Hablé con Morfeo, él me mostró tu partida. Sabía que no te volvería a ver y no pude despedirme. El arrepentimiento me llevó por varios mundos, te busqué debajo del agua, fui a nadar entre lava, desordené las nubes, revolqué todo lo que se apareció en el camino para volverte a ver; en el Carbiélago me embarqué a encontrarte y creeme si te digo que llegué hasta el averno.
Ahí, en ese lugar, hice un trato con el rey para que me diera el poder de ubicarte en cualquier lugar que te retuviera. A cambio le propuse un negocio pero no te lo voy a contar, eso quedó entre los 2. Me dijo que abriera los ojos cuando sintiera mi corazón palpitar. Cuando eso pasó, abrí los ojos y ahí estabas vos, no te habías ido, era sólo un truco de Morfeo con el que me quería mostrar que te vas y tendré que ir a buscarte, porque no vas a ser capaz de despedirte...
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