abrí los ojos, en ellos se percibía rabia.
Cicatricé, de tal forma que en mí quedó una capa tan dura como tu adiós esa vez cuando acabaste con todo, y ahora no soy capaz de quitarla, no puedo hacerlo así lo desee, en mi memoria corporal y mental está grabado un sufrimiento y un rechazo a formas que intentan atravesar esa capa y hacerme enamorar de nuevo.
Te he probado, me fascina tu sabor, enamorarme de vos transformó mi mundo y lo acepto, no soy igual que antes porque conocí el paraíso de la mano de un Sol que me cegó, pero no encuentro como remover las cicatrices, se quebraron los puentes, se taponaron las vías y me duele verte fracasar en tus mil viajes rumbo a recuperarme.
Mi vida sin vos es aburrida, tu boca me gusta, tenés unos labios tan suavecitos como la sensación de despertarme a tu lado.
El 1º de junio le dí la despedida al mes que menos me ha gustado del año y lo hice a tu lado, y en compañía del vodka me desperté a un nuevo mes, recuerdo abrir los ojos y verte en mi cama. No podía haber otra forma más relajante de despertar en el momento.
Realmente coloreás mi vida de emoción, me encanta como vamos día a día lidiando con asuntos, unos más importantes que otros, pero con todos podemos, ¿por qué tengo que concebir la idea de perder mi ancla?
¡No te enamorés de esa forma!
Yo amo todo lo que sos, el músico, el futbolista defensor, el Parra enamoradizo de toda mamasita, el niño chiquito, el llorón quinceañero, el peludo, el pecueco, el nicousteau, el bajista, el loquito berrinchudo, el corroncho, el rockero y el que es todo para mí. Todo lo que sos y todo lo que hacés yo lo amo, porque te he aprendido a amar desde que te conocí y entendí que no podía dejarte solo. Todo de vos me gusta (bueno, casi) pero no quiere decir que tenga que repetir lo que ya vivimos tantas veces.
¿Sola? ¡Claro que estoy sola! Aún no entiendo bien porqué han pasado muchas cosas que me tienen hoy sola, pero no creo que lo que necesite es a alguien que se interponga entre mis sueños y yo, y eso es lo que pasaría si me metiera en una relación, por eso huyo, como cobarde, como conejo perseguido, huyo para no hacerme daño y comprometerme, tener que replantear decisiones ya tomadas. Ahí te incluyo porque sé que si te doy cuerda voy a dudar y no es hora de hacerlo, es hora de pensar en mí, tomar riendas y hacerme crecer. Sinceramente respondeme, ¿qué pasaría si pudiera irme en 4 meses?
Enamorarme si es posible, lo volví a sentir, lo que no veo posible es formatearme y volver a empezar... Lo siento chico de mis alegrías, lo siento con el corazón, no te quiero dañar más...
¿Cómo podemos hacer de esta una oportunidad que sea diferente a las anteriores?
De las mil formas que pensé por las cuales podría perder la cabeza, vos sos la forma menos pensada.
Jamás pensé enfermarme por vos, jamás se me ocurrió que serías una tormenta tan grande que revolucionaría todo lo que hay en mí, mi forma de pensar, mis gustos, mi forma de actuar, mis nervios, mi deseo...
Perdí la cabeza y no la he podido encontrar, he buscado por todos lados y parece que te la llevaste en una mochila a algún lugar fuera de mi área de cobertura, ahí la escondiste y yo estoy como loquita descabezada, sin saber que hacer con un cuerpo que a ciegas te busca y se da golpes contra las puertas y los muros que hay entre vos y yo.
No sé cómo acostumbrarme a esta nueva situación, no hay claridad porque no tengo cabeza, me enloquecí y parezco viviendo de recuerdos increíbles de un tiempo en el que viví en el cielo, con lo que me queda fabrico escenas divertidas, tan alegres como la vida cuando sonreíste junto a mí y me besaste.
Siempre pensé que me volvería a enamorar y que no me iba a pasar lo que le pasa a la gente cuando las cosas cambian, que no volvería a sentir mi corazón partirse como lo sentí cuando caí por primer vez, pensé que iba a ser tan fuerte que no me iba a afectar, pero... ¡Va la madre! ¡Así no fue!
