Vaya, vaya, cómo pesa una vieja y divertida máquina de escribir… Necesito un escritorio, donde permitido me sea entregarme al placer de golpear teclas para jugar con letras. Estoy jugando con este viejo y colorido aparato, al cual encuentro inspirador, como si fuera un viejo escritor de los años quién sabe cuáles (porque no tengo idea en qué año se inventaron esta belleza) me siento, mientras encuentro en la tenue luz que me regala el atardecer de este sábado des-alcoholizado, pues los antibióticos impiden hacer de esta velada de escritura pura y dura, una más perfecta y bohemia.
Vaya tela con los espacios de esta máquina, que inteligentes quienes la desarrollaron y se idearon el concepto de los espaciados en los párrafos. Supongo que comenzaré a ensayar uno por uno hasta que encuentre el que me satisfaga.
Pregunta mi hermosa mamá ¿qué estoy escribiendo?, ante mi cara dice, ¿así locuras? La verdad es que no podría estar más acertada en su afirmación con cara de interrogación, pues esta es mi mente disparando palabras a granel, sin pensar mucho en las consecuencias, justo como me gusta jugar, libre, sin ataduras, sin sentir nada más que el sonido de las teclas golpear el papel (es que realmente no puede haber nada más inspirador que esto, bueno, sin contar el mar y su eterno amorío con el cielo), lo mejor aún de este fantástico y sincero ejercicio, es que no hay mucho que pensar, simplemente dejarse llevar por lo que los dedos indican, finalmente, soy humana y desconozco el exacto funcionamiento de mi mente, ¡sobre todo cuando se tienen sólo ¾ de ella!
Libertad, amor por la escritura, tiempo para hacerlo y una mente por la que divagan a una velocidad impresionante mil imágenes e historias todo el tiempo… ¿¿¿Qué más se necesita para concluir con éxito este fantástico ejercicio??? ¡Nada! Que yo misma soy la chica que juega con letras, a su antojo, creando y destruyendo todo cuando pasa por mi cabeza a la velocidad y con la aceleración que se me pega la gana o mejor dicho que se le pega la gana a mis dedos, porque no hay nada más realmente aparte de esto, mis dedos pinchando rápidamente las suaves y hermosas teclas de mi nueva, pero muy antigua máquina de escribir y nada más existe en este momento… nada más existe.
Me fascina este nuevo regalo, me encanta saber que una vez perteneció a una de las personas que más he amado en toda mi vida y que ahora es mía, como una gentil y preciosa herencia con el fin de que continúe con mi amada actividad y escape que ha sido la escritura desde que la vida me demostró por vez primera el poder que las palabras podrían generar y podría otorgarle a una persona que sepa qué hacer con ellas.
Fantástico, el cielo está cubriéndose de nubarrones y figuras de color grisáceo, indicando que nuevamente lloverá esta noche y no podré ver las estrellas que tanta falta me hacen y que ya deben dejarse ver en el cielo… La constelación que guía mis pasos y me hala hacia ella, permitiéndome abrazar mi destino de vivir en las estrellas junto a esa hermosa amiga que se fue primero que los demás de mi mundo físico, pero se quedó clavada y grabada no sólo en mi corazón sino en mi piel. Ha de extrañarle que tenga un par de tatuajes nuevos que no tengan mucha relación con ella, aunque viéndolo bien y conociéndonos como lo hago, sé que si tienen relación y que su destino final estaba fijado para ser grabado en mi mano izquierda para luego pasar a vivir en la mano derecha y de ahí, apoyarme y guiarme en todas mis decisiones… :) sonrío honestamente con este espectacular regalo… gran fuente de inspiración, quisiera encerrarme con una copa de whisky y un tabaco liado, en una habitación frente al mar y de una vez por todas, con mi máquina poder cerrar los ojos y jugar, como si nada más importara, porque una vez más, frente a mis letras, nada más existe.
Sentir el aroma de la brisa, amor con sabor salado, amor marinero, el viento suave tocando mi rostro y llenando mis poros con esa inmensa energía que el mar tiene para regalarle a toda la tierra y a todos los seres que habitan en ella, sonreír y percibir como lentamente mi cuerpo y mi mente se van llenando de esa tranquilidad, esa belleza, esa energía poderosa que se transmite inevitablemente cuando frente a tus ojos está el mar y podés ver como sus olas juegan con la playa, el horizonte juega con el cielo y todo está en orden, todo es como debe ser y en tu rostro se dibuja una enorme sonrisa que indica que estás en el momento preciso en el lugar perfecto y que podrías no moverte de allí y ¡ser feliz para siempre!
Paro de escribir y me voy a sumergir un poco en esa gran masa de agua salada que rige el corazón mío tanto como a tantas otras cosas más en la Tierra… me sumerjo y siento como cada segundo que paso en contacto con el mar, mis poros, mi piel, mi organismo, mi cerebro, mi corazón y mi mente se tranquilizan, se dejan llevar por las corrientes y se entregan al poder del mar. Siento como el vaivén hace que mis problemas y pensamientos negativos se alejen y todo, absolutamente todo, va a estar bien. Ante la ausencia de meditación, de yoga, no queda otra cosa que entregarse a un poder mayor que el de cualquier humano y sonreír mientras la energía es reemplazada por una más pura, más tranquila, más bonita, cortesía del mar…
What a fantastic gift my sister gave me! I get to dream about anything I want and not have to worry about society meddling in my situation or interfering with my concentration!
SOY VIEJA GUARDIA, ES MI CONCLUSIÓN AL SOLTAR LAS TECLAS DE LA MÁQUINA Y OBSERVAR MI MAC BOOK PRO DESDE LEJOS… LO SIENTO MAC, ¡¡¡PERO LO QUE ME DA ESTE APARATO NADIE MÁS ME LO HABÍA DADO NI ME LO PODRÁ DAR JAMÁS!!!
0 Comentarios:
Publicar un comentario
¿Tienes comentarios o dudas?