Con lo talentosa que es para enamorar, es casi un desperdicio que no lo pueda hacer.
Vos te descuidás y ella se instala en tu cabeza de tal manera que podés pensarla tantas veces al día que te desesperás. Se instala además en todo lo que le dejás ver, en tu corazón, en tu cuerpo, en tu día a día. Es fascinante.
Tiene arte para enamorar, sin duda.
¡Y vos no la dejás!
¿Por qué la tenés amarrada, encerrada, sin libertad, sin Sol, sin dejarla fluir por el mundo como ella sabe? Te da susto o qué.
Ella te enamora si la dejás medio moverse, así de buena es.
Vos y tu puto miedo a amar, la estás matando, qué lastima, qué desperdicio. ¡Con lo bien que la podrían pasar!
Me la imagino encerrada en ese cuarto oscuro, llorando, intentando soltarse y me da una lástima, no sólo por ella -claramente ella lo está pasando fatal- sino por vos y lo que estás dejando de vivir.
La vida es para vivirla, para romperse el alma amando cuando se pueda (¿te parece muy común el amor o que?), no es para vivir cobardemente por miedo a lastimarse.
Es que igual vas a morir, ¿sabés? ¡De qué te sirve llegar sin rasguños ni cicatrices a ese día!
Nada, dejala salir y disfrutá viviendo lo que ella va a hacerte desde el momento mismo en que le des vía libre. Segurísimo valdrá la pena y el susto.
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