24.1.08

¡Volvió!

Como un rey que se había perdido en la selva buscando un mundo mejor, volvés a reclamar lo que dejaste y sentís tuyo...

En ese reino que creías tuyo siempre hubo alguien que una vez tuvo el control de la tierra y sus habitantes, del Sol, la Luna y las estrellas, pero el mismo reino se encargó de quitarle su poder y, mientras pasaba el tiempo, el reino divagaba sin quien lo manejara, hasta que llegaste vos implantando tu poder sobre todo lo existente, confiando en que ese alguien ya no tenía poder, y jugaste las cartas con el Oráculo, apostando tu destino y tu magisterio con la seguridad de no perder, y al ganar decidiste partir sin explicaciones ni avisos, simplemente en un amanecer te fuiste.

Cuando el rey abandonó esta tierra, envió al exilio a ese alguien, que se alejó para buscar nuevos horizontes en los que le permitieran volver a mandar, pero ninguno de los dos se detuvo por un segundo a pensar que pasaría con el desorden que estaban dejando, y en ausencia del rey, todo se revolcó, hubo muchos damnificados y las cosas que normalmente parecían ser tan fuertes, flaquearon y se derrumbaron, los habitantes dejaron de ver la luz del Sol y por un tiempo cayeron en la oscuridad, sintiendo miedo por un futuro incierto sin Norte alguno.

De repente forasteros llegaron y ayudaron a traer poco a poco al Sol, luego  la Luna, las estrellas y por último las sonrisas por medio de bailes, cantos y fiestas, celebraciones para invocar los poderes de la naturaleza que se habían ido con la partida del rey.  Llegó a ese reino un ser tan diferente a los que acostumbraban llegar, que cuando apareció, deslumbró a los habitantes, los conquistó con su sonrisa y sus ojos magnetizados, con su forma de hablar y su idioma diferente, pero su destino no era permanecer en un solo lugar, debía continuar su viaje y partió dejando sensaciones agridulces en los habitantes y en todo lo que había tocado, fue un espectáculo verlo pasar pero no duró mucho tiempo.

Has vuelto, sin explicar tu partida, simplemente llegaste a reclamar tu trono, pediste la corona y has pedido tu silla en el lugar más alto, trayendo de nuevo a la vida el corazón de un reino que había llorado en silencio tu ausencia.

Despiertan felices, sonríen sin motivo aparente, saltan, bailan y cantan para que los minutos pasen alegremente, reclaman su rey y lo tienen muy cerca...

El reino se unió para pensar en vos, alegre coincidencia... ¡llegaste!

0 Comentarios:

Publicar un comentario

A ver, coméntame

¿Me quieres apoyar?