4.12.09

¡Despertó la chica!

La veía dormir.  Fue un sueño bastante particular.  Mientras dormía se levantaba, se alimentaba poco pero lo hacía, se bañaba, pasaba una enfermedad, vivía un poco y volvía a dormir.  Quien estaba a su lado no hacía otra cosa que verla en su trance.
Realmente era como un trance.  Poco o nada hablaba, usualmente no habla mucho, pero esta vez fue especial, no respondía a los impulsos que le llegaban, de un mundo que pedía a gritos que despertara, pero eran gritos silenciosos, amarrados con las cuerdas que la separaban del mundo real y la mantenían en su estado.
No había mucho que hacer, excepto vigilar su sueño para estar pendiente de cualquier respuesta que diera señales de vida.
Un día, por la fecha esperada, se soltó los amarres, abrió los ojos, sonrió, saltó y abrazó a quien la había estado acompañando en silencio.  ¡Fue una de las mejores sensaciones verla despertar!  No fue fácil verla dormir, pero como nada más que puro corazón es lo que se tiene, valió la pena la espera... ¡Valió tanto como la resaca que dejó la celebración de verla sonreír de nuevo!

0 Comentarios:

Publicar un comentario

A ver, coméntame

¿Me quieres apoyar?