17.8.15

Con algunos no, nada.

Con algunas personas no se puede razonar.
Aparentemente, se perdieron de un evento importante en la evolución del homo sapiens: el desarrollo del neocórtex.
A veces se siente uno hablándole a una pared cuando se enfrenta a alguno de estos especímenes raritos que se rehúsan a sacar de su envoltura a este magnífico pedacito de cerebro que nos puso el desarrollo de la raza en la cabeza. No piensan, es que son como torombolos.
Uno es paciente -claramente- y se ríe internamente cuando estos personajes actúan. Internamente, porque no hay nada más feo que reírse de frente de alguien menos afortunado en cualquier aspecto. Es feo y no se debe hacer, a todos los seres humanos hay que procurar amarlos, en la medida de lo posible por supuesto, y tampoco hay que juzgar su déficit de raciocinio, por eso hago énfasis en la palabra internamente.
A quién no le ha pasado que explica y explica, al punto del dibujo y la plastilina, un tema, un objetivo, un punto de vista, una situación, un problema, y el receptor no entiende nada? Osea, es como si no hubiese receptor en absoluto.
Hay gente que no piensa, eso no hace parte de sus habilidades. Por ejemplo, le contás a alguien que te robaron algo y pregunta quién fue. ¿Ah? 
Provoca darles con una silla en la cabeza, a ver si el golpe les destruye el empaque del neocórtex y descubren que si es posible pensar.
Ese fue un ejemplo básico, que ilustra la incapacidad de razonar de algunos miembros de nuestra especie.
Piensa más mi perro, con eso les digo todo.
Hay tapas, como en todo supongo, por ejemplo que una persona entregue parte de su -bastante gordo- capital a un drogadicto para que éste lo invierta en lo que quiera, va más allá del entendimiento que puedo alcanzar. Y la tapa no es sólo que haga eso, es que haga eso a pesar de las advertencias de los doctores, de la familia, de la posibilidad de interdicción declarada por especialistas. Viviendo esto tengo suficientes evidencias para establecer mi teoría de que hay gente con quien no se puede razonar. 
Ejemplos hay muchos, estoy segura que todos hemos vivido encuentros con personas cuya capacidad de raciocinio es aparentemente nula.
¿Qué toca hacer en esas situaciones? Apagar la capacidad de reacción, no dar bola, apagar el ego, "hacerse el de las gafas" y sobre todo, no pelear, porque los torombolos siempre ganan y uno termina bravo.

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