Pienso en vos todos los días, no todo el día pero sí todos los días.
Pienso en mis errores, grandes y que te lastimaron, algunos los hice conscientemente, otros no, algunos quisiera no haberlos hecho, otros los haría otra vez.
Pienso en tus errores, grandes también, me hicieron daño y la reacción tuvo mucha fuerza, no sé si te arrepentirás o no, tampoco sé si los harías de nuevo.
Pienso en que alguien seguramente te estará haciendo sonreír, palpitar el corazón enamorado, escribir canciones y soñar. Me pregunto a veces cómo será, si hará que me olvidés o si efectivamente el calado que hizo el uno en el otro es imposible de llenar con alguien más.
Pienso que nunca voy a olvidar tantos años de montañas rusas, de celos, de colores, de música, de rabias, de sonrisas llenas de orgullo, de determinaciones, de cagadas, de orgasmos, de llantos, de mundos que se cruzaron y se llenaron de perfección.
Pienso en vos y no sé qué siento, entre tanto sentir se me perdieron las definiciones y te pongo a veces en un altar de estrellas y luego me provoca darte un golpe en la cabeza y mandarte al suelo, aunque al hacerlo sólo podría volverte a elevar. Amor puro, puro enredo.
Te veo a mi lado en fotos y en videos y siento que algo encaja, te veo sin mí y me parece extraño, te veo haciendo tu vida y me dan ganas de vomitar, miedo, no puede ser más que eso, ¿verdad?
Pienso por otro lado que vivir sin vos es necesario, aunque no es suficiente. Necesario porque no somos lo que pudimos ser y nos gustó y ahora todo debe ser diferente, pero no es suficiente porque por mucho que me aleje, siempre tu fuerza me atrae.
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