¿Quién puede resistirse a alguien como vos? No me arrepiento de no tener cabeza, no me arrepiento de haberme entregado, no me arrepiento de haberte besado, de haberte quitado la ropa, de haberme dejado quitar la ropa, no me arrepiento de nada de lo que viví en el proceso de enloquecerme.
Ahora lo único que se me ocurre es pensar... ¿qué pasó?
Cada día, cada semana, constantemente encontrás por lo menos una razón que no te deja sonreír todo el tiempo, algo que te aburre, alguna situación que no salió como querías, un recuerdo de un tiempo pasado que "fue mejor" aunque no te das cuenta que cuando viviste ese tiempo pasado estabas igual que hoy, también habían motivos para no sonreír. Lo importante es aferrarse a lo bueno, a que hoy no te despertaste a su lado pero está bien, a que hoy no tenés abuelo para ir a visitar, pero tenés papá y tíos que te agradecen una sencilla felicitación, a que hoy te duele la garganta pero no te duele la cabeza que es más horrible, a que hoy no has hablado con tu mejor amiga pero acabaste de hablar con tu mejor amigo durante mucho rato, a que hoy por primer vez en la vida le podés decir a tu hermano "¡Feliz día del padre!" así no crucés mirada con tu hermana, a que ya no delirás por no tener un cigarro, a que estás caminando en busca de lo que querés ser y de lo que querés vivir y te va a resultar porque tu familia te apoya, a que hay alguien que aún te quiere besar y sonríe cada vez que te ve así no lo hayan vuelto a hacer, a que a tu lado hay una hadita que no te va a dejar así no la podás ver y no te responda como solía hacerlo. ¡¡¡Aferrarse a lo bueno!!! Es la única opción...
Yo no se que sucedió, todo cambió sin darme cuenta del por qué... Falta lo que das cuando te entregás sin reservas, extraña sensación dejaste en mí que reclama el no sentirte más, un vacío por dentro, un no encontrar por lo menos un pedacito de algo que me gustó disfrutar, eso que pasa cuando no pasa lo que querés que pase...
Levantarte acompañado de una botella medio vacía de vodka porque no fuiste capaz de tomártela, abrís los ojos para no ver su cuerpo ahí, prendés un cigarro para que los pulmones se enfermen más y duela más el cáncer que su ausencia. No querés olvidar, tenés que hacerlo pero no te atrevés a dar el primer paso, por el contrario te seguís restregando el hecho de perder y te escondés detrás de tu derrota para que nadie te zarandee para que reaccionés y te salgás de esta, una crisis más, sólo que esta no es una crisis cualquiera, esta es grande porque en algún momento una adicción creció en vos, se hizo fuerte y se te acabó la droga, no va a volver y tenés que olvidar. O tal vez volverá pero antes de eso habrán pasado tantos meses como años, nunca volverá a ser lo que fue, habrá cambiado y vos mucho más, serás quien te domine a no ser que te consigás una nueva adicción en un camino que es más desconocido que alguna otra cosa. Tenés que olvidar y secar las lágrimas, parar de golpear los muros, las puertas y tu cama, pues te estás jodiendo las manos y todo este medio de la nada no es sano. Estás perdiendo lo que te quedó de cordura cuando decidiste saltar a un vacío inmenso junto a quien amaste locamente. Estás fuera de control y es hora de seguir, la sensación horrible que te recorre el cuerpo cuando recordás, el nudo que se te hace en la garganta cuando intentás hablar y las ganas de llorar que te dan cuando esa sensación se prende hay que combatirlos, no fue tu decisión y no te podés enloquecer más pidiéndole a tu cabeza y al mundo algo que no te pueden dar, suficientes recuerdos juntaste, guardálos en tu memoria y buscálos de a poquitos, no te encerrés en el pasado porque como dice Julieta "el presente es lo único que nos queda". Te acordás como es de maluco que le rompan a uno el corazón, pero como no podés vivir sin corazón hay que curarlo, o ¿querés echarte a la pena porque quien te lo hacía latir se fue lejos?
Ahora te tenés que parar de la cama con ese guayabo tan desagradable y tenés que dejar de maldecir cada nueva salida del Sol, dormir con la soledad y despertar en una cama vacía no te puede seguir partiendo el ánimo, tenés que parar.