31.1.08

¡Un sueño más!

No puedo con esto que estoy sintiendo.  Jamás había besado así, jamás me habían besado así...es tan suave que es ligero, es tan lento que puede acabar con tu cordura si te gana la ansiedad.
Que utilicés tu magia para desaparecer al mundo entero.  Que te dejés besar, tocar suavemente, rozar, amar, que me saqués de este mundo y me lleves al tuyo.  Que no me hagás aprender a controlarme sino que te entregués a esta locura conmigo, que no haya nadie alrededor y podás tirar lo que sea y me tomés, ¡me abracés y me besés!
Mil veces te dije que lo hicieras, que me besaras y que vieras como lo lograrías.  Una de tantas veces iba yo bajando escalas, vos ibas subiendo, dijiste "¡no, no, no!" y me llevaste a mi cuarto, ahí te paraste al lado de la puerta, la cerraste mientras yo decía "¿me voy a morir cierto?".  Me voltié, tus labios estaban muy cerca a los míos, nos besamos.  Que suavidad... no puedo no sentir tu delicadeza, tu lentitud, tu paciencia, disfrutabas el sentir cada célula de mi lengua, de mis labios.  No tenías afán, pero tu cabeza tuvo que ponerle freno al comienzo del resto de nuestras vidas. Te fuiste al balcón, hiperventilé, tiré mi celular, lo recogiste y te acercaste a mí, me besaste de nuevo, toqué tu cuerpo, me abrazaste mientras me besabas, toque tu pelo mientras me perdía en los labios más deseados, en la lengua más suave y delicada, en el mundo de amar sin restricciones ni perjuicios.
La luz se prendía y yo la apagaba, algo dijo deténganse y fuiste al baño. En ese momento apareció alguien que me haría llorar luego.
Minutos más tarde, no recuerdo si fueron 20 o 40 o lo que sea, nos encontramos en el final de las escalas.  Te quedaste mirándome y yo solo pude decir "lo siento" me acerqué, puse mis manos en tu cintura y me deje llevar por el beso más deseado y chimba que me han dado en la vida... es todo, cambio mi mundo por una noche eterna de besos, de tus labios perfectos, de tu saliva deliciosa, de tus movimientos lentos, de abrir los ojos y poder ver la belleza hecha perfección, de rozar tu cabello, de tocar tu cara, cambio el mundo por eso...
En mi cabeza retuban palabras... "yo no quiero esperar", "puedo decirle sinceramente que me he enamorado...", "es como algo que no quiero parar".
¿Me enloquecí? ¿Perdí la cabeza? ¿Me tiré en mí? Jueputa que miedo, tiemblo.. no puedo dejar de temblar...
¡Qué vivan los sueños!

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