16.11.12

¡Es lo que hay!

No es rabia, no es desamor, no es indiferencia, no es rencor.
Es experiencia, es cambio de actitud, es protección.
Venís, si, y no es la primer vez que todo se pinta diferente en la distancia, pero los pinceles de la cercanía dibujan una realidad absolutamente diferente.

¿El resultado? El corazón de quien escribe roto, amenazas de divorcio, promesas de reconquista, palabras que aseguran tener la razón y despreciar lo sentido, lo esperado. Siempre han habido excusas y con seguridad, siempre las habrá.

En la lejanía se lucha por una unión, un amor del alma, una conjunción y todo suena lindo. ¿Aquí? nada de eso se materializa.

Me pongo la armadura, cargo mi escudo pero no enfundo mi espada, esa espero no tener que usarla, no me gusta atacar a quien quiero, pero de ninguna manera te esperaré con el alma desnuda, con el cuerpo a merced de la incoherencia, con la mente desprotegida y con el corazón descubierto.

Si querés quitar todas esas barreras que sin sonrisas he creado, vas a tener que saltar con fuerza, gritar con cojones y defendernos. Yo no te obligaré, mucho menos esperaré que lo hagas, yo simplemente me sentaré a ver que pasa, estaré a la expectativa de tu son, de acuerdo a él, bailaré o no con vos.

No es lindo, preferiría recibirte con pancartas, mostrarte mi ciudad, desnudarme en cuerpo y alma y amarte como nunca, tomarte de la mano en la calle, darte cuantos besos se me ocurran, llevarte a pasear, acompañarte a conocer y a reconocer lugares y gente, preferiría dar rienda suelta a nuestras emociones, sueños, deseos y estallar.

¿Qué querés que te diga? No es mi prioridad alguien que no lucha por mi... Luchar, si, linda palabra, y es realmente lo que vas a tener que hacer si querés que yo te saque a flote la chica de tu vida.

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