A ver... Hoy "celebramos" algunos el día de la Tierra... Si, la Tierra tiene día propio, parece ilógico ¿verdad? Deberían ser todos los días el Día de la Tierra (me juego la carta del cliché), así, si la tratáramos como tratamos a alguien en su cumpleaños, le haríamos un poquito de justicia.
Creo que no es bueno dar por hecho que ella está ahí, a veces nos olvidamos que es tan grande, tan ser vivo, tan real como todo lo que tenemos, porque sinceramente, ¿qué tendríamos sin ella? Los cumpleaños de las personas son más importantes que el día de la Tierra, ¡como si no fuese ella necesaria para que pudiéramos celebrar los cumpleaños!
Algunas personas ni sabían que hoy era el día de la Tierra y no los culpo (aunque me parece muy triste), es un problema serio de difusión... Es lo que pasa con todo lo ambiental, tenemos un problema de difusión tan grande que no nos enteramos de las cosas básicas, de lo que pasa a nuestro alrededor, y es que todos los que "trabajamos" o tenemos mentalidad en pro del ambiente a veces nos olvidamos de contarle a la gente que existen días como este, días que definitivamente no se deberían dejar pasar por alto. Algunas otras personas vivieron el 22 de Abril como cualquier día del año, como si no fuera una fecha para reflexionar, pero yo no puedo hacer lo mismo, yo, creadora y habitante de mi propio mundo (mental, por supuesto) completamente alejado del "mundo real", yo, moderadora de mi propia forma de ver la vida, estoy completamente consciente que estamos caminando en un planeta que damos por sentado.
Hace poco leí una noticia acerca de intentar plantar semillas en Marte... ¿¿¿En Marte???? En el nombre de todo lo que existe y puedo nombrar, ¿qué es eso? Luego pensé "¿A quién se le pudo ocurrir tal idea?" Pues la respuesta es obvia... Al país que va a la cabeza de los responsables (en ideas y en acciones) del disparate de mundo en el que estamos viviendo, y es que no entiendo por qué me culpan o me juzgan por vivir en otro mundo, ¡es que las cosas aquí están hechas un asco! Entonces qué... ¿Ya que con la Tierra no hay solución pues vamos a ver si en el planeta vecino podremos vivir? ¡Es que eso es el colmo! ¡Claro! Ellos tal vez (siendo increíblemente futurista, con un toque de su mentalidad) pensarán que podrán "volver a empezar" en otro planeta... ¿Y los que quedamos aquí qué? ¿Nos matamos las neuronas intentando resolver el lío que nos causaron sus ideas de desarrollo y de consumismo? Maravilloso, ¿no?
Recuerdo cuando era pequeñita (ah... no fue hace mucho, ¿verdad?), en el colegio nos asignaban tareas de hacer "dibujos libres" relacionados con la Tierra (para celebrar este día)... ¡Todo era tan fácil y divertido en ese entonces! Recuerdo que yo dibujaba el planeta con mucho azulito y verde, muy bonito él (porque en ese entonces me gustaba dibujar mucho más de lo que ahora me gusta escribir y tenía talento), sin embargo siempre dibujaba algo "malo", pues de los ojitos del planeta corría una lágrima (ya dije que era pequeñita), le ponía una curita (muy estilo Greenpeace), le hacía carita triste, le dibujaba una herida sangrante, un bosque caído, cosas así... Imagínense hace cuánto fue eso y ya una niña, que no tenía mucha idea de nada en el mundo, veía venir que el planeta estaba en decadencia!... ¿20 años después y esto está cada vez peor? ¿No les parece que con esta cantidad de tecnología, de ideas revolucionarias, de "conciencias verdes", de grupos ecologistas, de ideas de post-desarrollo, de ingenieros, licenciados, especialistas, y de todas estas cosas, que al decir nos hacen sentir mejor, deberíamos ver un cambio?
Está bien, puede que sea yo una afanada, acelerada y todo lo que quieran llamarme, pero es que no me cabe en la cabeza que los gobernantes, los empresarios, los ciudadanos, los pueblerinos, ¡todos!, nos llenemos la boca de orgullo diciendo que estamos trabajando unidos por un "desarrollo sostenible" y que vamos a permitir que las generaciones futuras gocen de bienes y servicios ambientales de la misma forma que hoy lo hacemos nosotros... ¡A mí no me vengan con cuentos! ¡Yo no quiero tener hijos porque me da pesar, pánico y vergüenza traer un chiquito al mundo para que cuando crezca le toque vivir en este desastre planetario que estamos construyendo! Yo para qué quiero un hijo que cualquier día me pregunte "¿Mamá como era la Tierra hace 30 años?" Y yo le responda cualquier cosa que no le haga justicia (para dejarlo tranquilo sin enrollarle la cabeza) a la maravilla natural que tenemos de planeta y que estamos tirando por el caño!
Yo no me quiero imaginar qué va a pasar en 30 años con el Parque Tayrona, con las Islas del Rosario, con el Nevado del Ruiz (bueno ese se quedará sin nieve, eso está claro), con el Amazonas y con todas las cosas increíbles que hay en Colombia, y eso sólo hablando de mi país... ¿Qué va a pasar con el resto del mundo? Es que me da pena en serio entregarle a las generaciones futuras un planeta que no puede más con esta raza animal, ¿inteligentes? Si claro, ¡se nos nota!
Es increíble... Existen en este momento una gran cantidad de movimientos, iniciativas y acciones a favor de la disminución de los impactos negativos que causamos sobre el ambiente y, básicamente ocurren 2 situaciones, nos enteramos y no participamos, o no nos enteramos... Problema de información y participación... ¡Ya vendrá la "Patada de realidad" acerca de estos 2 temas!
Una de esas actividades, en la que, por cierto, me siento orgullosa de haber participado (así no sirva para nada como piensan tantas personas), fue el día en que celebramos "La Hora del Planeta". Algunos como siempre no se dieron por enterados del acontecimiento, otros dijeron "Muy bonita la idea, pero yo no me voy a quedar sin luz durante hora", otros en cambio, seguimos la corriente de la iniciativa y apagamos todas las luces, mi experiencia fue espectacular (en otra oportunidad les contaré la historia).
¿Una hora sin luz? A esa hora presentaban en televisión nacional colombiana un partido de fútbol (Colombia vs Bolivia) y recuerdo que mi padre fue uno de los primeros que renegó por tener que quedarse sin luz durante esa hora, luego de un leve regaño lo convencí y logré que en mi casa apagaran las luces, pero me queda la pregunta "¿qué podemos esperar si seguimos actuando sin pensar en el ambiente?". Mi padre apagó las luces, porque tiene una hija Ingeniera Ambiental que lo hizo entrar en razón, pero ¿Qué pasa con aquellas personas que no tienen a alguien "cantaletoso" como yo a su lado? Una hora sin luz no es pedir mucho...
Todas las pequeñas cosas que podemos hacer desde nuestros hogares para colaborar un poco con nuestro planeta son fáciles y todas son justificadas en el bienestar de nuestra casa, en serio, ¡la Tierra es nuestra casa! No hay otra forma de verla que sea válida... Entonces ¿qué pasa?
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