¡Se fundieron! Lo ví desde el avioncito que me llevó a Medellín. ¡En el horizonte no había separación entre el cielo y el mar! Era imposible determinar cuál era cuál o hasta donde llegaba uno para que comenzara el otro. Fantástica unión, era confuso lo que se veía, una gran masa azul con nubes, parecía que estuviera cayendo agua, a veces parecía que llovía hacia el cielo, que el mar ponía tanto de su parte para tocar el cielo que lograba vencer las leyes naturales y hacía ascender el agua. Caos. Espectáculo.
Llegó Martincito, hasta aquí llegó mi tiempo para escribir...
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